Nuestro país es rico en cultura, gastronomía, costumbres y, por supuesto, en destilados artesanales. Bebidas como el pox, el bacanora y el sotol rinden homenaje a lugares específicos de México y son reflejo de cientos de años de tradición. Conocerlas y perpetuar su preparación es revivir la historia de pueblos que son parte de nuestro folclor. Por eso, aquí te compartimos cinco destilados mexicanos artesanales que tienes que probar.
Pox de Casa Na’am
El pox es un destilado chiapaneco elaborado a base de salvado de trigo, caña de azúcar y piloncillo. Este producto de origen maya es completamente natural, artesanal y puro. Casa Na’am es un pox originario de los Altos de Chiapas donde, generación tras generación, se continúa con la tradición de preparar esta bebida de manera artesanal. Casa Na’am mantiene viva la cultura mexicana y la idiosincrasia de la comunidad tzotzil.
Sotol de Coyote
Los sotoles son plantas que únicamente se pueden encontrar en el desierto de Chihuahua; específicamente en ese estado, en Coahuila y en Durango. Estas plantas se parecen al agave, pues en su piña se fermenta el sotol, una de las bebidas más antiguas de nuestro país. Con denominación de origen en esos tres estados, el sotol ha adquirido popularidad en los últimos años y se ha convertido en el protagonista de diversos cocteles.
Bacanora de Aguamiel
Antes, el bacanora era una bebida prohibida; ahora, es considerado un destilado artesanal lleno de historia y tradición. Se obtiene del agave angustifolia Haw y es la bebida ancestral de las comunidades de Sonora. En el 2000, obtuvo su denominación de origen y se transformó en una referencia cultural. La marca Aguamiel ha hecho de él un must de la mixología creativa.
Tuxca de Insecto
El tuxca fue uno de los primeros destilados mexicanos que existieron. Se extrae de un agave que crece al oeste de Jalisco y de Colima, y es muy popular en la zona. Insecto es la marca que lo ha puesto en el mapa, ya que, por más de 150 años, una sola familia se ha encargado de su destilación artesanal.
Charanda de Uruapan
La charanda es un símbolo de la tradición michoacana. Es un destilado que proviene de la caña, por lo que su sabor tiene toques azucarados. Uruapan ha logrado distribuir este destilado artesanal a todo México. Aunque puede llegar a tener más de 50º de alcohol, la charanda es el ingrediente ideal para crear cocteles únicos y para darle el toque final a cualquier receta de autor.
Escrito por Renée Sotomayor