
Campobaja llega a sus primeros diez años consolidado como el espacio que transformó la manera en que la Ciudad de México se relaciona con el mar. Su propuesta, basada en producto del día, técnicas limpias y un profundo respeto por los orígenes, marcó un antes y un después en la difusión de la cultura culinaria de la península.



Desde su apertura en la Roma, el restaurante apostó por traer a la capital la frescura característica de la región: pesca responsable, conchas recién abiertas y preparaciones que privilegian el sabor natural del ingrediente.
La identidad culinaria de Campobaja parte de la diversidad que define a la península. En su menú convergen influencias japonesas, coreanas, chinas, oaxaqueñas y sinaloenses, reinterpretadas con equilibrio y técnica para generar una propuesta auténtica. Este cruce cultural se refleja en platillos que cambiaron la escena gastronómica capitalina, siempre con el sello de la frescura como principio.
Diez años de colaboración y comunidad
Uno de los pilares del proyecto ha sido su relación cercana con pescadores, productores, chefs invitados y bodegas de vino mexicano. Esta red de trabajo conjunto ha permitido mantener viva una cocina que prioriza el origen, la temporalidad y la transparencia.
A lo largo de los años, algunos platos se volvieron clásicos indispensables: tostadas de atún, arroz negro, machaca de pescado y una oferta rotativa de conchas frescas, todos ya parte del imaginario culinario de la ciudad.

Un espacio que trae el espíritu de la Baja a la capital
El diseño del restaurante replica la esencia de un campo pesquero: maderas recuperadas de embarcaciones en Ensenada, mobiliario con historia y una cocina completamente abierta que subraya la honestidad de su propuesta. Campobaja no solo sirve comida; sino que evoca un paisaje, un ritmo y un carácter propios del Pacífico.
A diez años, Campobaja mantiene su propósito: compartir la riqueza de Baja California a través del sabor. Su aniversario celebra la permanencia de una visión clara: ofrecer una cocina que reconforta, narra un territorio y mantiene la frescura como origen y destino.
D. Colima 124-E, Roma Norte, CDMX
T. 55 7091 5660










































