Azotea Verde del Centro de Contacto “Roberto González Barrera”, empresa Banorte, Monterrey, Nuevo León.
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La azotea verde, como un concepto moderno, lleva manifestándose en Europa y Estados Unidos más de cincuenta años. En México se adoptó desde el año 2000, por lo que existe un atraso importante en su promoción y desarrollo. En el año 2011, por ejemplo, Alemania contaba con 22 millones de m2 de espacios establecidos con este tipo de alternativa ecológica y actualmente se considera que el 10% de los techos alemanes son verdes; en Estados Unidos, solamente en la ciudad de Chicago, hay más de 100 000 m2 de techos verdes; en México, para el mismo año, se contaba solo con 17 000 m2, que aumentaron su número a 30 000 m2 aproximadamente durante el año 2013.
Las azoteas verdes son espacios acondicionados en los techos de los inmuebles para el establecimiento de áreas verdes en zonas urbanas con el fin de recuperar espacios subutilizados y establecer jardines que disminuyan problemas ambientales producto de la urbanización y de la eliminación de áreas verdes; además de embellecer las ciudades y proporcionar nuevos espacios de convivencia social.
De acuerdo a la tecnología utilizada para el establecimiento del jardín, las azoteas reciben dos nombres: las de naturación directa y las de naturación indirecta. La naturación directa se refiere a las azoteas en las que el techo se acondiciona con capas plásticas y una capa de sustrato para la plantación de la vegetación. En el caso de la naturación indirecta, la colocación de sustrato y vegetación se realiza en recipientes, como macetas, en lugar de acondicionar el techo como tal.
Hace quince años establecer una azotea verde directa requería una gran cantidad de recursos técnicos y económicos. En la actualidad existe una gran variedad de alternativas técnicas y tecnológicas para la instalación de azoteas verdes, lo que ha incidido en los precios de instalación. El costo de un metro cuadrado de azotea verde directa puede variar entre $1200 y $6500 (o más), dependiendo del tipo y la calidad de los materiales que se ocupen y de la variedad y cantidad de plantas a escoger.
Lo primero que deberá tomarse en cuenta al momento de planear la instalación de una azotea verde es la normatividad existente al respecto, que en México, por el momento, solo existe para el Distrito Federal.
El factor principal que cuida la normatividad es el peso, pues la seguridad es lo más importante. Se debe consultar (y obtener por escrito) con un especialista en construcción la capacidad de carga que puede soportar la losa del inmueble. Durante los últimos años, el principal avance en los materiales de una naturación directa ha sido el de lograr abatir peso, al sustituirse la capa drenante de rocas naturales (como el tezontle) por capas drenantes plásticas. A partir de esto, un siguiente factor es el costo del mantenimiento, pues aunque estéticamente puede optarse casi por cualquier tipo de planta, debe valorarse que, dependiendo de las especies, será necesario contar con un mayor o menor mantenimiento y cuidado, lo que afecta los costos del proyecto y el tiempo que quien quiera instalarlas decida invertir.
Generalmente, las plantas más adecuadas para azoteas verdes son aquellas que resisten las condiciones extremas de insolación, vientos y otros aspectos climáticos que impactan directamente sobre una azotea y que incidirán sobre las plantas. En México, las plantas suculentas (plantas que almacenan líquido en su cuerpo) —representadas por biznagas, cactus, deditos, echeverias, magueyes, órganos, viejitos y más— son una excelente opción para las azoteas verdes, por su bajo requerimiento de mantenimiento y agua, en relación con otras plantas, como las de follaje o flores.
PRINCIPALES BENEFICIOS DE LAS AZOTEAS VERDES
Ya sea con naturación directa o indirecta, existe una serie de beneficios ambientales, sociales y económicos que se obtienen cuando se establece una azotea verde, como son:
Creación de espacios de bienestar y salud.
Acercamiento del hombre a la naturaleza.
Mejora del ambiente urbano (reducción de ruido, incremento en humedad ambiental, reducción de contaminantes, fijación de bióxido de carbono y generación de oxígeno). Cada metro cuadrado de una azotea verde atrapa un kilo de CO2 y genera el oxígeno que una persona requiere en un año.
Atracción de plantas y animales para su refugio y alimentación, lo que fomenta la permanencia de la biodiversidad.
Conservación de especies en riesgo de extinción.
Fomento de empresas rurales comercializadoras de plantas, lo que crea una cadena de valor compartido (empresa, sociedad, comunidades rurales).
Promoción entre los visitantes sobre el aprovechamiento de espacios urbanos subutilizados.
Creación de espacios alternativos para la producción de alimentos y el cultivo de plantas medicinales.
Regulación natural de la temperatura interior del edificio (hasta en cinco grados, según estudios llevados a cabo en Europa y Canadá).
Aumento del valor y la vida útil del inmueble.
En la Ciudad de México puede lograrse anualmente hasta el 15% de reducción en el costo del predial, por el hecho de mantener una azotea verde.