Desde su apertura en 2014, el hotel destacó por haber alcanzado el balance único entre el arte, la herencia y la naturaleza. Roth Arquitecture, un estudio enfocado en crear espacios integrales que promuevan la conexión entre el hombre y la naturaleza, respetando el medio ambiente, adoptó un concepto orgánico para la creación de este hotel que promueve la armonía entre el mundo natural, en este caso, la selva y el mar, y lo construido. El diseño prescinde de líneas rectas, produciendo así una estética orgánica en un espacio dispuesto alrededor de un manglar, con la intención de que el huésped forme parte de una vivencia inigualable.
La propuesta integral del proyecto requirió el empleo de materiales de la región, como el bejuco, maderas y árboles vivos para guiar la estructura. Se le dio importancia a evitar la alteración del ciclo natural del ecosistema –donde eliminar la huella de carbono es clave–, interviniendo solo los espacios libres del hábitat. Gracias a esto, los visitantes se sumergen en una experiencia de contacto con la energía ancestral de la zona, al convivir directamente con la fauna y flora que los rodea.
La mezcla vanguardista con toques artesanales y soluciones arquitectónicas innovadoras con el uso de lo que el medio proporciona, son el sello que distingue al hotel AZULIK. Sus estructuras con techos de madera en forma de dosel dan la apariencia de crecer naturalmente desde el suelo. Otras áreas siguen enteramente los principios de las sabias construcciones mayas domésticas, con paredes circulares de bahareque y techos de palma.
Los puentes flotantes, con laterales de ramas y caminos trazados entre los árboles conectan cada sección y facilitan a los huéspedes acceder a las suites. Estas, definidas por el hotel como “esculturas habitables”, son espacios interiores amplios, decorados con piedras y maderas, naturales o tratadas según sus funciones dentro del espacio. Cuentan con terrazas exteriores, columpios de madera, camas colgantes y tinas de piedra volcánica, con vistas al mar Caribe.
La originalidad, funcionalidad y elegancia natural de los espacios, su honestidad con el entorno y con los saberes ancestrales de esta región maya, crean una experiencia inmersiva que continúa en AZULIK Uh May.
Texto por: Andrea Lorenzo
Fotos: Cortesía del hotel