
Beatriz de los Mozos, fundadora y creadora de la firma Flabelus, se convirtió en emprendedora casi por accidente, cuando tomó la decisión de no acatar las indicaciones médicas para aliviar sus dolores lumbares, causados por el uso prolongado de calzado completamente plano. Vio en ello una oportunidad para diseñar un calzado de baja altura que equilibrara estética y ergonomía o, como ella lo describe, una alpargata en forma y construcción, pero con el diseño de una veneciana.
Aunque siempre tuvo una afición especial por el calzado, en especial por las furlane, la española licenciada en Derecho se encontraba trabajando en una agencia de fusiones y una start-up tecnológica en Londres, cuando descubrió que la moda era su pasión. Y aunque ha confesado que crear una marca de zapatos nunca estuvo en sus planes, supo aplicar su experticia en negocios para construir y escalar un proyecto con visión global.

Los inicios de Flabelus
La marca fue oficialmente fundada en 2020, en España, con un enfoque en el diseño cómodo, elegante y sostenible. Desde entonces, Flabelus ha crecido rápidamente con presencia en Madrid, Londres y París y se distribuye en más de 50 países, resultado en cierta forma de la carga humanista que alberga en su ADN que va más allá de solo cumplir la función básica de un zapato.
“Vendemos más que zapatos, con el fin de construir una comunidad global alrededor de Flabelus, que venga no solo por un buen producto, sino también por el color, la comodidad, los valores y el mundo mágico que representa”.
Beatriz de los Mozos
Es esta visión la que funge como timón del barco de Beatriz y la ha llevado a conectar con las distintas culturas y mercados que alcanza, sin perder la esencia que define a la marca y sus pilares: “El diseño y la producción consciente y local, la atención al detalle, la comodidad y el cuidado en cada etapa del proceso”.


El cuento y la fábula
Además de su estilo particular, que fusiona dos tipos de calzado, el furlane y el veneciano, lo que distingue cada par de Flabelus es que están inspirados en figuras literarias que cautivaron a su creadora desde su infancia, tales como Dante y Beatrice, Romeo y Julieta o Alicia en el País de las Maravillas.
“Cada modelo parte de un personaje, incluso los colores están pensados en función de esa narrativa. Esa mezcla entre diseño, literatura e imaginación se ha convertido en mi sello personal y me encanta pensar en la marca como un universo creativo, donde cada zapato cuenta una historia y conecta con quien lo lleva, más allá de la moda”.
Esta orientación ha dado vida a algunos de los modelos más icónicos de la firma, como las Mary Jane, que se distinguen por su estilo clásico con hebilla al tobillo, colores vibrantes y bordados; las Cinderella, que son como las de Disney; mientras las Matilda, hechas de terciopelo de algodón, llevan doble correa; y las Mafaldas, que evocan al personaje creado por Quino, tienen un diseño con un hueco redondo y una cinta con pliegues.
Las claves del negocio
El proceso inicial de Beatriz de los Mozos fue muy intuitivo y personal, pero su modelo de negocios fue evolucionando en función del crecimiento de Flabelus, tomando en cuenta las necesidades de los distintos mercados.
“Sigo creyendo en contar historias a través de cada modelo, pero ahora estas también conviven con un enfoque que abarca desde la elección de materiales hasta la experiencia del cliente. Diseñar una colección hoy es una combinación de emoción, análisis y visión a largo plazo”.
Para ello, la diseñadora cuenta que uno de sus mayores fuertes es “Imaginar a la mujer Flabelus. Ella es una femme fatale, todoterreno, independiente y trabajadora: la mujer de hoy”, descripción que bien resuena con ella misma.

Pero la musa es solo el inicio de una creación que da paso a la tendencia, conocer el mercado es imprescindible y para ello Flabelus se asegura de contar con datos suficientes como para saber lo que les gusta a sus clientes:
“Y es ahí donde trabajamos: mantenemos lo básico, pero lanzamos modelos y diseños novedosos, siempre con la misma estructura, para no perder nuestra identidad, pero evolucionando el mercado”.
Sello ecológico y responsable
La artesanía y la sostenibilidad son otro de los pilares de la firma de moda española que, de acuerdo con su fundadora, se basan en: “El respeto, compromiso, trabajo bien hecho, y la convicción de que crecer no tiene por qué significar renunciar a tus valores. Al contrario, puede ser la mejor forma de reforzarlos”.
En una era de producción masiva en la que millones de productos de la moda se centran en lo momentáneo, Flabelus cree en lo opuesto: “La comodidad y la durabilidad están escritas en grande en el departamento de diseño y la fabricación”, y a pesar de ser una empresa global, han apostado por el Made in Spain, recurrir a poca maquinaría y escalar de manera sana, una decisión que Beatriz está convencida de haber tomado correctamente: “Me encanta porque puedo crear trabajo en España, ver de cerca el proceso, innovar y hacer lo que quiero a nivel educación e involucrarme en el sector”.
Esta visión se ve reflejada en los materiales que conforman sus modelos: desde el bambú orgánico y el poliéster reciclado en el interior y las cuñas para ofrecer alta transpirabilidad y absorción del sudor; la goma para las suelas es reciclada y proviene de neumáticos o ruedas de bicicletas, cosidas a mano; los tejidos ecológicos y veganos —terciopelo orgánico, piqué natural o lino envejecido—, hasta el empaquetado en cajas, bolsas y certificados 100% reciclados y reciclables.

Flabelus conquistando el mundo
Flabelus parece habitar un espacio propio, lejos del ruido de las tendencias, pero dentro del diálogo contemporáneo de la moda, un logro que, como afirma De los Mozos, se debe a “un equipo creativo al que se le ocurren todo tipo de variaciones, siempre partiendo de la base de la slipper”.
El carácter atemporal de los diseños hace que un par firmado por la marca española pueda atravesar cómodamente las fronteras, pues Beatriz sostiene que:
“La mejor manera de trazar esa línea entre lo clásico y lo actual es la permanencia del clásico, y a partir de ahí, añadirle un twist en el diseño o en el color”.
La firma también ha dado el paso del entorno digital a espacios físicos de manera exitosa, transición que De los Mozos explica que opera de manera inversa a lo que solemos pensar: “Son las tiendas las que inspiran y marcan el camino del universo de la red. Todas nuestras tiendas cuentan también su propia historia con guiños dentro del universo Flabelus. Hay un storytelling muy potente con colores y texturas que utilizamos, queremos que haya una vibración especial. Que se vayan felices de habernos visitado por más motivos que solo el de comprar un par de zapatos”.
IG. @flabelus