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Cassandra Ciangherotti

QUICK TRAVEL GUIDE

El Principito de Antoine de Saint-Exupéry es una excelente excusa para explorar las múltiples definiciones que tiene la palabra viaje. Lo sabe la interrogada Cassandra Ciangherotti, que a su corta edad ha conseguido hacerse de un suelo firme en cine, teatro y televisión vislumbrando un futuro fascinante. No obstante, la carismática actriz quiere seguir arriesgando y explorar todo su potencial.

Bajo el mismo pretexto, Mabruk creó una alucinante pieza para enmarcar la plática y el retrato. Retomando las metáforas de Exupéry, el artista inventó un mundo donde la imaginación yace apaciblemente en forma de cordero y se come una rosa, símbolo universal del amor. El zorro, encarnando la amistad, escapa de la escena. Una novela corta escrita por un piloto viajero sobre otro menudo viajero. El rumbo de ésta plática nació justificado.
El Principito.
Es mi libro favorito. Ha sido un libro que me ha acompañado mucho porque tiene mucha relación con los viajes.

¿Qué es lo que más te gusta?
El universo femenino que tiene. El Principito tiene una flor a la que quiere mucho y es muy presumida, pero él sabe que no la puede juzgar por sus palabras sino por las cosas que hace. No es como el contador de estrellas que las está contando porque algún día sabrá cuantas son y entonces van a ser de él. El Principito le dice al contador: ¨qué chistoso yo tengo una flor y es mía pero yo pienso que es mía porque la riego, la cuido y le doy algo a cambio y entonces puedo decir que es mía¨. Es una visión totalmente femenina del amor y de la vida.
Amén de que la historia es de un piloto que se pierde en el desierto y que Exupéry un día se subió a un avión y nadie lo encontró.
Entonces la historia me parece un cuento de hadas, tanto en la ficción como en la realidad.

¿Te parece que toda la sabiduría que existe en el libro es intención de Exupéry o cada quién interpreta su propio mensaje?
Yo creo que la magia sucede cuando es la intención del autor. La comunión sucede cuando hay una misma frecuencia entre lo que el autor quería decir y lo que tú como receptor entiendes.

¿Cuándo fue la primera vez que lo leíste?
La primera vez que lo leí era muy pequeña. Me habían dado el libro y no era lo que más me interesaba en ese momento. Lo releí hace como cuatro años que estaba pasando por un proceso. Me dije: ¨qué cosa más maravillosa¨. Cada capítulo del libro, cada encuentro, es una moraleja espiritual intensísima. Debería de ser cómo una biblia para todo ser humano. Toda persona debería de leer ese libro y entenderlo. ¿Cómo nadie nos enseña a amar ése libro? Es una gran reflexión de vida.

¿Es el Principito un buen libro para leer de viaje?
¡Sí! Sobre todo si lo haces de una manera creativa. Igual y puedes leer cada capítulo como si fueran tus resúmenes del día y tratar de inmiscuir lo que estás leyendo con lo que acabas de vivir. Cuando uno le da intención a las cosas, siempre acaban por tener una lógica.

Si viajar es un proceso para significar las cosas, ¿cuál ha sido un gran aprendizaje fruto de un viaje?
Una de las cosas que aprendí en un viaje es que me gusta la compañía. Es padre viajar solo pero a la vez queda la sensación de que no sabes si lo inventaste; si fue real o no fue real. Pese a que es como un secreto que guardas para ti, creo que prefiero siempre compartirlo con alguien.

¿Qué es lo que más disfrutas de viajar?
La sensación de alejarme de todo lo que me rodea.

¿A qué le das más importancia cuando viajas?
Más que cualquier otra cosa, la cultura es lo que más me llama la atención; sobre todo el teatro de otros países.

¿Qué es lo que obtienes de ir al teatro en otros países, en otros idiomas?
Peter Brook, un gran director de teatro, alguna vez dijo en uno de sus libros que el teatro debe ser comprendido por cualquier persona que hable un idioma diferente y por los niños. Y creo que es verdad, en Rusia llegué a ver tres obras de teatro y las tres las entendí. Tiene que ver con un nivel emotivo. Nosotros hablamos un lenguaje que va mucho más allá de las palabras y de repente sin darte cuenta puedes sentir la emotividad de una persona.

¿Cuál fue el último viaje que te brindó algo nuevo?
Pienso en la palabra viaje y pienso en cualquier viaje, como el viaje de desarrollar un personaje. Uno viaja todo el tiempo. No necesitas irte muy lejos para entender muchas cosas.
El último gran viaje que hice fuera de México fue a Rusia. Me fui en pleno invierno con la nieve hasta las rodillas. Me fascinó porque no conocía la nieve. Las iglesias, toda la opulencia, los carruajes de los zares; darme cuenta que existía ese mundo que es totalmente distinto al que tenemos los mexicanos me pareció impresionante.
Fue un viaje de muchísima distancia. Creo que es la vez que más distancia he tomado de mi familia, de mis amigos y de quien soy yo como persona.

¿Qué pasa al regreso, cuando se une el cambio con la costumbre?
Siento que ya nunca vuelves a ser la misma persona. Eres una persona antes y después de ése viaje que hiciste.

¿Cuál sería tu próximo viaje ideal?
Tengo muchas ganas de ir a China, India o Tailandia. Volverme a ir muy lejos, a muchos kilómetros de distancia. Siempre creo que es bueno como uno o dos meses. Es el tiempo ideal para un buen viaje. Con cualquier persona que no sea complicada y que me haga reír muchísimo. Ésa es una buena compañía.
¿Qué es lo que no puede faltar en tu maleta?
Depende mucho a donde vaya, pero casi siempre llevo traje de baño; por si hay donde nadar.

¿Qué es lo primero que extrañas de México?
A mi gente.

¿Cuál es tu lugar favorito de México?
Me gustan mucho las playas que tenemos. Me gusta mucho Puerto Escondido y todo el mar de la Riviera Maya me parece fascinante. Me gusta mucho ir a Tepoztlán. Es un lugar que frecuento mucho.

Fuera de México ¿algún lugar predilecto?
París es una ciudad que me encanta. Siempre me gusta regresar.

¿Alguna manía que hayas desarrollado en tus viajes?
Siempre me llevo algún peluche ó collar, algo que simbolice a mi familia.
Tengo que dejar todo en orden para poder irme tranquila, eso es bien importante. No me gusta dejar la casa tirada o algo pendiente.
Cerrar los ojos cuando despega el avión.

¿Un viajero debería enfocarse en conquistar todo el mapa?
Yo creo que la vida, como decía John Lennon, es eso que pasa mientras haces otros planes. Los viajes se presentan. En mi caso se han presentado más como oportunidades, que cómo una búsqueda personal por hacer ése viaje. Todavía no he tenido esa necesidad. Por ejemplo: Bolivia es otro lugar que me pareció fascinante al que llegué por trabajo. Como que la vida me ha ido llevando, y mi chamba también.

Los viajes laborales ¿son tan buenos como los viajes personales?
Es un proceso muy interesante porque conoces a gente que se dedica a lo mismo que tú, pero que está en otro país y que trabaja de manera muy diferente. Cuando me fui a Francia a filmar conocí a mucha banda. Nuestras cenas y comidas eran quesos finísimos, carnes deliciosas y vinos. Tomabas vino mientras trabajabas; cosa que en éste país no podrías hacer.

¿Hay algún lugar o país que quieras conocer en términos de trabajo?
La India. Me encantaría ir a Bollywood a ver cómo hacen las cosas. Seguramente tienen una industria fascinante. Me gustaría mucho conocer eso.

¿Qué actividades te funcionan para mantenerte fresca y creativa?
Leer. Los libros para mí son los viajes más accesibles. He conocido tantos lugares, como Turquía a través de El Museo de la Inocencia de Orhan Pamuk. Es buenísimo. De repente lees un libro y entras a la esencia de esos personajes con los cuales te topas pero no tienes oportunidad de entrar a su entraña. Creo que es muy interesante cuando lees un libro y luego visitas el país.

¿Cual es tu próximo proyecto?
Mi próximo proyecto es el viaje del teatro. Estoy en una obra basada en una novela llamada Los Ingrávidos de Valeria Luiselli. Está muy interesante la verdad.

¿Qué opinas del ser actriz en México?
Últimamente me he estado preguntando mucho eso. Creo que la cuestión no es si soy actriz en México. El proceso y el camino es: a mí me gusta la actuación, el camino. Descubro cosas y obtengo muchas respuestas de la vida en ese camino. No me importa si lo hago aquí o si lo hago en China.
Está la cuestión de seleccionar proyectos ¿no? Es muy buena hasta cierto punto, pero también siento que por ser muy selectivo te pierdes del estudio. Si no me pongo ahí en riesgo, entonces ¿a qué hora creces? Irte a la segura en tu selección de proyectos es muy fácil hasta cierta medida. Últimamente no me interesa irme a la segura.
Lo que importa es lo que importa, la pura esencia de las cosas. Si a ti te gusta actuar actúa. No te hagas más preguntas.

Y se acabaron las preguntas. Se quedan las respuestas.