La vida de los muertos perdura en la memoria de los vivos.
Cicerón
La muerte es un concepto que ha inquietado al hombre desde sus inicios, pues sin importar de dónde vengamos ni quiénes seamos, es lo único que todos tenemos asegurado. Podemos aprender mucho acerca de una cultura a través de sus valores, creencias y perspectivas sobre la muerte, así como de sus ceremonias para venerar a los fallecidos. Descubre algunos de los ritos fúnebres más interesantes del mundo.
1. El protocolo de los toraja
¿Dónde?
Tana Toraja, Isla Célebes, Indonesia. Para los toraja, los ritos fúnebres son sinónimo de fiesta, baile, música, escándalo y alegría por parte de toda la aldea. Al ser sumamente costosa y elaborada, no es extraño que la celebración se lleve a cabo varias semanas, meses o incluso años después de la muerte, dando así tiempo a la familia de recaudar fondos y gestionar los preparativos necesarios. A diferencia de otras culturas, el estatus de las familias se determina por la extravagancia y el lujo de sus funerales.
Durante la espera, el cadáver se embalsama con técnicas tradicionales y se mantiene en casa hasta que se complete la ceremonia mortuoria. Cuando la fecha esperada llega, la masacre de búfalos de agua no puede faltar. Entre mayor sea el poder y la riqueza del fallecido, mayor será el número de bestias sacrificadas. Se cree que los animales actuarán como el transporte del alma en su camino hacia el más allá o Puya. Las peleas de gallos son también elementales, pues el derramamiento de sangre sobre la tierra es considerado sagrado. Generalmente se enfrentan 25 pares de pollos. Al final, habrá comida para toda la aldea.
El ataúd se puede colocar en tres lugares distintos: a) dentro una cueva; b) en una tumba de piedra tallada; c) colgado en un acantilado. En los tres casos se añaden todas las pertenencias que el difunto pueda llegar a necesitar en su otra vida.
DATO CURIOSO
Cada tres años los toraja festejan el festival Ma’nene, en el cual los cuerpos son exhumados, limpiados, peinados y vestidos con ropas nuevas y modernas. Además, mientras se les da mantenimiento a los ataúdes, las familias pasean a sus muertitos por la aldea.
2. El ritual satí
¿Dónde?
India
Satí es la ceremonia por la cual una mujer, recientemente viuda, se lanza a la pira funeraria donde está siendo cremado su difunto marido, para morir a su lado. Desde el punto de vista del hinduismo tradicional, con el matrimonio, la mujer queda completamente unida a la vida de su marido, y como consecuencia, tiene que seguirlo a donde quiera que sea, incluyendo la muerte. El satí es considerado un acto de enorme devoción, amor eterno y auto sacrificio. Es por eso que la mujer será recordada como diosa satimata, y el lugar donde se llevó a cabo la inmolación, un lugar de adoración y culto. El satí no es sinónimo de muerte, sino de regeneración, purificación, nuevo comienzo y empoderamiento.
Esta práctica se prohibió en 1829 durante la ocupación británica; no obstante, de vez en cuando aún se reportan algunos casos clandestinos. Realmente no se sabe cómo comenzó esta tradición, pero expertos sugieren que pudo haber surgido en un contexto de matrimonios arreglados, para evitar que las mujeres asesinaran a sus esposos para quedarse con la herencia y casarse con quien realmente amaban.
DATO CURIOSO
En teoría, el satí debía ser un acto voluntario, sin embargo, en muchos casos, las mujeres eran obligadas a saltar al fuego, o incluso empujadas o arrastradas al mismo.
3. Entierro celestial o jhator
¿Dónde?
Tíbet.
Dentro del budismo vajrayana hay quienes creen que cuando la muerte llega, el alma migra y el cuerpo se convierte en un recipiente vacío. Ante esto, no tiene sentido preservar o conmemorar un cuerpo muerto, pues prefieren alimentar a la naturaleza y regresar a ella, sosteniendo así la vida de otros seres vivos. Jhator en tibetano significa literalmente “dar almas a las aves”, y es visto como un gesto de compasión, generosidad y caridad.
Cuando alguien muere, sus familiares dejan intacto su cuerpo durante tres días. Posteriormente limpian el cadáver y lo envuelven en un paño blanco, colocándolo en posición fetal. Después, un monje canta unos mantras mientras quema incienso de enero. Finalmente, llega el rogyapa, quien es el encargado de cortar el cuerpo en trozos pequeños y de colocarlos cuidadosamente en algún área específica de la montaña, exponiéndolo así a los elementos de la naturaleza y a las aves carroñeras, como los buitres, quienes esperan con ansias. Los huesos restantes serán triturados y mezclados con harina de cebada y mantequilla o leche de yak, para poder alimentar con ellos a otro tipo de aves, tales como cuervos y halcones.
DATO CURIOSO
Además de la religiosidad, el 80% de los budistas tibetanos opta por esta práctica fúnebre, ya que el suelo es sumamente duro y rocoso, por lo que cavar una tumba resultaría una tarea extremadamente difícil.
4. El regreso de los huesos o famadihana
¿Dónde?
Altas mesetas de Madagascar. Famadihana es la tradición funeraria que los malagasi de Madagascar han celebrado desde el siglo XVII. Cada siete años, las familias regresan a las criptas de sus familiares fallecidos para desenterrar sus cuerpos, y volver a encontrarse frente a frente con ellos. El ritual consiste en re envolverlos en paños especiales y rociarlos con vino y perfume. Después, se inicia una procesión con música en vivo en la cual bailan con los cadáveres alrededor de la tumba. La celebración finaliza cuando los cuerpos son regresados a sus tumbas.
Es una ceremonia muy emotiva en la que la familia aprovecha para conmemorar a sus antepasados, recordar anécdotas de cuando aún estaban vivos, pedir sus bendiciones, y convivir con seres queridos. Sin embargo, es un evento sumamente costoso, pues en la mayoría de los casos, el anfitrión tiene que atender, además de a sus familiares cercanos, a parientes lejanos, vecinos, amigos y miembros de la aldea.
DATO CURIOSO
Impactados con esta práctica, los primeros misioneros cristianos que llegaron a la isla de Madagascar, hicieron todo lo posible para terminar con ella. No obstante, en la actualidad ya no se oponen, pues reconocen que es una práctica meramente cultural y no religiosa.
5. El proceso de momificación
¿Dónde?
Morobe, Papúa Nueva Guinea. Como si se tratara de una película de miedo, desde hace cientos de años, los integrantes de la tribu anga viven rodeados de las momias de sus muertos. El ritual de conservación de los cuerpos requiere de varios pasos. Comienzan abriendo el cadáver para drenar los fluidos, que utilizan para recubrir el pelo y la piel de los familiares. La grasa es separada y usada como aceite de cocina. Posteriormente, para preservar los órganos internos y retardar la descomposición, se cosen todos los orificios. La lengua, los talones de los pies y las palmas de las manos son cercenados (como recuerdo para el conyugue sobreviviente). Después, el cuerpo es curado en fuego durante más de cuatro semanas, con lo cual se asegura la deshidratación de tejidos y se evita la reproducción de bacterias. Finalmente, es cubierto de ocre rojo y arcilla, evitando así la atracción de animales.
Una vez lista, la momia es colgada en algún acantilado cercano a la aldea, a donde la familia regresa para darle mantenimiento cada vez que es necesaria su restauración. Aunque la práctica fue censurada en 1975, aún se lleva a cabo en algunos rincones de la región.
DATO CURIOSO
Los angas tienen la reputación de ser un clan terriblemente violento. Las tribus vecinas los llaman los kukukuku (pronunciado “cookah- cookah”) por la gran cantidad de kas presentes en su lenguaje.
6. Entre más muertos, menos dedos
¿Dónde?
Papúa, Indonesia.
Las mujeres de la tribu dani, en las tierras altas de Indonesia, responden ante la muerte de un ser querido de una forma muy dolorosa… se mutilan los dedos. Con el fin de externalizar el sufrimiento del alma ante la pérdida, los familiares más cercanos toman turnos para ayudarlas: primero, atan fuertemente la articulación media del dedo duran- te 30 minutos para adormecerlo y minimizar la hemorragia. Después, usando un hacha, seccionan la parte superior del mismo. Posteriormente, las puntas amputadas son puestas al sol y una vez secas, se lanzan al fuego. Las cenizas se mezclan con barro para después ser untadas en la cara de los dolientes como expresión de tristeza, y los restos, enterrados en un área especial. Aunque esta práctica está prohibida en la actualidad, una gran parte de las mujeres mayores de la tribu tienen hasta cinco dedos cercenados.
DATO CURIOSO
En el lenguaje dani, únicamente existen dos palabras para diferenciar los colores: mili, para referirse a los tonos fríos (azul, verde, negro, etc.); y mola, para referirse a los colores cálidos (rojo, amarillo, blanco, etc.). Esta característica hace que sea un interesante campo de investigación para los psicólogos del lenguaje.
7. Funeral de jazz
¿Dónde?
Nueva Orleans, Luisiana, Estados Unidos. Por haber sido colonia francesa, en Luisiana se incluyeron bandas marciales en todos los eventos sociales importantes, incluyendo los funerales. Esto se combinó con ciertas prácticas espirituales africanas traídas por los esclavos a la zona (específicamente de la tribu yoruba de Nigeria). Además, se incluyó la tradición del vudú haitiano de celebrar después de algún fallecimiento para complacer a los espíritus que protegen a los muertos. En un principio, este tipo de funerales se dio únicamente entre la población afroamericana, los pobres y los músicos, pues no era bien recibido por la iglesia católica ni por la población blanca. Sin embargo, hoy en día es la elección de la mayoría.
El funeral comienza cuando los familiares y amigos del fallecido marchan desde la funeraria hasta la iglesia o cementerio, acompañados por una banda de música que ambienta con himnos de des- consuelo y sufrimiento. Una vez que el cuerpo es sepultado, la música cambia a un tono de júbilo y optimismo, para finalizar con melodías populares del momento. Los asistentes bailan y es común que los espectadores se unan para celebrar la vida del difunto. Definitivamente, los funerales de jazz logran un equilibrio único entre la alegría y el dolor.
DATO CURIOSO
El funeral de jazz más emblemático es probablemente el que se celebró el 29 de agosto de 2006, en memoria de las 1,700 víctimas del huracán Katrina. Liderados por el alcalde y el teniente general, la procesión incluyó un coche fúnebre tirado por caballos llevando un ataúd vacío, una banda de música, camiones de bomberos y la Guardia Nacional.
OTROS RITUALES DE MUERTE QUE VALE LA PENA CONOCER
COREA DEL SUR. La falta de espacio en el país no ha afectado únicamente el tamaño de las viviendas, sino que ahora también a los fallecidos. Según una ley aprobada en el año 2000, cualquier cuerpo enterrado en el cementerio deberá de ser removido después de 60 años. Ante esto, las personas han optado por ser cremadas en lugar de sepultadas.
GHANA. Para muchos de los habitantes de Ghana, el ataúd es su único lujo. Son hechos a la medida por un grupo de artesanos funerarios quienes literalmente pueden hacerlos de todo tipo de formas y tamaños: aviones, cámaras, zapatos, automóviles, cigarrillos, animales, electrónicos, herramientas, golosinas, entre muchos otros diseños.
ARRECIFES ETERNOS. Actualmente, algunas empresas funerarias ofrecen una alternativa diferente. Combinando las cenizas del difunto con algunos elementos ecológicos, crean una estructura tipo arrecife, creando así un hábitat ideal para la vida marina.
ÁRBOLES-TUMBAS: El convertir a nuestros seres queridos en árboles hace la idea de la muerte un poco más reconfortante. La urna orgánica y biodegradable se encuentra dividida en dos secciones: en una se almacenan las semillas del árbol, mientras que en la otra descansan las cenizas del fallecido, las cuales liberarán los nutrientes para alimentar al árbol. Con esto, en lugar de cementerios, tendríamos bosques sagrados de robles, arces, pinos, ginkgos, hayas y fresnos. Además, esta opción puede funcionar también para el de entierro para animales o mascotas.
Texto por: Cristina Fernández