Jazz, jazz, jazz, hay tanto de este que nunca sabes por dónde empezar. El jazz es un universo de sonidos donde la improvisación, los acordes complejos y el swing se entrelazan en una danza fascinante. Desde los clásicos atemporales hasta las joyas menos conocidas, hoy te contamos la historia detrás de las canciones de jazz que destacan la esencia misma de este género musical único y apasionante.
1. “My Funny Valentine” – Chet Baker
En primer lugar, comencemos con una pieza memorable. “My Funny Valentine”, con la música escrita por Richard Rogers y la letra por Lorenz Hart, fue originalmente producida para Babes In Arms, una comedia musical de Broadway en 1937. La canción ha sido interpretada por más de 600 artistas y se ha convertido en icónica en la versión de Chet Baker. Este último también fue incluido en el Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso por su importancia cultural para la sociedad estadounidense, haciéndola una de las canciones de jazz imperdibles.
2. “Somewhere Over The Rainbow” – Judy Garland
“Over the Rainbow” es una canción clásica tomada del musical de 1939: El maravilloso Mago de Oz. Escrita por Edgar Y. Harburg y Harold Arlen, se convirtió en la canción emblemática de Judy Garland y ganó el Premio de la Academia a la Mejor Canción Original. Esta fue la última en escribirse para la película, inspirada cuando Harold encontró la melodía mientras conducía con su esposa. Esta pieza ha sido interpretada por innumerables artistas y en diversos estilos.
3. “Summertime” – Ella Fitzgerald & Louis Armstrong
“Summertime”, escrita en 1934 por los hermanos Gershwin con letras de DuBose Heyward para la ópera Porgy and Bess, es una pieza famosa que se inspiró en la música folclórica afroamericana de la época. Aunque su estructura de acordes es simple, muchos intérpretes de jazz la han adaptado con acordes más complejos. Las letras reflejan la vida de los afroamericanos en la década de 1930, especialmente su trabajo en los campos de algodón. Las versiones más destacadas son las de Ella Fitzgerald y Louis Armstrong, que capturan la esencia de la época. “Summertime” es una obra atemporal y esencial del jazz clásico.
4. “Autumn Leaves” – Nat King Cole
Esta balada de jazz lenta de 1945 fue compuesta por Joseph Kosma, con letras originales en francés de Jacques Prévert; y luego fue adaptada al inglés por Johnny Mercer. Conocida como “Les Feuilles Mortes”, la canción describe el final de un amor de verano y la nostalgia de los recuerdos mientras llega el otoño. Interpretada por destacados vocalistas pop de los años cincuenta, como Bing Crosby, Frank Sinatra y Nat King Cole, esta canción alcanzó su apogeo en la versión de Cole.
5. “Take Five” – Dave Brubeck Quartet
Una canción conocida por su distintiva línea melódica de saxofón escrita por Paul Desmond en 1959. Ha perdurado en la cultura popular hasta el día de hoy. Después de la muerte de Desmond, todos los derechos de autor de la canción fueron donados a la Cruz Roja Americana, lo que refleja su impacto perdurable tanto en la música como en la caridad.
6. “Moon River” – Audrey Hepburn
“Moon River”, la icónica canción de la banda sonora de Breakfast at Tiffany’s, escrita en 1961 por Henri Mancini y con letras de Johnny Mercer, es una de las canciones de jazz más antiguas y queridas de todos los tiempos. Aunque inicialmente fue descartada por el estudio Paramount, fue salvada gracias a la insistencia de Audrey Hepburn, quien no quería cantarla al principio. Henry Mancini dedicó tiempo a componer una melodía adecuada para el limitado rango vocal de Hepburn. Las letras de la canción están inspiradas en la infancia de Mercer en Savannah, Georgia, y en 2004 fue nombrada la cuarta canción de jazz más memorable de Hollywood por el American Film Institute.
7. “The Girl From Ipanema” – Astrud Gilberto, João Gilberto & Stan Getz
La legendaria canción “The Girl From Ipanema” fue supuestamente escrita en 1961-62 cerca de las playas de Río de Janeiro por Antonio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes. Inspirados por una joven llamada Heloisa Eneida Menezes Pais Pinto, escribieron la canción en servilletas de bar. Originalmente titulada “Menina Que Passa”, los autores luego la transformaron en “Garota de Ipanema”, fusionando elementos de samba y bossa nova. Grabada primero en portugués, una versión en inglés surgió más tarde durante una sesión en Nueva York con Stan Getz. Esta canción se convirtió en la segunda canción de jazz latino más grabada a lo largo de la historia.
8. “What A Wonderful World” – Louis Armstrong
“What A Wonderful World” es una canción escrita por Bob Thiele y George David Weiss. La icónica grabación de Louis Armstrong en 1967 consolidó su estatus como una de las mejores canciones de jazz de todos los tiempos. A pesar de tener un éxito modesto inicialmente en los EE. UU., alcanzó el primer lugar en las listas del Reino Unido en 1968 y se convirtió en el sencillo más vendido de Armstrong. Ha sido destacada en numerosos programas de televisión y películas, incluyendo El Show de los Muppets y Good Morning, Vietnam. La interpretación de Armstrong fue incluida en el Salón de la Fama del Grammy en 1999, asegurando su legado en la historia del jazz.
9. “Just The Two Of Us” – Grover Washington, Jr
“Just The Two Of Us” fue escrita por Bill Withers en la década de 1980. Definitivamente, es la mejor canción de jazz fresco, y se puede sentir la química soulful y groovy en toda esta melodía. Se identifica como Smooth Jazz, que es un jazz orientado comercialmente y de cruce, donde los elementos de improvisación se mantienen al mínimo. Esta canción comenzó a cambiar la forma en que se veía el género. Se orientó más hacia un estilo pop, dejando atrás la antigua tradición de improvisar solos.
10. “Don’t Know Why” – Norah Jones
Por último, se trata de una de las mejores canciones de jazz moderno de los últimos veinte años. “Don’t Know Why” fue escrita y compuesta en 1999 por Jesse Harris y fue interpretada por la cantautora Norah Jones en su álbum debut en solitario Come Away With Me. Lo interesante de esta canción es que parece haber sido escrita hace mucho tiempo, pero combina elementos contemporáneos del pop con voces soulful. El sencillo ganó tres premios Grammy en 2003 por Grabación del Año, Canción del Año y Mejor Interpretación Vocal Pop Femenina.
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