Un paisaje desértico y místico es el escenario ideal para un viaje de ensueño, más aún cuando en sus montañas rocosas se encuentran esculpidas ruinas preislámicas como si surgieran naturalmente de ellas.
Entusiasmados por conocer el proyecto que está transforman- do la zona arqueológica de Al- Ula en un centro turístico, nos sumergimos en el paisaje desértico de Arabia Saudita para descubrir un mundo hasta ahora resguardado entre arena y mon- tañas de arenisca roja. El pasado de las civilizaciones dadanita y nabateana se adapta a la modernidad entre maravillas culinarias, arquitectónicas y una oferta cultural incomparable.
Como parte del acuerdo franco-saudí para promover la memoria arqueológica de Arabia Saudí y mantener la economía en la era pospetróleo, se abren las puertas de este reino de la península arábiga al turismo global. Hace miles de años, esta región cuyo tamaño podría comparar- se al de Bélgica, formó parte de la ruta comercial del preciado incienso, un recurso que llegó a ser más valioso que el oro y cuyo comercio inspiró mitos e historias que se extendieron hasta el Mediterráneo. Ahora, los prime- ros visitantes de este destino en tiempos modernos se maravillan con una herencia cultural extraordinaria y paisajes naturales dignos de leyendas.
UN PAISAJE PERFECTAMENTE ESCULPIDO
La ruta del incienso constituía un viaje complejo, en el que los encuentros con ladrones eran algo común. Atravesaba terrenos implacables que se sorteaban sin las ventajas que ofrecen los mapas ni sistemas de navegación modernos. Guiados por las estrellas y una meticulosa obervación del paisaje, el trayecto por esta conocida ruta comercial era una aventura fascinante que desafiaba la supervivencia y que se ha convertido en inspiración de tours por colinas de arenisca, estrechos desfiladeros y cuevas.
Al-Ula se anida en un paisaje rico en tumbas y templos esculpidos en cortes geométricos que surgen en relieve de sus caparazones na- turales de tonos rojizos y formas cinceladas. En su tiempo, esos espacios recibieron a viajeros y comerciantes que encontraban en Al-Ula un lugar seguro para descansar del largo recorrido que les esperaba para transportar su valiosa mercancía hasta su destino. La población, que heredó el amor por la hospitalidad, nos recibió desde el primer instante con una sonrisa y siempre se mostró dispuesta a compartir relatos sobre su pasado. Ellos son los primeros guías con los que el visitante se acerca a más de 2,000 años de historia que recién comienza a explorarse.
El escenario de encuadres fotográficos idóneos se complementa perfectamente con el de la vieja ciudad y su ambiente que, de inmediato, transporta a una época distinta a través de callejones angostos, pisos de piedra y estructuras con techumbres de madera. Desde la perspectiva de un globo aerostático, una avioneta o un helicóptero, tres de las actividades más atractivas del sitio, ese antiguo asentamiento se asemeja a un panal de viviendas interconectadas, entre las que sobresalen ocasionalmente algunas palmeras, una torre y, al fondo, las montañas.
LA JOYA DE AL-ULA
El secreto mejor guardado de Al- Ula es la ciudad de Hegra, afamada por sus más de 100 tumbas monumentales, como la de Qasr al-Farid y otras tantas en Jabal al-Ahmar excavadas en tiempos recientes. Es ahí donde la élite nabateana descansa eternamente en asombrosas cámaras mortuorias repletas de inscripciones y grabados que hacen que esta ciudad, ubicada 20 kilómetros al norte de Al-Ula, posea el título de primer sitio del reino saudí en ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Y no es para menos. En sus inscripciones se revelan los orígenes del idioma árabe, representaciones de los dioses y algunas escenas de la vida cotidiana de Al-Ula. Aunado a estos elementos, los visitantes se sorprenden ante los pozos y canales de agua que retratan el desarrollo de la cultura nabatea, así como su habilidad para distribuir el preciado recurso en el en- torno desértico de la ciudad.
Para conocer los principales aspectos de la civilización nabateana en Hegra, hay una amplia oferta de tours con duración de una a cuatro horas, que pueden realizarse en vehículos Rover, a pie o en bicicleta, mientras que para los más aventureros existen alternativas a caballo o en camello. Pero, además de ser un destino perfecto para visitarse de día, tras la caída del sol se desvela un enigmático cielo que, en sí mismo, se convierte en la atracción principal. Es entonces cuando comienzan los paseos nocturnos iluminados por antorchas que organiza Rock Art Trail para ver las inscripciones y grabados de las montañas más fascinantes de Hegra, donde hace miles de años dejaron su huella viajeros, pobladores y visitantes.
Luego, Hegra After Dark es la oportunidad ideal para delei- tarse con los sabores locales mientras se disfruta del espectáculo Queen of Shaklith. Para finalizar, un experto en astrología comparte los secretos cosmológicos de la cultura nabateana.
CAPAS DE HISTORIA
Fueron muchas las culturas que influyeron en la zona y cuyos rastros se encuentran en las diversas capas de formaciones rocosas, dunas y ruinas arqueo- lógicas de Al-Ula.
Una de las más antiguas y significativas es la ciudad de Dadan, construida meticulosamente en piedra a orillas del oasis de Wadi AlQura (Valle de las Villas). Gracias a su idónea ubicación, fue un lugar clave para la ruta del incienso y eso la convirtió en una de las ciudades más desarrolla- das del primer milenio antes de Cristo, en el norte de Arabia.
Se encuentra a tan solo diez minu- tos de la vieja ciudad de Al-Ula y se destaca por una docena de tum- bas esculpidas en los muros de las elevaciones rocosas. Vistas de le- jos parecen meramente rectángu- los, pero de cerca están repletas de esculturas finamente diseñadas. Sin duda, despiertan la curiosidad sobre cómo pudieron realizarse sin el equipo de construcción con el que se cuenta en la modernidad, considerando que algunas miden hasta 50 metros de altura.
La más afamada, la Tumba del León, pudo haber sido destinada a un miembro de la realeza y resalta por su representación escultórica de este animal que simbolizaba valor y protección. Para saber más sobre esta tumba y descubrir cómo prosperó el reino de los dadanitas y de los lihyanitas, los guías exper- tos de los tours de Dadan ayudan a descifrar incógnitas sobre la más compleja cultura de su era a través de las inscripciones de Jabal Ik- mah y otros monumentos.
Y si de ver animales majestuosos se trata, además de la Tumba del León, a 16 minutos de Dadan se encuentra uno de los atractivos favoritos de la región: la Roca Elefante, conocida como Jabal Al Fil, en árabe, y cuya figura se asemeja al imponente mamífero.
Este fenómeno geomorfológico se eleva a una altura de 52 metros y demuestra que el agua y el viento, con su poder erosivo, son magníficos artistas.
Desde luego, la naturaleza es un componente icónico en Al-Ula. En el pasado, cuando los comer- ciantes recorrían la ruta del incienso, encontraban en el área un lugar para descansar, recuperarse y conocer a otros viajeros. Hoy en día, desde la vieja ciudad de Al-Ula hasta Al Wadi hay un área de 3 km de longitud que ofrece a los visitantes un paseo gratuito a través de palmeras que dieron sombra a una gran civilización.
LA CIUDAD MODERNA
Si bien las estructuras arqueológi- cas son el atractivo principal de la Ciudad Antigua de Al-Ula, la ciudad moderna, del mismo nombre, pero ubicada tres kilómetros al sur, es un magnético centro para los amantes de la cultura y las artes. Desde talleres de elaboración de artesanía en hojas de palma, hasta instalaciones de obras de arte al aire libre, el entretenimiento no se agota en este destino.
Andrea Bocelli inauguró para el mundo la realización de conciertos de artistas de talla internacional en Hegra, en abril de 2021. Desde entonces, visitar Al-Ula es sinónimo de deleite musical, sobre todo en The Maraya Concert Hall. El auditorio de 9,740 metros cuadrados construido por la empresa milanesa Gio Forma posee el récord del libro Guiness al Edificio Cubierto de Espejos Más Grande del Mundo.
No puede describirse más que como una estructura surreal que refleja la perfección del paisaje en sus muros de espejo, mientras disfraza la modernidad de una arquitectura perfectamente planeada que no perturba el entorno desértico. Su escenario es sede del festival de música y artes Winter at Tantora, que se presenta entre los meses de diciembre y febrero.
GASTRONOMÍA
Este viaje solo está completo si se acompaña de platillos que hacen experimentar los sabores de la cocina árabe. Para ello, el cierre de 2021 marca el inicio de una exquisita historia culinaria con la apertura de Annabel’s Hegra, con sus espacios privados y mocktails inspirados en Al-Ula; y Maraya Social, el primer restaurante del destino creado por el chef Jason Atherton, galardonado con estrellas Michelin y quien encontró en el techo del Maraya el hogar para su nuevo proyecto.
Otras opciones imperdibles son: Suhail, con su concepto lujoso y moderno inspirado en los sa- bores y especias de la Península Arábiga; Pink Camel, una cafe- tería construida al estilo tradicional en madera, con ambiente hogareño y prácticas eco-friend- ly, como el uso de menús en papel reciclado; y para los amantes de las especialidades sauditas en una atmósfera relajada, Merkaz.
NOCHES DE ARABIA
Un buen descanso es funda- mental para disfrutar una nueva aventura en cada día de estancia en Al-Ula. Los hoteles de este destino se han construido honrando una gran pasión por la naturaleza, remarcada a través de diseños arquitectónicos sorprendentes que aprovechan las formaciones rocosas para anidar villas o tiendas de glamping rodeadas de vistas épicas como las de los resorts Shadan y Ashar.
Quien es amante del bienestar y la ecología encuentra su mejor op- ción en Habitas Al-Ula, un hotel eco-friendly ubicado en el valle Ashar que cuenta con 100 habitaciones y un centro de bienestar.
Por su parte, los 50 RV retro-chic de Airstream Resorts están equi- pados con baño, cocina y patio cubierto, y son una alternativa casual para los aventureros que buscan practicidad y comodidad sin sacrificar comodidades.
Pero la nueva y más espectacular estrella del oriente es Sharaan by Jean Nouvel, un resort que simula una cueva incrustada en las formaciones rocosas. Obra del renombrado arquitecto francés, autor del Louvre de Abu Dabi y ganador del Premio Pritzker en 2008. Una vez concluido, en 2024, será un estímulo para los sentidos que celebrará el espíritu nabateo, fusionándolo con la arquitectura contemporánea.
Texto por: Lorena Pontones
Fotos: Cortesía del destino
