Uno de los retos más importantes de los gobiernos son las regulaciones financieras. Las instituciones financieras han sido, y serán siempre, áreas de oportunidad para el crecimiento de sociedades. Los gobiernos tienen la responsabilidad de regular estas instituciones, para que los intermediaros entre ellas y los ciudadanos asuman la responsabilidad ética y social del capital que manejan. El riesgo más alto es caer en una crisis y por ello los gobiernos tienden a implementar candados y límites a estos intermediarios.
Los gobiernos tienen la tarea de generar un mercado certero, seguro y confiable. La historia de las regulaciones financieras por parte del gobierno mexicano es de larga data, pero a partir de la crisis de 1995, se han efectuado cambios en las leyes más importantes, buscando generar un historial de créditos sano en las empresas, los ciudadanos y, en teoría, en los mismos gobiernos.
En el caso de los créditos se creó la Ley de Instituciones de Crédito, con regulaciones secundarias hechas por la CNBV y el Banco de México, Banxico, encargado de definir particularmente las características, controles y límites de las leyes. En 2008, después de una gran crisis económica mundial que llevó a mucha gente a perder grandes capitales (sin entender siquiera dónde estaba invertido su patrimonio) se vieron en la necesidad de cambiar y restructurar los organismos reguladores, como sucedió con el nuevo Reglamento Interior de la CNBV que se publicó en la Gaceta Oficial en 2009.
El sistema financiero es el canal directo para implementar las políticas monetarias de los gobiernos. Es en estos sistemas donde se genera la transacción monetaria del país, pagos, cobros y movimientos entre instituciones, empresas y ciudadanos. El interés del gobierno es prominente, ya que es el jugador más importante del sistema financiero que, en ocasiones, tiene que recurrir a él para poder funcionar correctamente, en pos de hacer uso de los mercados para beneficio propio, fondos, deudas y préstamos, entre otros.
Por estas razones, el gobierno crea organismos e instituciones donde el sistema financiero opera. Basándose en los principios mencionados, el reto más complicado es estar siempre a la vanguardia, bien informados y con gente altamente capacitada trabajando en estos organismos reguladores.
En los últimos años, hemos sido testigos de la aparición de nuevos sistemas financieros que están irrumpiendo en lo que ha sido estipulado por años: crowdfunding –donde muchas entidades invierten como una misma–, y demás inversiones a través de internet como métodos y sis- temas de pago en línea, microcréditos, soluciones financieras tecnológicas para empresas, criptomonedas, entre otras más.
Estos nuevos métodos llevaron al gobierno mexicano a lanzar la Ley Fintech (finanzas + tecnología). Fue un momento importante para los ciudadanos, ya que México fue el primer gobierno de América Latina en emitir una ley para regular y supervisar el uso de esta tecnología en el sector financiero. La intención del gobierno, como lo ha sido siempre, es la de proteger a los ciudadanos, empresas y demás instituciones, buscando la estabilidad financiera y promover las inversiones.
Como sucedió en 1995, Banxico con la premisa de proteger al usuario emitió posteriormente a la Ley Fintech, las regulaciones secundarias, congelando el pro- ceso de regulación de los exchanges del país, frenando el impulso que prometía traer la Ley en este sector.El Banco de México no en- tiende cómo funcionan las tecnologías, y debido a esta falta de in- formación, decide dar dos pasos atrás al dado con la Ley Fintech, poniendo en pausa el progreso económico y social de México.
Estos cambios en las regulaciones secundarias ponen en riesgo el capital de todos los inversionistas mexicanos, ya que al congelar el proceso de regulación de los exchanges dejan muchas de las operaciones prácticamente inviables, limitándonos a usar nuestros recursos con libertad.
Pero el Banco de México ha abierto la puerta al diálogo y quedan un poco más de 30 días para hacer comentarios a las regulaciones secundarias que proponen. Somos nosotros, los usuarios, los que tenemos el poder de cambiar el rumbo de esta decisión. Si quieren platicar más sobre cómo proceder, no duden en contactarme, lo más importante es estar bien informados.
Los invito a entrar a la página de Banxico para hacer comentarios sobre la regulación, y a acercarse a gente que pueda orientarlos para poder retomar el rumbo que este país merece. El acceso a la tecnología es fundamental para el crecimiento de nuestra patria, y tenemos que hacerlo en con- junto, colaborando entre todos los agentes de cambio.
Texto por Luis Ángel Adame Torres
@AdameLuisAngel
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Ilustraciones The Noun Project