Muchas veces, hacer una dieta extrema es cansado y puede estresar a tu cuerpo. También, hay ocasiones en las que no sabes por dónde empezar para comer más saludable sin tener que visitar a un nutriólogo. A continuación, te compartimos 10 cambios que puedes hacer fácilmente en tu vida para bajar de peso y que no se vuelva un tema pesado.
Cambia lácteos por opciones veganas
La mayoría de los lácteos contienen más grasa de la que quisiéramos consumir e, incluso, a algunos llegan a provocarles inflamación. Por eso, te sugerimos optar por opciones veganas que puedes encontrar en distintas presentaciones y sabores como almendra, coco, soya o arroz.
Cambia los carbohidratos refinados por su versión integral
Los carbohidratos no son malos; al contrario, son una importante fuente de energía que tu cuerpo necesita para funcionar diariamente. Sin embargo, es mucho mejor consumir arroz integral, salmas o avena que pasta, galletas o pan blanco.
Cambia dulces por fruta
Para los que no pueden vivir sin el postre, un truco fácil es comer fruta. Esto te ayudará a controlar tus ganas de consumir algo dulce y, además, estarás dándole a tu cuerpo un alimento completamente natural, saludable y que además es gran fuente de fibra.
Cambia refrescos por té
Los refrescos son uno de los productos con más calorías y químicos, además de que no aportan ningún nutriente a tu cuerpo; por eso, te recomendamos cambiarlos por té. Esta bebida es muy saludable, la hay de muchísimos sabores y, además, puedes disfrutarla tanto caliente como fría.
Piensa bien cuánto te vas a servir
A veces, llega la hora de comer y nos estamos muriendo de hambre, entonces, tomamos un plato y lo llenamos por completo. Recuerda que pasan 20 minutos a partir de que empiezas a comer para que sientas saciedad, entonces, antes de servirte, piensa cuánto es realmente suficiente tanto para quedar satisfecho como para nutrir a tu cuerpo y consume únicamente esa cantidad.
Hacer ejercicio
La alimentación es muy importante; sin embargo, hacer ejercicio es indispensable cuando estás buscando perder peso. No tiene que ser necesariamente una actividad muy intensa, el simple hecho de caminar 30 minutos al día ayuda a quemar grasa, a tener un metabolismo sano y a la circulación de la sangre. También son muy buenas las clases de Pilates o yoga.
Busca opciones sanas de snack
Muchas veces, la falta de opciones sanas para picar entre comidas nos lleva a consumir papas o galletas. Traer algo saludable en tu bolsa evitará que acabes en una situación así. Las verduras con limón y Tajín siempre son una buena opción al igual que las almendras o las nueces de la India.
Nunca ir al súper con hambre
Cuando vas al súper con hambre, tomas las peores decisiones porque sucumbes ante tus antojos. Hacer tus compras después de comer te ayudará a elegir lo que realmente necesitas y, además, así gastarás menos.
Nunca te saltes el desayuno
Ya sea porque no nos da tiempo o porque no nos da hambre en la mañana, llegamos a saltarnos esta comida que no solo es la más importante del día, sino que le avisa a tu cuerpo que está recibiendo alimento y que, por lo tanto, no es necesario crear reservas por si pasas hambre. Si desayunas, ayudarás a tu cuerpo a hacer más rápido tu metabolismo y, a su vez, esto te ayudará a adelgazar.
Aliméntate balanceadamente
Hoy en día existen múltiples dietas. Las más comunes sugieren consumir o muy pocos carbohidratos o muy pocas grasas; sin embargo, diversos estudios afirman que cualquiera de estas dos opciones puede llegar a ser nociva para tu salud y que, por lo tanto, lo más recomendable es hacer comidas balanceadas que incluyan vegetales, cereales y proteína. Un ejemplo sería desayunar dos huevos con media taza de avena, comer una ensalada abundante con un cuarto de taza de arroz y 90 gramos de pescado, cenar 60 gramos de atún con unas salmas y tomar de colación dos veces al día algún cereal; por ejemplo, una barrita de Special K.