Ballarò es un restaurante que transporta al comensal a los paisajes gastronómicos del Mediterráneo. Situado en una antigua casona porfiriana de la colonia Roma, una auténtica joya arquitectónica, posee una biblioteca de pan o panadería que ofrece masas madre y panes del mundo, una fábrica de pastas y un elegante bistrot.
El nombre del establecimiento es un homenaje al mercado más antiguo de Sicilia, el Mercato di Ballarò, en Palermo, icónico referente de la gastronomía italiana. Los artífices de este Ballarò mexicano son Pierantonio Falorio, chef y panadero, y Ana Belén Juampérez, creadores de un concepto culinario que es una oda a la innovación dentro de la más auténtica tradición.
La casona de tres pisos donde se encuentra el establecimiento, es una edificación de estilo ecléctico y afrancesado de fines del siglo XIX. Un portal decorado con guirna das de piedra da acceso al interior del establecimiento, con espacios abiertos a doble altura y amplios ventanales que permiten que este elegante edificio se llene de luz.
Ballarò no tarda mucho en despertar los sentidos, pues con solo entrar a este restaurante y panadería, un intenso olor a masa inunda las estancias. Estantes de madera exhiben los panes, pasteles y biz- ochos de Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y México que son preparados diariamente en el local.
Al ensalzar la tradición de la panadería artesanal, también elaboran masas madre diseñadas por ellos, de uva, de café y de albahaca, esta última hecha con semolina de trigo, y ofrecen otra traída directamente de Milán, cuya receta acumula un siglo de antigüedad.
Ballarò ofrece una carta de platillos para el desayuno, la comida y la cena, principalmente italianos, por lo que la especialidad de la casa son pastas, que las hay de salmón, al curry y de peperoncino, y pizzas, sin dejar de mencionar la ancestral salsa de pomodoro italiana, que aquí se elabora con la receta de la mamma. Con altos techos y una decoración en tonos tenues, el restaurante se encuentra en el segundo piso de la casa, en un ambiente completamente distinto al piso de la panadería, invitando al comensal a lo que podría ser un típico bistrot parisino. Este piso se encuentra repleto de mesitas que se estacionan alrededor de las estancias, replicando la forma en la que se acomodan las brasseries. Respetando la construcción original del edificio, el local aprovechó todos los espacios de la casona para constituirse en un sitio de ensueño.
FACTS
- La casona aloja, además de Ballarò, una galería de arte.
- Dos de los tres tipos de masas madres que preparan en el restaurante para elaborar los panes se basan en ingredientes mexicanos: la de uva está hecha Cabernet Sauvignon de Querétaro y la de café, con granos de Jaltenango, Chiapas.
- Cocinan con hornos de piedra para hacerle honor a esta técnica antigua.