
Entre acordes, pausas y nuevas motivaciones, Carol Ziehl vuelve a conectar con su esencia musical: una voz que irradia honestidad y calidez. Su regreso a los escenarios —y en especial al de HOTBOOK Bazar— marca un momento de reencuentro con la pasión que la ha acompañado desde niña, cuando veía a su abuelo cantar boleros en Coyoacán. En esta conversación, Carol comparte sus inspiraciones, emociones y ese tono naranja atardecer que define su universo sonoro.
¿Cuál es el recuerdo más antiguo que tienes de ti con la música?
Ver a mi abuelo sentado en la sala de su casa en Coyoacán tocando la guitarra, cantando boleros y una que otra composición suya. Este es el recuerdo más antiguo que tengo de la música, es hermoso porque está mi abuelo en él.



Si pudieras intercambiar vidas con un artista por un día, ¿con quién lo harías?
Con Jorge Drexler. Me parece un artistazo, un hombre inteligente, guapo, caprichoso, ambicioso y muy talentoso. Creo que sería magnifico intercambiar un día con él porque además de que tocaría la guitarra fenomenal, tendría la oportunidad de componer esas rolas que solamente él sabe hacer.
Gusto musical culposo
Los Tigres del Norte específicamente “Somos más americanos”
¿De qué color ves tu música?
Mi música es 100% naranja. Naranja atardecer.


Canción de ducha.
Costumbres de Rocío Dúrcal.
Artista favorito.
Jorge Drexler y también Rigoberta Bandini, española. Hermosa, talentosa y auténtica.
¿Cómo se siente volver a tocar después de una pausa?
Maravilloso. La verdad es que cuando tuve la oportunidad de tocar en Hotbook Bazar me entró un shot de motivación, de volver a creer en mí, de volver a reconectar con canciones que tenía guardadas en un cajón. Y se siente bien saber que voy a poder conectar con muchas más personas en este evento tan hermoso que se va a crear. Saber que voy a poder vestir de color naranja y voy a tocar con mis músicos, que los adoro, que siempre han creído en mí y que han estado ahí a pesar de todas las pausas.
¿Qué emociones predominan en tus letras?
El amor definitivamente creo que es la emoción predominante. El amor a la vida, el amor a mi misma, el amor a las personas que me rodean. Y últimamente en mis letras también predomina un poco la nostalgia y el temor a. Pues a esto mismo, a las pausas, a a encontrarse frente a frente y. Perderse. Pero el amor. El amor predomina ante todo.
Para Carol, la música es una forma de volver a sí misma, de transformar las pausas en nuevos comienzos y las emociones en canciones que abrazan. Su regreso a los escenarios no solo representa un acto de valentía, sino también de amor: amor por la vida, por quienes la acompañan en el camino y por el público que pronto volverá a escuchar su voz teñida de naranja.