La península de Yucatán se caracteriza por su gran abundancia de cenotes esto la diferencia del resto de las regiones de México. Los cenotes se comienzan a formar debido a que Yucatán está compuesto por una pequeña placa tectónica, la cual, hace aproximadamente 65 millones de años, comenzó a elevarse a causa del movimiento de otra placa de mayor tamaño. Esto causó que arrecifes de coral, conchas marinas y ecosistemas marinos enteros quedaran fuera del agua. Por otro lado, con el efecto de la gravedad, la temperatura y las lluvias se comenzaron a formar las piedras calizas, característica geológica del suelo de la península de Yucatán.
Una vez que llueve, el agua que cae se combina con el dióxido de carbono formando así ácido carbónico, el cual disuelve la piedra caliza formando así las cuevas, ríos subterráneos y más adelante los cenotes.
La palabra cenote viene del maya Dzonot que significa “cueva con agua”. Para la cosmología de los antiguos mayas, los cenotes representaban los lugares donde comenzaba la vida. Creían que tenían una conexión con el inframundo, es por esto que les llamaban Yibalba (inframundo maya). Además, eran el centro de comunión con los dioses.
Los Mayas consideraban los cenotes como fuente de vida porque proporcionaban líquido vital. Y de alguna forma tenían razón, no porque se volvieran inmortales al beber el agua de los cenotes, pero porque gracias a su alta cantidad de minerales y de calcio, los cenotes eran una buena fuente de nutrientes que ayudaban a prolongar la vida de las especies.
Después de años de exploración y de buceo subterráneo, hace aproximadamente 12 años, Sergio Granucci y su equipo descubrieron LabnaHa durante una exploración que comenzó dentro de otro cenote a 1,200 metros de distancia. Después de un largo tiempo invertido en exploración e investigación, descubrieron que LabnaHa se conectaba con otros 40 cenotes; esto lo hicieron buceando a cada uno de ellos. Les tomó años, pues estas cuevas sumergidas son las más largas del mundo.
Granucci y su equipo nombraron a este majestuoso lugar LabnaHa que significa “El viejo templo en el agua”. La razón de este nombre es que durante las exploraciones encontraron restos sumergidos de los primeros humanos que poblaron el continente americano. Ellos utilizaban estas cuevas, que se encontraban completamente secas, para practicar sus ceremonias.
Al visitar los cenotes LabnaHa te permitirás conectar y entender directamente con la belleza natural y la cultura maya. Una vez adentro, observarás bajo tus pies las cuevas subterráneas totalmente obscuras que parecieran ser infinitas, y una especie de conexión con lo desconocido.
LabnaHa recibe aproximadamente 20 personas al día ya que, además de tratar de evitar al máximo los daños a la naturaleza hechas por el humano, tratan de manejar grupos reducidos para que tengas la misma experiencia que se tuvo al descubrir este cenote.
D. Carretera Cancún-Tulum 307 km 240, Tulum Q.R.
T. (984) 806 6040
W. labnaha.com