En 2017, la iniciativa Rising Talents llevada a cabo por The Women’s Forum for the Economy and Society, cumplió 10 años de distinguir y promover la labor de jóvenes talentosas que se encuentran en vías de volverse figuras influyentes en nuestra sociedad. El programa Rising Talents surgió con el n de identificar y brindar visibilidad a talentos en las nuevas generaciones y asegurarse de que estos desenvuelvan su máximo potencial.
Más allá de difundir su labor, el Foro se encarga también de crear lazos entre estos talentos para nutrir nuevos proyectos. Cada año, aproximadamente 20 mujeres son escogidas para unirse a este programa, donde además de ser reconocidas, trabajan en conjunto para alcanzar una meta común: la equidad de género.
LORENA GUILLÉ
Ha dedicado su vida a la filantropía y a trabajar por la siguiente generación de líderes en México. Lorena, como directora de responsabilidad social en Cinépolis y directora ejecutiva de la Fundación Cinépolis desde 2006, ha trabajado arduamente por recuperar la vista de más de 41,000 personas con problemas de cataratas en México que no contaban con los recursos para atenderse, así como se ha preocupado por llevar la experiencia del cine a comunidades marginadas o remotas. Fundó el primer Festival de Cine de Derechos Humanos en México y actualmente es miembro de The Global Philanthropist Circle, Nexus Global Youth Summit, entre otros, además de ser mentora en Endeavor y Unreasonable Institute.
¿Cuáles son los principales retos para alcanzar la equidad de género y la inclusión que ves en tu entorno? ¿Qué podemos hacer para trabajar en ellos?
Para las mujeres, alcanzar el potencial económico equivale a acabar con las inequidades en la sociedad. No se puede lograr una sin la otra. Por ejemplo, la violencia hacia las mujeres, la inequidad en el acceso a la educación, el acceso inequitativo a servicios financieros, tecnológicos y de conectividad digital, así como la inequidad de oportunidades para desarrollar y poner a prueba su liderazgo, todas son barreras hacia la participación de las mujeres en la economía y su contribución a la sociedad.
Direccionar estas disparidades es crítico para cerrar la brecha de género y para ayudar a las mujeres a darse cuenta de su potencial. Lograrlo implica trabajar en diferentes frentes, pero tiene un claro punto de partida: clarificar el propósito de la equidad y sumar a hombres y mujeres en la construcción de la visión de equidad, impulsar los cambios culturales necesarios para alcanzarla desde cada una de nuestras organizaciones.
Las mujeres somos clave para procurar familias unidas, comunidades sólidas, economías más fuertes y organizaciones que transforman la sociedad.
¿Te consideras un agente de cambio social? ¿Qué te caracteriza cómo tal?
Sí, me considero un agente de cambio social. Lo que busco es incidir en la transformación social y generar valor en mi país a través de la capacidad y poder de convocatoria que tiene Cinépolis. Mis proyectos pueden ser muy idealistas, pero soy una persona enfocada en resultados y con una planeación estratégica; veo hacia dónde tenemos que caminar y siempre estoy buscando dar más. Tengo una visión sistémica, no solamente atribuible a que soy mujer, sino a que soy ingeniero industrial y en siste- mas, además de haber estudiado una maestría en Política Pública y trabajar ya desde hace más de 15 años en responsabilidad social en el sector empresarial. Esta visión me ayuda mucho a demostrar mi capacidad y vocación social con resultados.
¿Cómo imprimes verdadero propósito a lo que haces todos los días y cómo lo transmites a tu equipo?
Tuve la fortuna de encontrar mi propósito de vida muy joven y decidí crear una ruta de desarrollo en ese sentido. Me preparé y definí qué tenía que estudiar y cuáles eran los retos que quería enfrentar. Después, llegué a Cinépolis, la empresa que fungió como tierra fértil para que pudiera desarrollar mi potencial y hacer vivo mi propósito de vida todos los días a través de mi trabajo. Hoy puedo resumir mi propósito en cuatro palabras: crear; servir, incidir y conectar para y a favor de un mundo más armónico, incluyente, digno y justo para todos.
DEBEMOS DEJAR DE HABLAR DE NUES- TROS PRIVILEGIOS, DE LAS CLASES SO- CIALES, DEJAR DE LIMITAR A NUESTRAS HIJAS CUANDO QUIEREN HACER ALGO QUE TUS HIJOS VARONES SÍ PUDIERAN HACER BAJO LA EXCUSA DE QUE “ELLOS SON HOMBRES”. -Lorena Guillé
El común denominador de mi equipo es justo el amor por servir y el compromiso por hacerlo de manera efectiva y con un alto desempeño en el largo plazo, así que a través del ejemplo mutuo, la correcta ejecución de nuestros proyectos sociales y compartiendo las historias de las vidas que tocamos a través de nuestras acciones es como reforzamos este propósito constantemente.
¿Cómo podemos trabajar, desde la infancia, con nuestros posibles futuros líderes para asegurar que tengan entre sus prioridades la equidad y la responsabilidad social?
Detonando conversaciones con nuestros hijos y en nuestros círculos de influencia sobre el daño que le hacen el clasismo, inequidad, machismo, racismo y exclusión a nuestra sociedad; a través de historias, profundizar y reflexionar sobre lo que pasa a su alrededor y, de manera especial, a través de nuestro actuar diario. Debemos dejar de hablar de nuestros privilegios, de las clases sociales, dejar de limitar a nuestras hijas cuando quieren hacer algo que tus hijos varones sí pudieran hacer bajo la excusa de que “ellos son hombres”. Deberíamos dejar de referirnos a los demás con palabras hirientes e irrespetuosas, aunque sean “socialmente aceptadas”, pues digas como las digas siempre lastiman y nos restan como sociedad.
Deberíamos aprovechar todas las oportunidades posibles para relacionarnos y encontrarnos unos a otros como especie humana, para comenzar a percibirnos y aceptarnos como una sola familia. Reconocer al otro como distinto y diferente a mí, pero tan legítimo y digno como yo.
¿Cuáles son las diferencias que encuentras al trabajar con la generación llamada millennial y las generaciones anteriores?
Es una generación que reta con más frecuencia el estatus quo. Que creció interconectado y digitalizado, con la posibilidad de cuestionar todo y con mayor libertad para soñar y plantearse un mundo diferente a lo establecido. Para mí es la oportunidad para acelerar el paso en el que estamos trayendo soluciones a los problemas complejos del mundo.
Son inquietos, creativos, conectados, saben qué quieren y cómo lo quieren. Las generaciones mayores tenemos más arraigo a las formas, pero también tenemos fortaleza y sabiduría, historia y recursos. Debemos entender que nos necesitamos mutuamente. Si bien vamos a ritmos y hablamos lenguajes diferentes, podemos identificar puntos de encuentro que favorezcan la integración de ambos para co-crear el mundo que tanto millennials como las generaciones mayores soñamos.
¿Qué crees que ha ocurrido a lo largo de tu vida para haberte convertido en una mujer exitosa y un Rising Talent, de acuerdo al Women’s Forum for the Economy and Society?
Una grata combinación de disciplina, pasión por servir, amor e inquietud por el ser humano, consciencia y compromiso, lo cual ha detonado cambios importantes en la realidad de miles de personas en México y alimentado mis ganas de seguir sirviendo.
Me siento orgullosa de contribuir a devolverle la vista a más de 41 mil personas en situación de pobreza que padecían ceguera por catarata a través del pro- grama social “Del amor nace la vista”. También me siento orgullosa de diseñar la experiencia de llevar el cine a las comunidades más vulnerables de nuestro país con el programa “Ruta Cinépolis”, el cual hemos llevado a la auto-sustentabilidad. Desde 2009, más de 400 mil personas han sido testigos de las cerca de mil funciones de cine gratuitas y al aire libre que hemos realizado en México y Haití.
Asimismo, buscando constantemente cómo utilizar el cine como herramienta generadora de conciencia social colectiva, fundé en 2008 el DHFest, primer Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos en México, que contó con siete ediciones y que evolucionó en 2016 para convertirse en el primer Festival de Cine Consciente de Latinoamérica: MIRA Film Fest.
Sobre todo me siento muy orgullosa de hacer esto posible con mi equipo de trabajo al cual admiro tanto, y con tantos aliados, desde los médicos que operan, los clientes que donan y tantas organizaciones y empresas cercanas que nos han brindado su confianza a cada proyecto que implementamos.
Si tuvieras un consejo para cambiar algo que nos llevara como sociedad a dar un paso más para alcanzar la equidad de género, ¿cuál sería?
Volver a poner a las personas en el centro de nuestras decisiones y entablar conversaciones de valor con quienes te rodean: ¿le has preguntado a la señora que trabaja en tu casa cómo vive? ¿Si su familia está bien? ¿Qué le preocupa? O al chofer del próximo Uber que tomes, o a tu equipo de trabajo, ¿qué podrías hacer por ellos para que sea más significativo su trabajo? ¿Qué les duele de México? Qué tal si te comprometieras a referirte bien de todos. A hacer más y juzgar menos. A proponer cuando te opones a algo. A inquietarte por lo que ves a tu alrededor y pensar: si pudieras hacer una sola cosa por cambiar eso que no te gusta, ¿qué sería? Estoy segura de que puedes ser parte del cambio que quieres ver.
CON EL EJEMPLO, ¡NO HAY DE OTRA! NO EXISTEN PALABRAS PARA EXPLICARLE A UN NIÑO LA RESPONSABILIDAD QUE TIENE EN EL MUNDO. NO PODEMOS ESPERAR QUE EXISTAN SOCIEDADES EQUITATIVAS Y JUSTAS SI NOSOTROS HOY MANTENEMOS LAS DIFERENCIAS. -Daniela Lecuona
DANIELA LECUONA
Daniela dirige la Oficina de Relaciones con inversionistas de America Móvil desde 2008. Se encarga en este puesto, de generar todos los reportes financieros que requiere la Bolsa Mexicana de Valores y la de Nueva York. Adicionalmente, Daniela es el principal contacto en la compañía para inversionistas y mercados financieros, manejando in- formación utilizada para la toma estratégica de decisiones.
¿Cuáles son los principales retos para alcanzar la equidad de género y la inclusión que ves en tu entorno? ¿Qué podemos hacer para trabajar en ellos?
Para que exista equidad de género ¡primero nos la tenemos que creer! No es poco común que a la gente le dé miedo pro- bar cosas nuevas: “¿Cómo voy a combinar mi trabajo con mi ‘nuevo rol de mamá’?”. O miedo a pedir cosas como un horario flexible para poder seguir cumpliendo responsabilidades. Se trata de deshacernos de esos prejuicios y darnos cuenta que con algo más de organización y esfuerzo todo se puede.
En el mundo de las finanzas siempre he visto muchos más hombres que mujeres, pero me ha tocado conocer algunas que son absolutamente espectaculares. Exitosas en muchos ámbitos de su vida, con gran empatía con su equipo de trabajo, comprometidas con sus instituciones y además, mamás ejemplares que han logrado formar hijos independientes y responsables. Tengo a dos en mente a quienes les debo mucho y ojalá todas pudiéramos aconsejar y ayudar a las que vienen llegando para que se atrevan a probar y demostrar que la capacidad intelectual, el esfuerzo y el compromiso no traen etiqueta de hombre ni de mujer.
¿Te consideras un agente de cambio social? ¿Qué te caracteriza cómo tal?
Me considero alguien que se levanta todos los días con ganas de cumplir con sus responsabilidades lo mejor posible. Yo trabajo para una empresa mexicana de la que me siento completamente orgullosa, que además es parte de un sector que ha modificado diametralmente la manera en que vivimos. El desarrollo de las telecomunicaciones es clave para el desarrollo social de nuestro país y me siento muy bien de hacer lo que pueda desde mi trinchera.
Además me toca educar a dos. Mis hijos tienen 5 y 3 años, y esa es quizá la tarea más difícil que me ha tocado. Ojalá todas tengamos presente que ese “cambio social” que van a vivir las siguientes generaciones se va a generar a partir de nuestro ejemplo, de nuestra capacidad de educar niños tolerantes e incluyentes.
¿Cómo imprimes verdadero propósito a lo que haces todos los días y cómo lo transmites a tu equipo?
La compañía ayuda mucho. En general somos parte de un equipo que trabaja duro, que se enfoca en sus objetivos y no los presume. En una industria que ha cambiado el mundo –y nosotros lo hemos visto en primera fila–, creo que “transmitir el propósito” para mí ha sido hacerles en- tender que ellos son parte de esa revolución.
¿Cómo podemos trabajar, desde la infancia, con nuestros posibles futuros líderes para asegurar que tengan entre sus prioridades la equidad y la responsabilidad social?
Con el ejemplo, ¡no hay de otra! No existen palabras para explicarle a un niño la responsabilidad que tiene en el mundo. No podemos esperar que existan sociedades equitativas y justas si nosotros hoy mantenemos las diferencias.
¿Cuáles son las diferencias que encuentras al trabajar con la generación llamada millennial y las generaciones anteriores?
Tengo que aceptar que no los acabo de entender –y eso que, según Google, yo soy parte de esa canasta–. He trabajado con varios. Se buscan sus espacios para no perderse la clase de yoga o llegan con productos orgánicos sin sabor a los que les llaman galletas, por ejemplo. A pesar de sus modas y sus hábitos, mi conclusión es que el que es listo es listo y el que tiene ambición –principalmente intelectual– la tiene. Igual se motivan con otras cosas y se toman la vida más a la ligera, pero la diversidad enriquece, ¿no?
¿Qué crees que ha ocurrido a lo largo de tu vida para haberte convertido en una mujer exitosa y un Rising Talent, de acuerdo al Women’s Forum for the Economy and Society?
Ejemplos, gente que ha confiado en mis capacidades y me ha hecho muy segura de quien soy y, sobre todo, ganas. Ganas de ser una mejor versión de mí. Tuve suerte de haber nacido en una familia para quienes la educación siempre fue una prioridad y en la que la curiosidad intelectual abunda. Creo que el éxito consistió en saber aprovechar esas las herramientas.
Si tuvieras un consejo para cambiar algo que nos llevara como sociedad a dar un paso más para alcanzar la equidad de género, ¿cuál sería? Atrévanse y ayúdense. Me asusta escuchar a mujeres súper talentosas decir “voy a dejar mi trabajo porque no voy a poder con todo”. Me entristece escuchar a mujeres capaces decir que ellas no pueden aportar nada porque eso les hicieron pensar. Pero sobre todo me enfurece que otras mujeres no las apoyen, no las encaminen o peor, las hagan menos. ¡Atrévanse que nada pierden!
ESTOY DESARROLLANDO PROYECTOS Y EXPERIENCIAS RELACIONADAS CON EL EMPODERAMIENTO DE LA MUJER, INNOVACIÓN Y CREATIVIDAD, WELLNESS Y EL MÁS IMPORTANTE DE TODOS: DISFRUTAR DEL REGALO QUE ES ESTA FANTÁSTICA Y MÁGICA VIDA. -Nathalie Baaklini
NATHALIE BAAKLINI
Nació en Líbano y se nacionalizó canadiense aunque se identifica como mexicana de corazón. Durante su carrera, Nathalie ha tenido importantes posiciones dentro de empresas como LVMH, Gap, Levis y El Palacio de Hierro. Es cofundadora de la marca de ropa Children of Our Town y es promotora apasionada del diseño mexicano. Es mentora en Endeavor y recientemente lanzó The Moonshot Co., una firma boutique que se ha dedicado a reinventar la forma en la que las marcas y compañías se relacionan con sus consumidores. Actualmente se encuentra a la cabeza del proyecto de Wellness más importante de México, que se lanzará este año en El Palacio de Hierro de Santa Fe.
¿Cuáles son los principales retos para alcanzar la equidad de género y la inclusión que ves en tu entorno? ¿Qué podemos hacer para trabajar en ellos?
Deberíamos de empezar por entender que el mundo es de mujeres y de hombres, para después romper el inconsciente colectivo. ¿Quién decidió que la mujer debería estar sometida a las decisiones de los hombres? Es un concepto que deberíamos desaparecer, para entonces ocupar lugares, roles y oportunidades mucho más equitativas.
Necesitamos más mujeres en posiciones de liderazgo, no solamente por su género, sino por su capacidad y talento, y compartir sus historias para inspirarnos. Cada vez son más pero no suficientes, necesitamos sumar voces más fuer- tes de hombres y de mujeres para seguir hablando del tema hasta que deje de ser importante hablar del mismo. El mundo es de seres humanos y no hombres o mujeres.
¿Te consideras un agente de cambio social? ¿Qué te caracteriza cómo tal?
Estoy convencida de que cada quien puede aportar algo para generar un cambio sustancial, si todos aportamos algo, por mínimo que sea, lograremos un gran impacto.
Reto constantemente el “guion” que nos fue asignado y me gusta rodearme de personas que comulgan con ideas similiares. Las experiencias a lo largo de mi vida me han hecho cuestionar mis prioridades y buscar un mayor propósito, la vida me ha enseñado a ser empática, generosa, pero sobre todo lo valioso que puede ser inspirar a alguien, hacerlos conscientes de su propia fortaleza, conectar a las personas y ser ese puente para crear.
Estoy desarrollando proyectos y experiencias relacionadas con el empoderamiento de la mujer, innovación y creatividad, wellness y el más importante de todos: disfrutar de este regalo que es esta fantástica y mágica vida.
¿Cómo imprimes verdadero propósito a lo que haces todos los días y cómo lo transmites a tu equipo?
Buscando participar en proyectos capaces de conmover a alguién. Asegurándome de que cada junta, cada proyecto, resulte en algo enriquecedor, gratificante o memorable. Mantener las cosas sim- ples, no tomarme en serio a mí, ahí es cuando encuentro las mejores oportunidades, las que más me asustan, las que me emocionan… ¿quién ha llegado a algún lado sin salir de su zona de confort?
Me gusta que mi equipo tenga la libertad de intentar, fracasar y volver a intentar. Procuro que tengan siempre presente la importancia de colaborar y que estén abiertos a cambiar la manera en la que se hacen las cosas.
¿Cómo podemos trabajar, desde la infancia, con nuestros posibles futuros líderes para asegurar que tengan entre sus prioridades la equidad y la responsabilidad social? Niños y niñas por igual tienen que saber que son capaces de hacer lo que quieran en su vida. Todavía hay mucho por hacer con respecto a la igualdad de oportunidades y yo creo que debe de empezar en casa. El respeto y la educación son fundamentales para que los futuros líderes de este mundo tengan la sensibilidad para entenderlo.
¿Cuáles son las diferencias que encuentras al trabajar con la generación llamada millennial y las generaciones anteriores?
Es una generación que me ha inspirado más de lo que hubiera pensado.
Aprendí de ellos a vivir sin un guion determinado y a tener el valor de perseguir mis sueños. Aunque son impacientes, necesitan el reconocimiento constante y se aburren fácilmente, hay que reconocer que se adaptan rápidamente al cambio, están en constante movimiento y tienen una visión innovadora. Creo que en el momento que conciliemos las fortalezas de ambas generaciones un cambio grande puede suceder.
¿Qué crees que ha ocurrido a lo largo de tu vida para haberte convertido en una mujer exitosa y un Rising Talent, de acuerdo al Women’s Forum for the Economy and Society?
El haber vivido la guerra en Líbano durante mi infancia, haber tenido que dejar prácticamente todo, migrar a Canadá para una nueva vida y luego empezar de nuevo en México, todo eso me ha enseñado a ser agradecida, a adaptarme, a soñar, pero también a luchar por lo que creo justo y trascendente. Busco que la vida me siga sorprendiendo cada día.
Si tuvieras un consejo para cambiar algo que nos llevara como sociedad a dar un paso más para alcanzar la equidad de género, ¿cuál sería?
Ser humanos y no hombres o mujeres.
DEBEMOS CAMBIAR NUESTRA CONS- TRUCCIÓN SOCIAL DE LA “MASCULI- NIDAD”, CAMBIANDO LA CULTURA DE CÓMO SOCIALIZAMOS A LOS NIÑOS, NO SOLO LAS NIÑAS, A CIERTOS ROLES Y ACTITUDES DESDE LA INFANCIA. GABRIELA ROCHA -Gabriela Rocha
GABRIELA ROCHA
Ha vivido en 13 ciudades de siete países y su pasión por las diferentes culturas la ha guiado a dedicarse a trabajar por resolver problemas de desarrollo durante los últimos años. Gabriela estudió psicología en Boston College y posteriormente una maestría en Administración Pública en Columbia. Trabajó en políticas públicas para después fundar y liderar en México Laboratoria, una empresa enfocada en empoderar a mujeres jóvenes y de escasos recursos, brindándoles educación de calidad en el sector de tecnología. Gabriela está segura de que las empresas con fines sociales como esta, tienen el potencial para impactar millones de vidas y contribuir con una economía dirigida a lograr oportunidades equitativas.
¿Cuáles son los principales retos para alcanzar la equidad de género y la inclusión que ves en tu entorno? ¿Qué podemos hacer para trabajar en ellos?
Soy firme creyente en que la equidad de género se dará cuando haya un cambio de mindset y por ende, cultural, sobre el rol de una mujer en la sociedad y cuando las políticas públicas y privadas logren incentivar una mayor participación de ellas en la fuerza laboral.
Tenemos que empoderar a las niñas y a las mujeres para que crean en su potencial y darles ejemplos de mujeres en quien inspirarse, tanto en casa como en los colegios. Así pueden soñar en grande y aspirar a un futuro que ellas determinen por ellas mismas y logren la independencia económica. Esto pasa también por respetar los derechos humanos de las mujeres y por valorar los oficios no pagados, y al mismo tiempo, no limitar el rol de la mujer a oficios tradicionalmente femeninos.
Las políticas públicas también juegan un rol fundamental en asegurar los incentivos adecuados para que las mujeres puedan tener acceso a las mismas oportunidades que los hombres. Eso implica que las mujeres sean remuneradas de manera equitativa, que los hombres tengan licencias de paternidad para así compartir la responsabilidad del hogar y de la familia, y que haya consecuencias por el abuso de los derechos de las mujeres en el trabajo. Para esto, necesitamos mayor presencia de las mujeres en puestos importantes de toma de decisión.
¿Te consideras un agente de cambio social? ¿Qué te caracteriza cómo tal?
Laboratoria es, en esencia, un movimiento de agentes de cambio, liderado por las casi 80 personas que conforman nuestro equipo en cuatro países diferentes, las casi 1,000 alumnas y exalumnas que están transformando el rostro de la industria ‘tech’, y los cientos de aliados que creen en nuestra misión. Todos los días, trabajamos juntos para transformar la sociedad y convertirla en algo que nos enorgullece. Una sociedad donde tu origen no determina tu futuro, donde ser mujer no te limita y donde el crecimiento de nuestra región se pueda basar en el talento y esfuerzo de sus jóvenes.
¿Cómo imprimes verdadero propósito a lo que haces todos los días y cómo lo transmites a tu equipo?
Tengo la suerte y el privilegio de tener un trabajo cuyo propósito me mueve y me inspira todos los días. Nuestras alumnas están con nosotros todos los días, recordándonos la apuesta que hicieron por Laboratoria y la responsabilidad que tenemos de brindarles una excelente educación. Su esfuerzo incansable y talento son nuestra fuente de inspiración.
¿Cómo podemos trabajar, desde la infancia, con nuestros posibles futuros líderes para asegurar que tengan entre sus prioridades la equidad y la responsabilidad social?
Hay mucho que se puede hacer desde temprano para construir una sociedad más equitativa. Para empezar, tenemos que trabajar con niñas y niños para que todos puedan participar en la construcción de la sociedad que buscamos. Debemos celebrar las diferencias y no usarlas para encapsular a las personas en roles desde temprano, según su sexo, género o etnia. Todos nosotros, en las escuelas y en la casa, debemos fomentar espacios inclusivos donde los niños crezcan sin nociones preconcebidas sobre lo que determina su supuesto “rol” en la sociedad. Esto contribuirá a que en el futuro tengamos mayor diversidad entre los líderes y que eso los lleve a representar los intereses de una población más amplia, para lograr mayor equidad y responsabilidad social.
¿Cuáles son las diferencias que encuentras al trabajar con la generación llamada millennial y las generaciones anteriores?
Según las definiciones más amplias del término, yo misma soy una millennial. Pero, a pesar de haber nacido en 1985 y cumplir con el timeline del término, siempre rechacé la idea de serlo porque no sentía que cumplía con las características comúnmente señaladas sobre ellos. No me identificaba con una gene- ración representada por el uso superfluo de la tecnología, o la falta de lealtad y compromiso, y por su narcisismo.
Hoy me doy cuenta de que esta impresión sobre los millennials es equivocada y reduccionista. Son apasionados, conscientes en su consumo, flexibles y, al mismo tiempo, exigentes y extremadamente capaces, con los niveles de educación promedio más altos de cualquier otra generación y con una alta familiaridad con la tecnología. Su hambre por trabajos con propósito y su confianza en ellos mismos por hacer una diferencia traen a la mesa un espíritu de innovación, de búsqueda de soluciones creativas, así como de estándares más altos. El mundo está cambiando, y mientras las generaciones anteriores aportan con su experiencia y conocimiento, la manera de pensar de los millennials puede hacer toda la diferencia.
¿Qué ha ocurrido a lo largo de tu vida para haberte convertido en una mujer exitosa y Rising Talent, de acuerdo al Women’s Forum for the Economy and Society?
De este grupo increíble de mujeres fuertes y determinadas, lo que más me fascina es la diversidad que hay entre todas. Hay Rising Talents que son músicas, otras actrices, economistas, abogadas, emprendedoras, activistas, y científicas. En diferentes áreas de la sociedad y de la economía, estamos presentes, impulsando para lograr una mayor representación de la mujer.
A lo largo de mi vida, he tratado de encontrar el camino en el que siento que puedo hacer la diferencia con aquello que me apasiona. En búsqueda de un proyecto de vida que contribuyera con un desarrollo inclusivo en América Latina, terminé explorando caminos largos y muchas veces me topé con la pared. Pero creo que una mezcla de persistencia y convicción, y habiéndome permitido fallar y ser desafiada, me posibilitó seguir buscando hasta encontrar algo con propósito y potencial. Eso me llevó a diversas experiencias en diferentes lugares cuyos aprendizajes me guiaron a donde estoy hoy.
Si tuvieras un consejo para cambiar algo que nos llevara como sociedad a dar un paso más para alcanzar la equidad de género, ¿cuál sería?
Aumentar la cantidad y calidad de educación que las niñas reciben. Una educación de calidad reduce la probabilidad de que ellas se atrapen en un ciclo de matrimonio y embarazo temprano, y aumenta la probabilidad de que ellas puedan invertir en un futuro de mayor independencia económica. Una mejor educación y acceso a oportunidades de trabajo es lo mejor que podríamos hacer como sociedad para que las mujeres puedan ejercer su pleno potencial y dar un paso para acercarnos a la equidad de género.
Debemos cambiar nuestra construcción social de la “masculinidad”. Gran parte del problema de la inequidad de género se basa no solo en como socializamos las actitudes y el rol de las mujeres en la sociedad, pero también el de los hombres. La violencia doméstica, el acoso en las calles y en el trabajo, los feminicidios, etc. todos son abusos de los derechos humanos y todos impiden, entre muchas cosas, que las mujeres puedan ejercer su potencial en la sociedad.
Necesitamos acabar con la impunidad de estos casos y construir espacios donde las mujeres puedan acceder a sus derechos y ejercer su voz con dignidad. Al mismo tiempo que reconstruyamos lo que significa ser un hombre en nuestra sociedad. Felizmente, las actitudes acerca de los roles de género son construcciones sociales y pueden ser alteradas. Empecemos por ahí.
YO CREO QUE MI RESISTENCIA FUE LO QUE ME HIZO LLEGAR A DONDE ESTOY AHORITA. CADA VEZ QUE CUMPLÍA UN SUEÑO, ME PONÍA OTRO MÁS ALTO. -Marie-Agathe Charpagne
MARIE-AGATHE CHARPAGNE
Marie-Agathe combina una carrera bifacética. Obtuvo su Doctorado en Mines ParisTech en 2016, con un premio por la mejor tesis en Ciencias de Materiales por la SF2M, por el descubrimiento de un nuevo fenómeno metalúrgico. Ahora trabaja como investigadora de la Universidad de Santa Bárbara. También se graduó del Conservatorio de Música en Francia con honores y comenzó su carrera como una concertista de piano, tras lo cual ha dado con- ciertos en Suiza, Inglaterra, Italia, Mónaco, Luxemburgo y Estados Unidos, entre otros.
¿Cuáles son los principales retos para alcanzar la equidad de género y la inclusión que ves en tu entorno? ¿Qué podemos hacer para trabajar en ellos?
Ser mujer en el campo de investigación puede ser un reto, porque son más juzgadas. Yo creo que para que seamos más respetadas en cualquier rama de trabajo en general, tenemos que crear nuestro propio lugar por medio de logros.
¿Te consideras un agente de cambio social? ¿Qué te caracteriza cómo tal?
De cierta forma sí, pero no de la manera que a mí me gustaría. En el campo de investigación que estoy, metalurgia física, me encantaría tener mi propio equipo de investigadores y en vez de buscar paridad, la cual, en mi opinión no es la solución para la equidad de género. Me gustaría inspirar la búsqueda de vocación en mujeres jóvenes y poder seleccionar a gente con el mismo criterio objetivo.
¿Cómo imprimes verdadero propósito a lo que haces todos los días y cómo lo transmites a tu equipo?
Tengo dos carreras, por un lado, soy una investigadora científica y por el otro, soy pianista. Uno pensaría que estas carreras no tienen nada en común, pero tienen algunas reglas y valores similares que he logrado combinar. Nunca podría dejar de hacer una de las dos, por motivos personales y porque quiero demostrarle a la gente que las mujeres son multi-disciplinarias por naturaleza. Actualmente, estoy en un grupo de pianistas amateur, principalmente compuesto por gran- des personalidades, pero la mayoría son hombres. ¿Por qué no podemos ver a más mujeres?
¿Cómo podemos trabajar, desde la infancia, con nuestros posibles futuros líderes para asegurar que tengan entre sus prioridades la equidad y la responsabilidad social?
Yo creo que los millennials han crecido en una sociedad menos estigmatizada que la generación pasada. Ya no es tan común la separación de niños y niñas en las escuelas, ahora crecen juntos e interactúan mucho más, esto hace que haya una mejor comunicación entre géneros. Sin embargo, nosotros tenemos que darles un marco de referencia que ayude a mejorar la sociedad actual. Con esto me refiero a mejorar la comunicación entre géneros e intergeneracional.
¿Cuáles son las diferencias que en- cuentras al trabajar con la generación llamada millennial y las generaciones anteriores?
Yo me considero una millennial. Mi percepción es que los millennials ya no encajamos forzosamente en el molde. Me refiero a la manera en la que son educados, el lugar que ocupan en la sociedad, lo que esperan de un trabajo. Han crecido con tecnología y la tecnología ha ido evolucionando cada vez más rápi- do. Las generaciones pasadas pueden pensar que los millennials se enfocan solamente en sí mismos y en la pantalla de su celular, yo creo que esto es un problema que ha surgido por falta de comunicación entre generaciones. Los millennials se sienten perfectamente cómo- dos con la tecnología, si se aburren rápidamente, pero siempre están buscando nuevas cosas que aprender. Los métodos convencionales de aprendizaje pueden parecerles anticuados o puede causar que no se sientan comprendidos y que de alguna manera limitan sus capacidades. Yo creo que la mejor manera de trabajar con millennials es dándoles más libertad, dejándolos concentrarse en lo que son buenos y ponerles retos, en vez de contenerlos.
¿Qué crees que ha ocurrido a lo largo de tu vida para haberte convertido en una mujer exitosa y un Rising Talent, de acuerdo al Women’s Forum for the Economy and Society?
A lo largo de mi vida he visto muchos ejemplos de discriminación, al igual que he sido víctima, recibiendo comentarios negativos, he visto cosas no dirigidas directa- mente hacia mí, pero que afectan a las mujeres en general, como comentarios de profesores en la universidad o el hecho de que no tenían student housing disponible para mujeres en los campus, como estos ejemplos hay miles.
En este tipo de situaciones puedes decidir retar a esta gente y perseguir tus sueños, sin importar las consecuencias. A veces, cuando estoy manejando a mi casa después de trabajar, me acuerdo de donde estaba hace un año y cómo nunca me hubiera imaginado que estaría trabajando en una de las mejores universidades de Estados Unidos. Yo creo que mi resistencia fue lo que me hizo llegar a donde estoy ahorita. Cada vez que cumplía un sueño, me ponía otro más alto.
Si tuvieras un consejo para cambiar algo que nos llevara como sociedad a dar un paso más para alcanzar la equidad de género, ¿cuál sería?
Yo creo que la comunicación entre hombres y mujeres se puede mejorar mucho más. Hay algunos campos de trabajo en los que las mujeres no son representadas adecuadamente (¡como el mío!). Campos en los que desafortunadamente solo los hombres han establecido las reglas. Yo creo que es sumamente importante crear networks y lazos entre mujeres de distintos campos y profesiones. En The Women’s Forum Mexico me sorprendió ver que la mayoría de las mujeres están pasando por los mismos retos dentro de industrias como investigación, música, arte, etc. Necesitamos compartir los retos que vivimos para poder encontrar soluciones juntas.
LORNA CAMPBELL
En 2000, Lorna asumió su primera posición en Esso Australia, en Melbourne, y desde entonces ha trabajado en varios puestos de exploración, desarrollo y producción en Exxon Mobil alrededor del mundo, desde México y Estados Unidos hasta Angola. Hoy en día, Lorna se encuentra en Houston como Mexico Exploration Vice President.
¿Cuáles han sido los mayores obstáculos a los que te has enfrentado tratando de incorporar la perspectiva de género en tu día a día laboral?
Los hombres y las mujeres piensan diferente, procesan información diferente y se comportan diferente, dentro y fuera de la oficina. Desde que iba a la escuela he tenido un círculo de muy buenos amigos hombres, entonces siempre he convivido con ellos como si fuera “uno más”.
Desde hace 15 años que empezaron a entrar más mujeres en los campos de ciencia e ingeniera, la dinámica ha cambiado bastante. El campo de investigación y exploración de petróleo requiere investigación científica individual, ideas creativas y colaboración de todos los involucrados para que verdaderamente sea un proyecto exitoso. Nunca he sentido que mis ideas no son escuchadas o me he sentido intimidada, pero para muchas mujeres estos son retos diarios que tienen que enfrentar. Siendo gerente, yo veo el respeto a la diversidad de mi equipo como una parte clave de mi trabajo. Hemos creado un lugar de trabajo en el que las ideas de todos son escuchadas y valoradas.
¿Te consideras un agente de cambio social? ¿Qué te caracteriza cómo tal?
Si, por supuesto. La energía es algo crítico en nuestras vidas. A los países más desarrollados, les permite incrementar productividad y mejorar el nivel de vida, pero lo más importante es que ayuda a los países menos desarrollados a mejorar su nivel de vida. He tenido el privilegio de trabajar en distintas partes del mundo, desde países desarrollados como Australia, Canadá y Estados Unidos, hasta países en desarrollo como Angola, Guinea Ecuatorial, Papúa Nueva Guinea y Vietnam. Cuando ves las condiciones en las que viven las personas y cómo las políticas energéticas pueden transformarles la vida, se vuelve claro lo que aportamos a la sociedad. El proporcionar energía se tiene que hacer de una manera legal, ética y segura, respetando el ecosistema y las comunidades en las que operamos.
¿Cómo le brindas sentido a lo que haces? ¿Cómo se lo transmites a tu equipo?
A veces nos olvidamos del panorama completo de lo que hacemos, especialmente en el entorno de la oficina. Mi equipo de científicos e ingenieros está a cargo de recomendar terrenos que puedan tener recursos de gas o petróleo. Es un negocio bastante incierto que está sus- tentado por innovaciones técnicas, lo malo es que suelen tener más fallas que logros.
Muchas de las áreas que exploramos no tienen los recursos que pensamos que tenían. De hecho, este es el caso más del 80% de las veces. En los casos en los que sí encontramos hidrocarburos, hay que esperar de 10-15 años para que el proyecto sea desarrollado y empiece a producir. Es importante mantener el contacto con las comunidades de países en desarrollo en las que operamos para poder ver cómo va evolucionando el proyecto y cómo, con el tiempo, se van cumpliendo las metas que propusimos para mejorar la calidad de vida de estas comunidades.
NUNCA HE SENTIDO QUE MIS IDEAS NO SON ESCUCHADAS O ME HE SENTIDO INTIMIDADA, PERO PARA MUCHAS MUJE- RES ESTOS SON RETOS DIARIOS QUE TIE- NEN QUE ENFRENTAR. -Lorna Campbell
¿Cómo podemos trabajar con la siguiente generación de líderes? ¿Cómo nos podemos asegurar que la responsabilidad social y la equidad de género está dentro de sus prioridades?
Es muy importante tener en cuenta que cada uno de nosotros trae diferentes valores, cultura y experiencia a la mesa. Como líderes, no es suficiente tener claro lo que quieres lograr y como aplicarlo a tu compañía, es esencial poderlo transmitir de una manera en que la gente que trabaja contigo, lo entienda. Es esencial conocer a tus empleados, saber qué los motiva y asegurarte de que sepan que todos tienen una voz dentro de la compañía. Un negocio solo va a ser exitoso si la gente que trabaja ahí tiene ganas de que prospere.
En comparación con la generación anterior, ¿cuáles son las principales diferencias que has encontrado al trabajar con millennials?
Una gran diferencia que he notado en las nuevas generaciones que llegan a trabajar, son sus ganas de relacionar su trabajo con un propósito más grande. En el ámbito que yo trabajo, esto significa que no es suficiente ser un geólogo exitoso o un excelente ingeniero que solamente se concentra en lograr metas profesionales. Necesitan tener muy claras las metas de la compañía y dar resultados en base a lo que los inversionistas externos quieren: cómo producir energía de una manera ética y segura. Siempre teniendo en cuenta el respeto que hay por la naturaleza y las comunidades en las que trabajamos.
Los millennials tienen una idea de trabajar muy diferente a la de generaciones pasadas. Son trabajadores y tienen ganas de ser exitosos, pero también exigen flexibilidad sobre cuándo y dónde trabajan. Se enfocan principalmente en metas a corto plazo, pero teniendo en mente que esas metas los van a ayudar a cumplir metas personales a largo plazo. Yo creo que esto es una parte emocionante que brindan al ámbito laboral, que ha hecho que cambie la manera en la que vemos las cosas en la oficina como el tener más flexibilidad de trabajar fuera de la oficina. Este tipo de cosas benefician a todos en el ambiente laboral.
¿Qué crees que ha ocurrido a lo largo de tu vida para haberte convertido en una mujer exitosa y un Rising Talent, de acuerdo al Women’s Forum for the Economy and Society?
Crecí en Australia. Mi papá era controlador de tráfico aéreo, es un trabajo que implicó cambios de horario, estrés continuo y cambios de ciudad a lo largo de mi vida escolar. Desde que era chiquita mi mamá me enseñó a apreciar la naturaleza y sus maravillas y a tener un interés en cómo funcionan las cosas en general, aunque ella nunca tuvo una carrera en ciencia. Siempre me impulsó a mí y a mis hermanos a tomar todas las oportunidades que se nos presentaran y a nunca dejar puertas cerradas. Me acuerdo que mientras esta- ba en preparatoria me convenció para que fuera al día de ingeniería para mujeres que, por cierto, ¡no me gusto! Pero fue una experiencia de aprendizaje porque desde ahí me fui dando cuenta qué era lo que quería estudiar y a lo que me quería dedicar en mi vida profesional. De chica me gustaban mucho los deportes, me gustaba ponerme retos personales en natación y atletismo y también me gustaba ser parte de los logros y fracasos dentro de un equipo como netball o volleiball.
El aprendizaje que obtuve viviendo estas experiencias de chica me ayudaron a tener una gran ética de trabajo, facilidad a adaptarme a situaciones nuevas y la habilidad de relacionarme con gente de diferentes culturas. Todo esto me ha ayudado a lo largo de mi vida personal y profesional y he visto que todas las mujeres que fueron seleccionadas como Rising Talents, lo tienen en común conmigo.
Si tuvieras un consejo para cambiar algo que nos llevara como sociedad a dar un paso más para alcanzar la equidad de género, ¿cuál sería?
El respetarnos unos a otros y reconocer que todos tenemos algo que aportar a nuestra comunidad.