A solo unas horas de distancia de Los Ángeles, siguiendo un roadtrip con paradas obligadas en Malibú y Point Mugu, se encuentra Ventura, una ciudad pequeña con encanto propio que es punto de partida para emprender el viaje a Channel Islands.
El archipiélago está formado por ocho islas situadas en un punto estratégico del océano Pacífico, por lo que cuenta con una amplia y bellísima variedad de fauna, tanto marina como terrestre, con más de 150 especies endémicas. El destino es conocido localmente como “las Galápagos de Norteamérica”. Cinco de las ocho islas son parte del Channel Islands National Park y el agua que las rodea conforma el Santuario Marino de Channel Islands, un hito para buzos profesionales que buscan vivir la experiencia de contacto con la naturaleza que este destino ofrece como ningún otro.
A las islas se puede llegar desde varios puntos de California, sin embargo, Ventura es el sitio ideal para hospedarte, si lo que quieres es quedarte cómodamente en un hotel sencillo y tener algunas
opciones para desayunar o para salir a cenar al terminar tu día. El beneficio principal es que podrás ir y regresar en barco de las islas y te tomará menos de una hora cada tramo. Para quien busca una experiencia más intrépida y sin muchas comodidades, también se puede acampar en las islas. Las experiencias de viaje son completamente distintas y la elección es una simple cuestión de preferencia o del tipo de viaje que se quiera realizar.
En esta ocasión, nos enfocaremos en Santa Cruz, que es la más recomendable para visitar si es tu primer viaje a las islas, ya que, además de tratarse de la más cercana a la costa, es la más frecuentada, por lo que ya cuenta con una excelente infraestructura para turismo, siempre respetuosa del medio ambiente, pero necesaria y funcional para ofrecer una experiencia agradable. El barco te llevará de Ventura hasta la isla en un recorrido de aproximadamente 40 minutos, que se pasan volando gracias al espectáculo de delfines saltando al ritmo de la embarcación, los lobos marinos que hacen ruido para despedirte desde el muelle y según nos cuentan, dependiendo del día, el escenario marino puede llenarse también de peces espada, ballenas azules e incluso algún tiburón blanco. La gran diversidad de fauna marina se debe especialmente a la combinación de corrientes frías y cálidas en el mar.
Al llegar, los guardias del parque se toman el tiempo de dar una detallada explicación a todos los visitantes sobre las reglas que por seguridad, limpieza e incluso por comodidad deben respetarse. Lo más importante es guardar la comida y cualquier objeto brillante dentro de los contenedores con seguro, ya que los cuervos y zorros isleños pueden abrir mochilas y robarse comida, celulares y cualquier otra cosa que brille con el sol, solo una de las razones por la que atuendos con lentejuelas no son recomendables para esta actividad.
Para estar cómodo, lleva traje de baño, shorts o pantalones para hacer ejercicio, hiking shoes y una t-shirt, aunque es importante contar también con una chamarra. Si vas a hacer kayaking, también es recomendable llevar una mochila con un cambio de ropa adicional, ya que siempre es posible que acabes nadando en el Pacífico.
El kayaking en este lugar es una experiencia completamente distinta a la que hayas vivido antes. Irás en grupo y acompañado por un guía. Santa Cruz está rodeada de cavernas generadas por la erosión del agua en la franja costera. En el recorrido, es el guía quien entra primero para confirmar que sea seguro, según qué tan alta esté la marea. La entrada en kayak a las cuevas es truculenta: hay que prestar atención a la posición de tu remo para no quedar atorado y en algunas de las cuevas, en oscuridad absoluta, deberás acostarte completamente en el kayak con el remo sobre el cuerpo y empujarte de las piedras con las manos para salir. La experiencia es mucho más enriquecedora de lo que podría describir y vale cada segundo, la quemada dispareja y el dolor en el cuerpo al día siguiente.
De vuelta en Ventura, puedes realizar una cata de cerveza en Fluid State Beer Garden, donde podrás degustar algunas artesanales provenientes del condado de Ventura. Las hay de sabor ligero y algunas con ingredientes especiales y con más cuerpo; las acompañan con quesos servidos con miel y jaleas de diferentes sabores, ensaladas y deliciosas pizzas.
Si buscas un lugar para cenar, un poco más en forma, la recomendación es Rumfish y Vino, un gastrobar originario de Belice, agradable a la vista por su decoración y ambiente, y una excelente opción para disfrutar de innovadora coctelería, hecha con infusiones exóticas. La comida podría decirse que es latina, ya que podrás encontrar desde tacos de cochinita pibil hasta un guisado caribeño de frutos del mar o un ceviche peruano. Una excelente recomendación para compartir como entrada es el at bread de queso de cabra, calabaza, miel de abeja y pimientos encurtidos.
No hay nada como pedir recomendaciones a locales, para no acabar en una tourist trap. Así fue como encontramos Café Ficelle. Sin miedo a exagerar, el mejor pan dulce que he probado. Vale la pena la levantada una hora antes cuando se trata de ir por un pain du matin o un croissant de almendra y un café.
Para tu segundo día en Santa Cruz, hay muchísimas opciones de rutas de hiking, todas acompañadas de espectaculares vistas. La isla esta señalizada y en algunos puntos podrás encontrar un hiking map y una guía impresa en la que se explica el nivel que deberás tener para realizar cada ruta, si no vas con algún guía del parque –que ofrecen recorridos de media hora aproximadamente–, deberás asumir la responsabilidad de conducirte con seguridad, contar con agua y algo de comida, de preferencia nueces y frutos secos por el aporte energético, y asegurarte de recorrer solo las rutas para las que te sientas capacitado.
Visitar el Jardín Botánico o una caminata por la playa al atardecer son actividades indispensables para aprovechar al máximo tu estancia en este lugar. El cielo se pinta de varios tonos naranja, rosa y rojo y termina por llenarse de estrellas.
Para cerrar el viaje, habrá que cenar en Paradise Pantry. No hay duda. Un espacio acogedor iluminado con velas y con mobiliario de madera y servicio amigable, que sirve locally inspired cuisine. Los higos rellenos de queso azul y avellanas envueltos en tocino, la ensalada de to- mates Heirloom, el grilled cheez con Monterrey Jack de romero y cheddar añejado o el toast de aguacate con pesto de pistache, son solo algunas opciones del menú que está lleno de delicias como estas.
Más que un destino como tal, este lugar nos ofrece intrépidas experiencias probando nuestras propias capacidades físicas y recompensándonos con vistas únicas y acercamientos irrepetibles a la naturaleza.
DÓNDE COMER
Rumfish
D. 34 N Palm St, Ventura
T. 1 805-667-9288
Café Ficelle
D. 390 South Mills Road B, Ventura T. 1 805 941 3444
Fluid State Beer Garden
D. 2815, 692 E Main St, Ventura
T. 1 805 628 3107
Prospect Coffee Roasters
D. 92 S Laurel St, Ventura
T. 1 805 667 8115
Paradise Pantry
D. 222 E Main St, Ventura
T. 1 805 641 9440
Texto por: Nicolle Lekare
Fotos por: Marck Gutt