
Entre los talleres silenciosos de Le Brassus, rodeados por los bosques centenarios del Vallée de Joux, Blancpain escribe un nuevo capítulo en la historia de la alta relojería. Ocho años de desarrollo, más de mil componentes y un nivel de precisión casi musical dan vida al Grande Double Sonnerie, la creación más compleja de la manufactura y una verdadera revolución para los amantes de las grandes complicaciones.



Un reloj que no marca la hora: la interpreta
Pensado para trascender los límites tradicionales de la sonería, el Grande Double Sonnerie es el primer reloj de pulsera capaz de ofrecer dos melodías completas seleccionables con solo presionar un botón:
- el emblemático carillón Westminster
- y una composición original escrita por Eric Singer, baterista de KISS y colaborador cercano de la maison.



Ambas melodías utilizan cuatro notas perfectamente afinadas (Mi, Sol, Fa, Si), interpretadas por cuatro martillos independientes y reguladas por un sistema magnético silencioso que asegura un tempo impecable. Esta búsqueda de musicalidad, rara vez alcanzada en relojería sonora, coloca a Blancpain en un territorio completamente nuevo: el del tiempo que se convierte en emoción.
Una pieza donde cada detalle cuenta





Detrás de esta proeza técnica se encuentra el calibre 15GSQ, un movimiento totalmente integrado que reúne grande sonnerie, petite sonnerie, repetición de minutos, un tourbillon volante de 4 Hz y un calendario perpetuo retrógrado diseñado especialmente para esta pieza. Todo ello protegido por cinco mecanismos de seguridad que garantizan un manejo intuitivo y sin riesgos.

Los 26 puentes y la platina principal están elaborados en oro de 18 quilates, un material exigente que revela la maestría de los artesanos encargados del anglage, el pulido espejo y los acabados invisibles, esas superficies ocultas que solo ve el relojero pero que hablan del espíritu de la manufactura.
Sonido, tradición y estética

Para amplificar la resonancia de la melodía, Blancpain integra una membrana acústica de oro en el bisel, una innovación patentada que transforma la caja en una cámara sutilmente amplificada.
El estuche que acompaña la pieza mantiene ese homenaje a la acústica: está fabricado con madera proveniente del legendario bosque de Risoud, famoso por ofrecer los abetos más apreciados por los luthiers. Una continuidad poética entre el origen del sonido y su interpretación.
Más que un reloj: un manifiesto

Con apenas dos piezas producidas al año, el Grande Double Sonnerie encarna la visión de Marc A. Hayek: crear un reloj concebido para ser usado, admirado y escuchado; una pieza que combina complejidad técnica con una experiencia sensorial profunda.
“Quise un Grande Sonnerie que hiciera sonreír al dar la hora, que despertara una emoción genuina”, afirma Hayek. Y eso es precisamente lo que logra esta obra: convertir el tiempo en un instante memorable.









































