Anónimo nace del amor al arte por el valor de cada pieza, sin ideas preconcebidas del autor o galería que esté detrás de ella. El evento consiste en organizar una subasta de obras hechas en México, manteniendo a los artistas en el anonimato, para finalmente otorgar la venta a la puja más alta. Esta iniciativa sin fines de lucro ayuda a diversas causas sociales a nivel nacional.
Desde su primera edición en diciembre del 2015, que se llevó a cabo durante Art Week en Miami, este concepto no solo ha penetrado entre los compradores de arte, sino que también ha hecho cambios importantes a nivel social en el país. Tuvimos la oportunidad de platicar con Alejandra Martínez, cofundadora y directora del proyecto, quien nos comparte los detalles detrás de esta gran labor.
¿Cómo seleccionan a los artistas con los que trabajan?
En realidad es muy enfocado en el valor intrínseco de la pieza y cada edición tiene su temática, ya sea un curador específico, o como sucedió en el Museo Tamayo, que invitamos más bien a coleccionistas y ellos elegían que pieza donar. O en Faena que seleccionamos arte, objeto y diseño. O ahora con textil y próximamente con botánica.
¿Cuántas ediciones han realizado?
La última, que se llevó a cabo el 7 de marzo, en Oaxaca, fue la sexta edición.
¿Qué tipo de obras buscan promover en Anónimo?
Obras que puedan hablar por sí mismas, que logren una conexión genuina con el público, sin necesidad de más información.
¿Me podrías decir puntualmente qué impacto social tiene Anónimo en México?
Las primeras dos ediciones en Miami recaudaron fondos para el Hogar Cabañas en Guadalajara. La primera remodelo un edificio del hogar a donde se van los niños de 8 años (cuando disminuyen drásticamente las posibilidades de adopción) y la segunda generó un programa de música por cinco años. La tercera edición recaudó fondos para un programa de arte latinoamericano en el Bass Museum of Art de Miami. La cuarta para la fundación Olga y Rufino Tamayo. Y la más reciente edición recaudará fondos para el rescate y preservación de la tradición del textil en Oaxaca.
¿Por qué decidieron dedicar su última edición al arte textil?
Ya tenía la inquietud de llevar Anónimo hacia ediciones temáticas. Edición Coleccionistas en Museo Tamayo fue nuestro primer intento y funcionó maravillosamente. Después, diseño en Faena. Y pues cuando nos invitan a colaborar en Oaxaca, consideramos que es el escenario de magia ideal para poder no solo seleccionar, exhibir y subastar piezas cuyo elemento y mensaje principal sea el textil, sino recaudar fondos para la preservación de esa tradición milenaria en México.
¿Cuál es la importancia del arte textil en México?
Pues yo más bien diría: de la importancia de la tradición del textil, la cual es de nuestros oficios más antiguos y que hablan del alma de México.
Platícame sobre su penúltima edición, la que hicieron en Miami.
La hicimos en el Faena Forum y fue muy especial porque Miami nos vio nacer. Hicimos una colaboración muy bonita con Faena Art y se involucraron al 100% des- de la curaduría. Fue la primera edición en la cual incluimos diseño y fue una gran sorpresa, pues el 80% del show se quedó en EE UU. Solo el 20% se vendió a mexicanos, lo cual nos hace mucha ilusión porque logramos expandir el alcance del proyecto de esa manera.
¿De qué otra forma considera que Anónimo ha generado un impacto en la comunidad?
Me gusta pensar que a través de proyectos como este, generas una consciencia sobre responsabilidad social y cultural hacia tu comunidad, ciudad, y país, de una manera divertida, ligera, y que además te permite llevarte una pieza de arte a tu casa y una inmersión muy distinta en el mundo del arte.
@anonimocolectivo
Texto por: Mónica Díaz
Fotos cortesía de Anónimo