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Pulpos a la brasas, carpaccio de res con alcaparras y lajas de queso parmesano, camarones al ajillo sobre puré de papa y pimentón, calamares fritos con un capeado ligero y crujiente y una burrata con aceite de olivo y jitomate fresco que está para morirse, son solo algunos de los exquisitos platillos que ofrece este maravilloso descubrimiento gastronómico en el corazón de las Lomas. Cavallino rescata las recetas italianas tradicionales de la nonna y las ofrece a los mejores paladares de México en un ambiente cálido y refinado, sin dejar atrás pequeños detalles de sencillez, como el servicio de pan dentro de una bolsa de papel de estraza que lo mantiene calientito y con gran sabor. Todos los detalles se disfrutan a la par del servicio impecable y familiar, esto último representando un poco de la típica camaradería italiana.
Al llegar, una barra de postres a la entrada te abre el apetito con cremosos tiramisús y espesos mousses de chocolate amargo, sin imaginar que —por lo menos en mi caso— sería imposible llegar al postre, considerando la delicia de entradas y fuertes que se ofrecen antes. Me quedé con las ganas… sin embargo, ese es un excelente pretexto para regresar.
En un ambiente de elegancia sobria, decoraciones con luces cálidas y velas, así como cortinas de beads doradas que le dan un toque único al entorno, podrás probar las pastas frescas hechas a mano con huevo y sémola o las salsas con hierbas y aceite de oliva que te remontarán a antiguos sabores de la cocina en una verdadera casa italiana, que no pretende ser sofisticada, pero sí tener su propia personalidad y hacer justicia a su historia. Por esta razón algunos de los ingredientes que utilizan en su selectivo menú —como el queso parmesano, el mozzarella, la albahaca y algunos embutidos— se importan directamente de Italia, lo que mantiene la calidad y el sabor esperados.
El creador de los platillos, que nos atrevemos a llamar verdaderas obras de arte, se llama Nicola Cafagno. Nicola es originario de Bari, Italia y después de probar su comida no es de sorprender que con solo veinticuatro años ya hubiera recibido una estrella Michelin. De manera muy segura y aventurera prepara los platillos de Cavallino, basado en lo más tradicional de la cocina italiana, pero adaptándose ligeramente al público mexicano para ofrecer algo diferente y dedicado especialmente a quien los visita.
Recomendamos, sin duda, como entradas la burrata con aceite de albahaca y los calamares fritos con cremosa salsa tártara, seguidos de los pulpos a las brasas con chimichurri y, para finalizar, no hay que dejar de probar el limoncello preparado en casa que cierra con broche de oro este viaje gastronómico de ida y vuelta a Italia en un par de horas de un día cualquiera.
D. Paseo de la Reforma 1101, Lomas de Chapultepec, 11000 México. T. +52 55 5202 8658
www.cavallino.com.mx
Instagram: cavallino_reforma Twitter: @RestCavallino