Texto por Michel Medina
Ha llegado el invierno y -con el clima frío- es momento de elegir prendas con tejidos más gruesos. La primordial siempre será el abrigo, un esencial que nos ayudará a mantener el calor al salir de casa. Esta prenda encaja fácilmente con cualquier estilo gracias a su variedad de diseños y, al ser extremadamente estética, eleva cualquier atuendo y nos permite vestirnos de una manera moderna, pero clásica a la vez.
Al comprar o usar un abrigo, es importante saber cuál elegir. La idea es encontrar algo que, al mismo tiempo nos proteja del frío, sea elegante y, por supuesto, que vaya a estar a la moda durante un buen rato.
1. La gabardina
Burberry produjo alrededor de medio millón de gabardinas para las tropas británicas en la Primera Guerra Mundial. Cuando los veteranos volvieron a casa, las usaban como parte de su vestimenta diaria. Si te gusta lo tradicional, puedes optar por el diseño clásico de esta marca, ya que no ha cambiado en varios años. Fabricado a partir de gabardina ligera y con acabado impermeable, su doble abotonadura y cuello amplio nos protegen de la lluvia y el viento.
2. El abrigo marinero
Los marinos suelen usar esta prenda, ya que está confeccionada con resistente lana y cuenta con un amplio cuello, diseñado para proteger de los fuertes vientos y el agua que salpican las olas. Una de las bondades de este tipo de abrigo es su longitud, ya que corta en la parte superior del muslo, brindándote mayor movilidad y alargando visualmente tu cuerpo. Si eres de baja estatura o buscas algo práctico, esta opción es la más adecuada.
Como decía Coco Chanel, menos es más, de modo que debes evitar la sobredosis de botones, cinturones o detalles militares. Otro aspecto importante es el color de tu abrigo; procura mantenerte dentro de la gama de tonos obscuros y conservar el minimalismo en el resto de tu atuendo con jeans sin deslavar y zapatos deportivos modernos de color blanco.
3. El abrigo largo
Considerado alguna vez exclusivo de una vestimenta formal, el abrigo largo ahora puede combinarse tanto con una hoodie y zapatos deportivos, como con traje o vestido. Esta prenda apenas ha cambiado su diseño en tres siglos, de modo que la versión de esta temporada se verá igual de bien que la de la próxima. La popularidad del abrigo largo ha aumentado últimamente debido a la influencia del estilo europeo minimalista. Las mejores prendas de este tipo estarán confeccionadas a base de lana o cashmere, con forros de seda y botones clásicos y sobrios.
Elige un color neutro y que se pueda combinar fácilmente. Para que luzca al máximo, debe ajustarse perfecto a los hombros. Las costuras deben sentarse un poco fuera de tu brazo para que no se vea muy cuadrado cuando lo utilices con una playera básica o demasiado apretado cuando portes varias capas de ropa. Cualquier otro ajuste o imperfección puede ser arreglado por un sastre.
4. La parka
Este icónico abrigo no solo fue el favorito durante los años cincuenta y sesenta, sino que es de los consentidos para protegerte del clima. Tradicionalmente acolchado (o, al menos, confeccionado con tejido grueso y resistente) y con un gorro forrado de piel, es una excelente opción contra los fuertes vientos y lluvias. Si bien, hay muchos modelos para elegir -desde las opciones militares clásicas hasta las versiones deportivas contemporáneas-, te sugerimos un diseño versátil con forro desmontable y en un color neutro como verde, azul marino o negro, que se pueden combinar fácilmente con todo, desde playeras y jeans, hasta camisas y pantalones de vestir.
Si tu estilo cotidiano es más formal, una parka de lana es una increíble alternativa al abrigo tradicional, pues al usarlo, se crea una elegante y rebelde yuxtaposición entre su rugosidad y las prendas formales.
Ha llegado la hora de desechar aquellos abrigos que no se ajustan perfectamente a nuestro cuerpo, que se encuentran desgastados, fuera de moda o, simplemente, que no nos hacen lucir al máximo. Si elegimos el abrigo adecuado, podremos olvidarnos de salir de casa portando miles de capas de ropa y podremos conservar el calor corporal en un clima extremadamente frío.
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