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RODRIGO SASTRE

Apasionado coleccionista de cómics desde la infancia, Rodrigo se dedicó no solo a leerlos una y otra vez, sino también a hacer sus propias versiones con el fin de preservarlos. Con el paso de los años, encontró su profesión que mezcla investigación y pasatiempo en una sola actividad. Bien dijo Confucio, “Escoge un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día en tu vida”. Rodrigo explora todos sus gustos para hacer conexiones con el arte contemporáneo.

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¿Cuál fue tu primera aproximación a los cómics?

Lo primero que recuerdo es el verano de 1982, en Mar del Plata, a los 6 años, comprando un Don Miki, número 27, de Editorial Montena, que todavía conservo a modo de amuleto. De ahí en adelante insistía a mis padres que me llevaran a puestos de revistas usadas.

En aquella época, aún no se imprimían revistas de Estados Unidos en Argentina. Los escritores argentinos no hablaban de seres poderosos con capa, sumado a que había una gran censura. Por ejemplo, en la década de los 70, se reimprimió El Eternauta y la dictadura militar desapareció a su escritor Héctor Germán Oesterheld. De igual manera, la reflexión adulta se disfrazaba de cuerpo de niña y se encontraba a Mafalda leyendo en la pared un grafiti con pintura negra: ¡Basta de censu.

Aunque leía estas revistas nacionales y guardé algunas de ellas, fueron los superhéroes los que me incitaron al coleccionismo. Tal vez porque eran difíciles de conseguir. Por ejemplo, las revistas de DC solo llegaban a Argentina en su edición española o brasileña. No fue sino hasta 1992, con la apertura del Mercosur, que las primeras ediciones de cómics impresas en Estados Unidos llegaron a las tiendas.

En 1983, regresó la democracia a mi país y con ella, productos antes inalcanzables. Esto coincidió con la aparición de Crisis en tierras infinitas de DC, en la versión española de Ediciones Zinco. Un cómic que revolucionó la manera de construir las historias, debido a que aparece por primera vez el fenómeno de convergencia de universos paralelos. Lo que inauguró la etapa de reflexión de los cómics hacia la especificidad de su propio medio. Es decir, que a partir de que los escritores toman en cuenta las quejas de sus lectores, deciden reorganizar el caos de historias existentes, para crear “una nueva historia” que entrelaza la información que el lector ya posee de cada universo.

A pesar de que no entendía nada sobre lo que estaba pasando en esa historieta, quise aprender todo lo relacionado con los cómics. En agosto de 1990, a precio austral, llegó Batman y los Outsiders, de editorial Perfil (primera traducción del inglés e impresa en Argentina) donde había una columna al final, donde contestaban inquietudes del lector, la cual se volvió mi fuente de conocimiento. El dibujante Jim Aparo y la editorial Perfil son los recuerdos más fuertes sobre el inicio de mi coleccionismo.

De ahí pasé a dibujar, a veces copiaba las portadas y las viñetas para prolongar la vida útil de cada revista; y así tener la excusa de releerlos y hacer mis propias versiones.RODRIGO SASTRE - grafiti ¿Cuál es el significado de este arte para ti? ¿Y cómo definirías tu trabajo?

Es la posibilidad de dedicar mi tiempo y energía a investigar mis inquietudes, y eso es a lo que me dedico. Es decir, en mi práctica se disuelven los límites entre ocio y trabajo. Por ejemplo, escuchar un podcast sobre Batman, ver películas, hacer videos, buscar primeras ediciones de libros, organizar la colección de cómics por orden de escritores y sentarme a dibujar, es la forma en que pasatiempo e investigación se convierten en mi profesión, y esto es posible en el campo del arte. Por ejemplo, cuando uno es chico, no necesita pedir permiso ni efectos especiales ni actores o cámaras, solo necesita un lápiz y un papel para volcar todas esas ganas de ser creativo.

Así aprendí a dibujar, viendo Robocop o Volver al futuro, y haciendo mi propia versión de las historias. Mi trabajo es un proceso que involucra reactivar una iconografía que considero nos ayuda a reflexionar en torno a como se construye una historia a partir de imágenes.

 ¿En qué momento pasan de ser un pasatiempo a convertirse en tu trabajo y a ser considerados arte?

Si bien dibujar siempre fue un gusto, en el momento en que decidí dedicarme de manera profesional al dibujo, pensé que podía ser ilustrador o trabajar dentro de alguna historieta, pero no sabía cómo. Por esta razón elegí entrar a la Escuela de Arte. Dentro de la institución y gracias a que estudié en México, noté que no había límites marcados para ser artista, que todos mis gustos podían ser explotados para hacer conexiones con el arte contemporáneo. A partir de ese momento, las inquietudes personales guiarían mi trabajo, el cual se ve enriquecido al discutirlo, confrontarlo y exponerlo.

Aunado a esto, ya existían ejemplos de artistas que recurrían a la cultura pop en su lenguaje. Esto me permitió hacer más específica mi investigación sobre las historietas, y concentrarme en buscar las similitudes en los fenómenos presentes en la historia del arte y en la historia del cómic. De esta manera, busco episodios en los que el artista rompe paradigmas o construye nuevos. También me enfoco en revisar la especificidad de las historietas, al juntar palabra e imagen, en donde el escritor y el dibujante insinúan la historia, con viñetas y burbujas de diálogo. Sin embargo, es la persona lectora quien agrega emoción, drama y fuerza, es decir, los que nos dan una bomba para nosotros detonarla. Por ejemplo, cuando estudié el proceso de los escritores, quería ver todos los ángulos y referencias que tenían sus imágenes (cuáles son sus intereses, qué libros consumen, en dónde estudiaron, qué los llevó a tener ese trabajo, etcétera).

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Así descubrí que Jack Kirby es uno de los primeros en dar dinamismo a través del dibujo en escorzo, teniendo como referencia a William Blake. Esto es visible en el número 156 de Thor, en la página en que Mangog quiere desenvainar la espada de Odín, para despertar al Ragnarok y así, destruir el universo. Aquí, Kirby dibuja una espada kilométrica que rompe el diseño de la página. En otro caso, Brian Bollan y Alan Moore juegan con la onomatopeya “Hahaha”, para entrelazar el diseño editorial con el dibujo de la escena.

Finalmente, todos los cambios que ha sufrido el mundo del cómic en los últimos 75 años en diseño editorial, compra de compañías, adaptaciones al cine y series animadas, y su presentación como los nuevos dioses de hoy, constituyen la quintaesencia del cómic.

¿En qué se diferencia tu trabajo del de otros artistas?

Considero que cada persona tiene intereses distintos y es lo que enriquece a la humanidad. En mi caso particular, mi trabajo proviene de ser un fanático de los cómics, y estar obsesionado con su clasificación y conservación, elementos básicos del coleccionismo. Tengo como referente las palabras de Jack Kirby de que “Todo artista es el maestro de otro artista”.

 ¿De dónde viene la inspiración? ¿Los temas son personales o son cosas que le pasan a todo el mundo?

En una casa donde viví, estaba escrita en la pared la frase de Brancusi: “Crea como dios, manda como rey, trabaja como un esclavo”. Es así que soy de la opinión de que la inspiración no viene de ningún lugar en específico. Es, más bien, la voluntad de estar ahí trabajando todo el tiempo, de no dar descanso cuando la silla ya molesta en la espalda, y en caso de tomar un descanso, aprovecharlo para ver el trabajo desde otro ángulo. En un primer momento, todo mi trabajo parte de inquietudes personales, mis obsesiones, mis miedos, mis errores, etc. No obstante, los fenómenos que indago y que planteo a través de mis dibujos, dialogan con la historia del arte, del cine, de la cultura de masas y, en general, con las preocupaciones de la humanidad, al representar a sus íconos.

RODRIGO SASTRE - grafiti3 ¿Viajar y exponer en diferentes lugares del mundo resulta en nuevas obras?

En cada lugar nuevo que visito o en el que expongo, como ritual, voy a una comiquería para comprar una historieta editada en ese país. Busco diferentes ediciones de los cómics que ya tengo, porque cada país realiza su propio diseño editorial, y estas variantes son mi materia prima. Estas formas particulares empiezan a desaparecer, a consecuencia de la globalización y a la imposición del inglés como idioma universal, lo que ha provocado que ya no se traduzcan los encabezados de las portadas, como se hacía en los años 80. Asimismo, me estimula mucho ver cómo se ordenan los productos y decoran las tiendas en diferentes lugares; me activa el pensar cómo se consume el mismo producto en diferentes formas.

Cuéntanos sobre tu colaboración para El Ganzo específicamente. ¿Qué decidiste dejar en ese lugar y cómo fue tu experiencia?

En el hotel El Ganzo trabajé una pieza de carácter in situ. Eso implicó estudiar las características del lugar, las dinámicas del espacio en cuanto al uso, al tránsito y a la visibilidad. Uno de los elementos que activa la pieza es la durabilidad, ya que esta es afectada por los rayos UV, la bruma y demás inclemencias. Por esta razón, decidí utilizar pintura automotriz, que es resistente a la intemperie, y tiene la cualidad de parecerse a la tinta, lo que genera transparencias y yuxtaposición de colores. Además, con las diferentes intensidades del sol a lo largo del día, genera la impresión de estar cambiando de tonalidad. A nivel gráfico, recurrí a la policromía CMYK (cian, magenta, amarillo y negro) para hacer referencia al sistema de impresión Offset de la industria editorial. En particular, me interesan los errores de impresión, como cuando el registro de las placas no coincide y genera un desfase de la imagen. Por esta razón, se muestra una composición de imágenes extraídas de diferentes publicaciones, presentada de manera desfasada y a cuatro colores. La pieza incluye la imagen de un De Tomaso Pantera chocando (un auto recurrente en accidentes de estrellas de rock) y un dinosaurio extraído del cómic “Historias de guerra”, junto con la frase de André Malraux: “Les gothiques disposaient d´une autre puissance de communion”. Busqué una oración que tuviera la palabra empoderamiento, para acompañar estas imágenes. Malraux es un referente en mi trabajo ya que es un coleccionista de imágenes como yo.

Si tu obra fuera una ciudad del mundo, ¿qué ciudad sería?

Si tuviera que elegir una ciudad sería la de México, un lugar gigante lleno de gente, ruidos y caos. En mis dibujos está todo, por eso los considero palimpsestos, un dibujo encima de otro, conservando la transparencia, hasta no ver qué dibujo se hizo primero. Considero que esta ciudad definió la forma en la que trabajo.

 ¿Con quién te gustaría realizar alguna colaboración especial?

Me gustaría colaborar con Chip Kidd, ya que es un diseñador gráfico con un

gran fanatismo por Batman, y hacer un libro sobre las 100 mejores portadas de Batman, explicando la historia de cada una de ellas y cómo ha cambiado el diseño en los últimos 75 años. Chip haría el diseño editorial y yo redibujaría todas las portadas, en mi versión.

¿Cuáles son tus planes a futuro?

Ahora estoy trabajando en dos proyectos: el primero es el Tomo dos de Sentóse a decidir, publicado por Ediciones Manivela, un libro de artista que incita al lector a decidir cómo manipulará el libro. También estoy preparando una nueva expo que consiste en una serie de pinturas que realizo en tamaño carta , escaneo e imprimo sobre telas de gran formato, sobre las que vuelvo a pintar.RODRIGO SASTRE - grafiti2