Si pudiéramos definir en una sola palabra la experiencia de cuidar a decenas de tortugas recién nacidas que inician su camino entre el nido en la arena y el océano, esta sería ‘magia’. Sin duda, la liberación de tortugas es uno de los eventos que más llaman la atención de los turistas nacionales y extranjeros.
Playa Delfín, ubicada a 20 minutos del centro de Puerto Escondido, es un área donde conviven en frágil armonía el desarrollo inmobiliario y la conservación y educación ambiental. Aquí funciona el campamento tortuguero Palmarito, donde voluntarios de diferentes partes del mundo entregan su tiempo y dedicación para que viajeros y locales aprendan sobre la conservación de cuatro espacies de tortuga (carey, prieta, laud y dolfina) que anidan durante todo el año en las doradas arenas de esta playa.
Los voluntarios se encargan de hacer recorridos nocturnos en busca de nidos, para luego trasladarlos hasta una “nursery”, donde monitorean constantemente la temperatura hasta el momento en que todas las crías eclosionan juntas.
Es entonces cuando puedes sumarte y acompañar a las tortuguitas en su frenético camino para llegar sanas y libres de depredadores hasta las enormes olas que serán su hogar durante casi cien años. Su instinto las hará memorizar cada paso de esta carrera, ya que algún día regresarán al mismo lugar para hacer sus nidos y poner sus huevos.
Si bien solo las más fuertes sobrevivirán, la sensación de ser partícipe en la liberación de tortugas es realmente sublime. ¡Tienes que hacerlo al menos una vez en la vida!