Uno de los lugares más primorosos del país, adorado por los locales y por turistas provenientes de todo el mundo: Los Cabos es sin duda alguna, uno de los destinos más privilegiados en América.
Por cinco días, Los Cabos se convierte en una ciudad efervescente de cultura, de experimentación y diálogo. Los Cabos International Film Festival, es una experiencia completa, es zambullirse en el mundo del cine moderno y conocer la dirección en la que esta disciplina se mueve. Un evento con una visión multicultural aunque enfocada en el cine nacional, en el de Estados Unidos y el de Canadá, incita la colaboración y el intercambio de ideas, además de apoyar a los realizadores emergentes de dichos países. El CIFF es un pilar cultural que transgrede las fronteras políticas para unificar a los tres países bajo la cúpula de la cinematografía y darnos una muestra de la calidad de cine que se está produciendo.
De esta manera el festival no es solamente una grata experiencia para los espectadores, sino también es un lugar de aprendizaje y una plataforma de intercambio cultural y comercial para la industria.
El festival también busca dar a conocer la vibrante naturaleza de Baja California Sur para apoyar la economía del estado y sirve como medio de difusión de las actividades culturales, tanto en Cabo San Lucas como en San José del Cabo.
Platicamos con Alonso Aguilar, director de este festival que nos contó un poco más sobre el mismo y todo lo que podremos ver durante esta edición.
1. ¿Cómo inicias en el mundo del cine? Cuéntanos sobre tu primer recuerdo de interacción con la industria.
Mi inicio con el mundo del cine fue en FICO (el Festival Internacional de Cine Contemporáneo de la Ciudad de México) hace –no sé– diez años o más. Es un festival que realmente se volvió toda una cantera de festivaleros en México; un proyecto que creció muy rápido y que no sólo cultivó un tipo de audiencia atenta al cine de autor en la Ciudad de México, sino que generó toda una nueva beta de promotores culturales que creían que este cine debía de tener un espacio en la audiencia mexicana y de ahí ha salido la gente que hoy en día dirige FICUNAM, dirige Rivera Maya, que programa Morelia, que programa el Festival de Guadalajara y tantos otros realmente– que dirigió la Cineteca Nacional y que además fue un gran semillero de gente que cree en los festivales de cine como una vía de conquista a nuevas audiencias.
2. Cuéntanos como ha sido tu participación en el proyecto del Festival de Cine de Los Cabos y como ha sido el proceso de crecimiento del festival.
Pues yo colaboré desde la primera edición del festival. Yo trabajaba en el Festival Internacional de Cine de Vancouver y me llamó Jorge Sánchez para invitarme a ayudarlo en la primera edición de este nuevo proyecto en Los Cabos. Jorge era el director artístico del proyecto y fue una edición que sacamos (la primera) con sudor y lágrimas, realmente. A partir de la segunda edición, a mí me invitaron como director del festival, así es que ya hice mi base definitiva en México y a partir de ahí reconstruimos prácticamente todo el staff y todo el proyecto. Tenemos muy claro un objetivo del que nos movemos: ser un puente de diálogo en la industria entre México, Estados Unidos y Canadá. Eso hace que el festival no se diluya en un montón de secciones paralelas o de iniciativas que con los años sólo se van volviendo, pues, un Frankenstein. Creo que Los Cabos ha crecido gracias a que cualquier acción soporta la misma idea: ser un puente entre los vecinos norteamericanos.
3. ¿Qué es lo que distingue al festival de Los Cabos de otros festivales?
Es el festival de industria más potente en toda Latinoamérica en términos de su relación con Norteamérica y con Europa. Ésa es una realidad. Realmente ningún festival trae el calibre y pedigree de invitados de industria que nosotros traemos. Son más de quinientos tomadores de decisiones, pero son verdaderamente directivos y programadores de festivales internacionales, agente de venta líderes. Todas las agencias de financiamiento americanas tienen representación en Los Cabos. Realmente creo que nuestra plataforma de industria nos destaca dentro de todo el gran mercado de festivales nacionales e internacionales. Tenemos a tan sólo 3 años alianzas con el Festival de Cannes, con Tribeca Film Institute, con IFP en Nueva York, con Strategic Partners en Canadá… En fin. Realmente creo que es eso. Es ser firmes y contundentes.
4. ¿Qué propuesta trae el festival 2015 distinta a los años pasados?
Creo que especialmente debería de destacar a Cabos TV, que es primero un acto de reconocimiento a que el mercado audiovisual está cambiando. Cabos TV no es solamente un espacio que se abre al desarrollo y a la proyección de series televisivas. Es mucho más amplio que eso. Es realmente una llamada de atención a la audiencia para entender que las OTTSs (las Over The Top Streaming, que son Netflix, HBO Go, Amazon Prime, Hulu, Yahoo y todas estas nuevas herramientas) son mucho más que simples apps digitales que te permiten acceder a bibliotecas inmensas de programación. Son realmente nuevos jugadores que están cambiando la manera de consumir y exhibir cine; no solamente hablamos de series de televisión que se estrenan en un día trece capítulos. Estamos hablando de cómo Beasts of No Nation de Cary Fukunara es la primera película que se saltó toda la ventana de exhibición theatrical y que estrenó el mismo día en cines y en su plataforma Netflix. Eso acorta la cadena alimenticia del mercado del cine porque se salta a muchísimos interlocutores intermedios que exigen una tajada del pastel y que termina reduciendo a migajas lo que le toca al productor.
5. Como director del festival, ¿cuáles son los retos a los que te enfrentas cada año?
Yo creo que cualquier proyecto cultural en este país siempre se va a enfrentar a retos presupuestales. Finalmente nosotros somos una herramienta pública. Es decir, mucho de nuestro financiamiento proviene tanto de instancias gubernamentales de turismo como de cultura. Y ésos son dos rubros que año con año son golpeados en los presupuestos y que no siempre son prioridad para todos los gobiernos. Y lo entendemos. La situación financiera mundial exige otras prioridades. Pero afortunadamente me parece que muchos de los retos del festival se hacen en seguir generando sinergias, en seguir encontrando aliados.
6. ¿Qué es lo que se puede decir del cine mexicano en comparación de Canadá y Estados Unidos?
Pues estamos en etapas muy distintas y nos enfrentamos a retos muy distintos. Lo bueno es que el Festival de Cine de Los Cabos ha logrado identificar que somos muy complementarios. Lo digo muy sencillo: el cine mexicano es un cine que se ve golpeado constantemente por la taquilla aplanadora de Hollywood. Pero es una industria que cuenta con grandes beneficios a nivel federal. Muchos auspicios. Es sencillo en México conseguir de alguna manera dinero para desarrollar guiones, para producir películas, para exhibirlas incluso. El trabajo del IMCINE y de CONACULTA ha sido muy bueno en ese sentido.
Estados Unidos está en el lado totalmente contrario del espectro. No hay un peso a nivel federal que puedan conseguir los productores en la industria independiente americana. Sufre mucho por conseguir financiamiento porque su única vía es el private equity. Canadá, en cambio, es un esquema intermedio en donde hay una industria fílmica bien consolidada. A los canadienses les gusta ver cine canadiense, a diferencia de los mexicanos que a veces no ven tanto cine mexicano. Un productor americano que levanta un tercio del dinero a través de una campaña de Kickstarter, el mexicano que la levanta a través del apoyo del IMCINE y los canadienses que reciben fondos regionales. O te vas a filmar una parte allá y te dan tax incentives increíbles. Son recetas mágicas que se van descubriendo cada vez más.
7. ¿Cuántos participantes integran este festival?¿Qué invitados especiales estarán presentes?
Son quinientos invitados este año, aunque son realmente más de mil acreditados como dije hace un rato. Puedo destacar que vienen directivos de las agencias más importantes: CAA, WME, ICM, UTA. Vienen directores de festivales como la Semana de la Crítica, la Quincena de Realizadores. Viene gente de Locarno, de San Sebastián, de la Berlinale, del Festival de Cannes, de Toronto, de Tribeca… En fin. Vienen las agencias de venta más importantes. Viene la directora de Memento, viene gente de Match Factory… La lista es inmensa.
8. Para ti, ¿cómo se encuentra la escena de cine en México actualmente y cuáles son sus áreas de oportunidad?
Yo creo que la escena cinematográfica en México es una escena adolescente, y lo digo en el mejor sentido. Durante años fue una escena que realmente se encontraba en pañales. No había una industria tal cual. Creo que hoy en día cuando me refiero a “adolescente” es por los atributos positivos de la adolescencia. Es una industria vibrante, inquieta, ávida de conquistar cosas. Me encanta que hayan tantos productores jóvenes que están viendo en la coproducción una vía de desarrollo, que están conquistando el cine de género, están haciendo terror, comedia, thriller… Eso no pasaba antes. El cine mexicano estaba anclado a una temática urbana, de violencia, de crítica social que hoy en día ya se vio trascendida. Se produce bien, se tiene talento, se produce en un volumen sano. Pero requerimos conquistar a la audiencia. Necesitamos que los mexicanos llenen las salas de cine mexicano.
9. Nos podrías mencionar algunos ejemplos de éxito del festival en años pasados y que son un ejemplo y una motivación para los nuevos participantes.
Realmente cada año publicamos la parte de negocios que se conquista a través del festival y, pues, son muchas. Estamos muy contentos en todos los rubros. Por un lado, en programación muchas de las películas que estrenaron en el Festival de Los Cabos se han ido a conquistar más premios después, y el festival las descubrió. Casos como ellos son Llévate mis amores de Arturo González que es festival la colocó en competencia mexicana y ganó el mejor premio. Apenas hace dos días acaba de ganar un premio internacional de nuevo. La compró en el Festival de Los Cabos un distribuidor americano… Y me encanta eso. Es una película que difícilmente hubiera escapado sólo el circuito más tangencial de documentales. Y ahora es una película que ha conquistado muchísimas audiencias.
Esta vez, trajimos muchos fondos fílmicos el año pasado que le inyectaron dinero a los proyectos, y este año estamos anunciando que son 7.1 millones de pesos que estamos dando en distintos premios. Eso es un triunfo, realmente, y no es gracias al festival nada más, es gracias a un montón de aliados que creen en nosotros. Creo que la mesa está puesta y que vengan a darse un festín.
10. Según tu criterio, ¿qué es lo que un buen largometraje debe tener?
Yo creo que siempre y cuando cualquier pieza audiovisual (no sólo el largometraje) sea una pieza honesta y consciente del público al que va dirigido, puede ser exitosa. ¿Por qué lo digo tan genérico? Porque creo que yo puedo tener un gusto cinematográfico personal, y hay autores que sigo, y me he formado en el circuito de festivales, y me fascinan.
11. Tu “gallo” este año.
Pues en competencia oficial, todos son mis gallos. Realmente tengo nueve gallos en la competencia de Los Cabos y seis más en la competencia México primero. Todas las películas llevan mi sello de respaldo y de fe. Todas ellas son dignas ganadoras de los premios del festival. En términos de fuera de pantalla, me entusiasma toda la programación paralela, pero sí puedo decir con confianza que tengo particular emoción por que el público vea The Witch en el programa de horror (After Dark). Me emociona mucho que la gente vea a Steve Jobs en nuestro programa de galas. Me genera mucha emoción que la gente vea Tale of tales de Matteo Garrone, que hace como una reinvención de su propio cine. Me interesa mucho que la gente vea The office de Johnnie To. En fin. Sí hay películas que especialmente me entusiasman. No son mis “gallos” porque no les voy más a ésas que a las otras. Lo que pasa es que sé que la audiencia va a quedar embobada con ellas.