Hay historias que no se escriben con palabras, sino con las huellas de las manos que moldean la tierra. En Tonalá, Jalisco, el arte alfarero es un susurro ancestral que vive en el barro, una danza de tradición y creatividad que cobra nueva vida en la tercera edición de la Colección Master Artisans de Clase Azul México.
Esta colección, una oda a la artesanía mexicana, une las vidas y talentos de los maestros Fernando Jimón y María Elena López, custodios de técnicas alfareras que resisten el paso del tiempo. Barro bruñido, barro bandera y cerámica en miniatura se transforman bajo sus manos, que cuentan historias de amor por la tierra y de orgullo por sus raíces. Cada pieza es más que un objeto: es un retrato del alma.
La colección presenta tres licoreras, y cada una narra un capítulo. “El baile de los nahuales”, con su cerámica verde, es una celebración del linaje felino de Jimón y el lenguaje visual de López. “La proeza del águila”, en rojo y blanco, honra el escudo nacional. Finalmente, “La luna y el conejo” invoca la leyenda prehispánica del conejo en la luna, envuelta en un paisaje de flores.
El alma de estas piezas no se limita al arte visual, sino que se expande al líquido que resguardan: un tequila extra añejo, refinado en barricas europeas, donde, desde los sabores de la Toscana, hasta los vinos de Burdeos, cada sorbo conecta el pasado y el presente en una armonía que solo Clase Azul puede lograr.
En el corazón de Clase Azul México está la misión de preservar lo que es único. A través de la Fundación Causa Azul, la marca celebra la artesanía y empodera a las comunidades para mantener vivos sus legados.
La Colección Master Artisans no es solo un homenaje al arte, es un puente entre generaciones, una promesa de que la belleza del pasado seguirá iluminando el futuro.
Clase Azul México: El Arte de la Destilación en Cinco Presentaciones