Lo que hace una década inició como un colectivo multidisciplinario conformado por seis empresas con distintas especialidades en el campo de las artes digitales y escénicas, actualmente es la agencia de medios audiovisuales más grande de México.
Sus servicios comprenden la producción de shows e instalaciones interactivas, así como la conceptualización visual a través del uso de lo último en tecnología. Esta comunidad de creativos centra su pasión en algo que va mucho más allá: generar experiencias que inspiren.
“No queremos que nuestro trabajo se sienta como algo tecnológico, sino como algo mágico. Al final, lo que prevalece no es la tecnología, es el concepto. Por eso, primero pensamos en lo que queremos comunicar y luego buscamos los medios para lograrlo”, nos platica Josué Ibáñez, uno de los socios fundadores de Cocolab.
La empresa realiza proyectos de carácter artístico, cultural y de entretenimiento. Ya sea internamente, o en colaboración con otros creativos e instituciones. Se involucran en todas las etapas del proceso: desde la conceptualización hasta la ejecución y operación. “Nos queremos adueñar de la experiencia completa en todo lo que hacemos”, afirma Ibáñez. Trabajan con recursos como: video, audio, tecnologías interactivas, efectos especiales, iluminación, escenografía, programación, etc. “Todas las herramientas de hardware y software que utilizamos se hacen in-house” agregó.
Algunos de los proyectos más importantes de Cocolab han sido: la “Experiencia Nocturna en Teotihuacán”, la cual consistió en una proyección de luces al aire libre, que permitía al espectador disfrutar de un show en la zona arqueológica. De igual forma, realizaron otro en Chichén Itzá llamado “Noches de Kukulkán”, con la finalidad de proyectar un recorrido histórico a través de un video mapping.
También colaboraron con el artista mexicano Pedro Reyes en “Disarm” una instalación con una poderosa narrativa, pues consistía en transformar armas en instrumentos musicales que tocaban música en vivo.
De igual forma, participaron en la edición de TagCDMX durante 2016 con un proyecto llamado White Canvas, un espacio en donde recrearon paisajes con una sofisticada programación de más de 300 luces y un diseño de audio envolvente con dos piezas músicales originales. Esta es, hasta la fecha, una de sus creaciones más reconocidas.
“El arte no está peleado con la innovación”, afirma Josué, quien ase- gura que todas sus creaciones se componen de ambos.
Al ser el estudio multimedia más grande a nivel nacional, Cocolab también ha sido una incubadora de talentos: “El talento que existe aquí es la clave para todo lo que hacemos; somos una combinación de músicos, artistas, arquitectos, ingenieros, contadores, etc.”. Además, buscan impulsar la industria de las artes digitales en México, ofreciendo espacios de aprendizaje como conferencias y talleres abiertos al público a lo largo de todo el año.
Texto por: Mónica Díaz
Fotos cortesía de Cocolab