A tan solo 35 minutos en auto desde Ciudad del Cabo en Sudáfrica o a solo 20 minutos de Stellenbosch, el corazón de la región viníco- la del Cabo, se encuentra Babylonstoren, una propiedad entraña- ble, ubicada a los pies de la montaña Simonsberg, dentro del valle vinícola Franschhoek.
Más que un hotel de lujo es un complejo de bienestar, rodeado de na- turaleza, cuyo centro es un hermoso y nutrido huerto de 3.5 hectáreas que abastece a todos los restaurantes con los productos de tempora- da, cultivados de manera orgánica.
Historia
La arquitectura particular de las cabañas, de la casa central y de la casa familiar que albergan las habitaciones hablan de un lugar histórico fundado en 1692. Fueron construidas según el carácter neerlandés del Cabo, mejor conocido como arquitectura Cape Dutch, un estilo asociado especialmente a haciendas en el campo y poco común en las ciudades.
En aquel entonces llegaban a Ciudad del Cabo los barcos de la Com- pañía Holandesa de las Indias Orientales, empresa cuyo propósito era la colonización, el comercio y la exploración de nuevas tierras. Los colonos que llegaban al extremo de Sudáfrica se establecieron al pie de la Table Mountain, construyeron un fuerte y comenzaron a desarrollar un gran huerto para suministrar productos frescos a los barcos que se dirigían a las Indias. No demoraron en darse cuenta de que la tierra también era apta para la viña.
Fue por esa época cuando se estableció Babylonstoren. Su primer propietario, el holandés Pieter van der Byl, adquirió unas hectáreas de tierra al pie de la colina Simonsberg en la que cultivó la vid y construyó una granja, una bodega, establos y un palomar. También tuvo una escuela y cabañas para esclavos.
En 1744, la finca agrícola y vinícola pasó a manos de la familia Louw, que la mantuvo durante cuatro generaciones. La finca ha sufrido el paso del tiempo y de los distintos movimientos políticos y sociales, entre ellos el apartheid, pero desde 2007 la propiedad ha resurgido en su máximo esplendor, gracias a su adquisición por el magnate de las comunicaciones Koos Bekker y su esposa Karen Roos, editora de Elle Décoration de Sudáfrica. Ellos han sido responsables de que el lugar potencie su magia especial y de que aquel que se hospede aquí salga con un recuerdo auténtico y memorable.
El hotel
Lo componen una casa familiar que alberga hasta diez personas; la suite de la finca, considerada una de las grandes estancias para lunas de miel, y 13 cabañas de uno y dos dormitorios, decoradas con un estilo purista, elegante y minimalista. Los muebles contemporáneos contrastan con los pisos y muebles de madera tradicionales y los tapetes de textiles naturales en tonos neutros. Las ventanas regalan vistas magníficas del verde que rodea todo el hotel y las montañas en el horizonte. La remodelación de toda la propiedad estuvo a cargo del arquitecto Johan Malherbe, quien mantuvo todo el legado histórico.
El jardín huerto
El extenso jardín abarca impresionantes colecciones botánicas y una gran variedad de hortalizas, frutas y vegetales. Gracias al clima templado de Sudáfrica, la época de cosecha y floración se extiende durante todo el año. Fue diseñado por el paisajista francés Patrice Taravella, muy conocido por su proyecto de jardines del antiguo monasterio Prieuré Notre Dame d’Orsan, ubicado en el valle del Loira, considerado uno de los más bellos de Francia.
Taravella basó su diseño en una composición matemática que permitió trabajar no con medidas, sino con superficies. El eje principal del jardín orientado de este a oeste se extiende sobre un terreno de una suave pendiente y sigue el curso del río. Los ejes secundarios se cruzan en ángulo recto formando unas parcelas de plantación cuadradas o rectangulares protegidas del sol y el viento por una cerca de árboles. Por esta razón tiene uno la sensación de estar en una zona verde muy ordenada que remite a los grandes jardines franceses.
Los restaurantes
BABEL
Es el restaurante insignia que ofrece una cocina elegante y fresca, bajo la filosofía “de la granja a la mesa”. Los ingredientes recolectados el mismo día del huerto, encuentran en esta cocina inspiradora su mejor aliada, estando a la altura de toda la propiedad. A esto hay que sumarle una curada lista de vinos para acompañar los platillos que cambian según la temporada.
EL INVERNADERO
Aquí se sirve el té, infusiones o bebidas refrescantes, así como almuerzos ligeros de ensaladas frescas, acompañados de panes recién salidos del horno de leña. La comida se disfruta al estilo de un picnic en cajas de madera con las conservas, mermeladas y ensaladas servidas en frascos de vidrio.
Otros planes
Un spa que solo inspira serenidad es una excelente opción para pasar una mañana o una tarde. Ubicado en un pequeño bosque de bambú, fue construido con este mismo material e incluye un hammam, un salón de relajación, una área de vapor caliente y un gimnasio.
El hotel también cuenta con un moderno centro de degustación de vinos, interminables caminos de tierra, perfectos para explorar con bicicletas de montaña y múltiples tours y actividades que organizan en torno al aceite de oliva, el vino, los tés, el jardín y las distintas colecciones botánicas que ahí se encuentran. Al fin y al cabo, este es uno de los ejes de la propiedad tanto en su forma como de fondo porque sus más de 300 variedades de plantas del jardín, cultivadas de manera sostenible, son comestibles o tienen valor medicinal.
D. Klapmuts Simondium Road, Simondium, 7670
T. +27 (0)21 863 3852
babylonstoren.com
Texto por: Liliana López
Fotos: Cortesía del hotel