Nea Studio, fundado en 2016 por la arquitecta, diseñadora y escritora Nina Edwards Anker, se dedica al diseño sustentable de arquitectura, diseño de interiores, mobiliario y paisajismo. Ubicada en Los Hamptons (Long Island, Nueva York), la casa Cocoon obtiene su nombre de la forma del capullo que brinda cobijo y serenidad a sus habitantes.
La planta en forma de L obedece a las restricciones legales que dictan guardar una distancia de 46 metros de los humedales que rodean el área construida y 11 metros de separación obligatoria entre las casas de la zona. Presenta dos fachadas formal y estilísti- camente distintas: una, orientada al noroeste, revestida de láminas de madera de cedro, con forma de capullo y mínimas entradas de luz, y otra posterior enteramente acristalada que permite vistas al jardín y al océano Atlántico.
El diseño está pensado para cooperar con sus alrededores más que competir con ellos, aprovechando los elementos naturales y creando el balance perfecto entre el diseño moderno, totalmente minimalista, y un ambiente acogedor. Durante el invierno, las puertas corredizas de vidrio dan paso a la luz solar que calienta la estructura de madera y el interior, mientras que, en época de verano, permiten la entrada de la brisa del océano, así como controlar la entrada de luz gracias a unas cortinas especiales.
Bordeando la sección transparente de la casa se desarrolla un espejo de agua externo que refleja los colores del cielo en las fachadas de vidrio y suaviza la separación entre el interior y el exterior de la casa. Además de recolectar más del 50% del agua de lluvia y reciclarla para el sistema de riego, incrementa la luminosidad interior.
Sobre el pasillo del ala de habitaciones se encuentra una hilera de tragaluces en tonos basados en la teoría del color de Goethe, y van de un rojo bermellón, que evoca el atardecer e invita al descanso, al amarillo intenso que recuerda al cenit e inspira la actividad. Los reflejos de estos parches de luz, combinados con el de la cisterna, se proyectan en los pisos y en el fondo curvo de la pared blanca de la amplia sala, haciendo que la luz solar cambiante dibuje distintas formas y colores de una forma sutil y original.
El diseño en capullo del frente noroeste se inspira en el estilo de las casas antiguas de la zona y provee privacidad y abrigo. Además, es una figura comúnmente encontrada en la naturaleza, cuya eficiencia en el consumo de energía ha sido científicamente probada. Requiere de un 15% a un 20% menos de material para su construcción que la de un edificio rectangular y su forma curva promueve la circulación interna del aire, equilibra la humedad interior y tiene la singularidad de suavizar los sonidos, haciendo de este un espacio ideal para el descanso o socializar y escuchar música.
El uso de energía de la casa proviene de celdas fotovoltaicas y los mteriales autóctonos fueron seleccionados para desempeñar el papel de captadores pasivos de energía. La casa es casi autosuficiente y producto de las teorías del diseño arquitectónico solar y nuevas tecnologías ambientales estudiadas por la autora en la Oslo School of Architecture and Design.
Gran parte del mobiliario y de las luminarias también son producto del genio creativo de Edwards Anker. El sofá Bennie, sus Algae Lamps, un Calendario Solar, las butacas Knottie, elaboradas en ratán de polietileno, y la angulosa mesa Cantilever, entre otros diseños, dan cuenta de su orientación a una arquitectura de autor en la casa Cocoon.
La arquitecto ha sido galardonada en múltiples ocasiones, como el premio al Buen Diseño 2015 que otorga el Chicago Atheneum Museum of Architecture and Design. Cocoon representa una propuesta moderna y sustentable, ideal para espacios como los humedales de Long Island, en donde elevó el diseño sustentable a un nivel más alto y ambicioso, demostrando que es posible crear estructuras bellas y funcionales, sin sacrificar el entorno. Su propuesta es un ejemplo de a dónde se debería dirigir el diseño arquitectónico en el futuro.