En este artículo, hablaremos de dos planos de acción: el plano americano (cowboy shot) y el plano medio (medium shot).
Plano americano
Este plano es uno de mis favoritos debido a su historia. El nombre nos lo revela todo: cowboy shot. ¿Adivinaste por qué? Así es, comenzó a utilizarse en Estados Unidos con el boom de los westerns, ya que el plano completo era demasiado amplio como para apreciar el importantísimo momento en el que los vaqueros sacaban sus pistolas, particularmente cuando se batían a duelo, y el plano medio, que es el que le sigue al americano, no permitía apreciarlo en absoluto.
El corte en el plano americano se realiza un poco arriba de las rodillas y encima de la cabeza. Va a ser ideal utilizarlo cuando, además de enfocarnos en la persona, tengamos interés en lo que “sucede” a la altura de su cadera/piernas/manos. Por ejemplo, cuando sean importantes los objetos que sostiene o su postura, pero sin que por ello sacrifiquemos su torso, su rostro, parte del entorno y elementos como su vestimenta, gestos, etc. (como se sacrificarían en un plano detalle, que nos permitiría resaltar los objetos o el suceso específico, pero nos impediría capturar el resto de los elementos).
Plano medio
Finalmente, el plano medio, que es el último de los planos de acción, es considerado también un plano de retrato porque, al ser más cerrado, nos permite apreciar todavía mejor los gestos y emociones del sujeto que fotografiamos. En este plano, esto comienza a cobrar relevancia sobre lo demás. En el cine, también es muy útil cuando se trata de retratar conversaciones o situaciones similares:
En la foto anterior, observamos claramente la tensión entre los personajes e, incluso, podemos apreciar la sutil forma en la que Wes Anderson plasma la manera en la que el personaje de la izquierda toma al de la derecha con sus brazos. En el plano medio, el corte se realiza un poco arriba de la cadera y encima de la cabeza. En esta imagen, el detalle de las cajas es magistral porque, debajo de ellas, el corte está realizado perfectamente y, además, el modo en el que están dispuestas genera una especie de marco que encuadra a nuestros personajes. Las cajas brindan belleza, equilibrio y ritmo a la foto; al mismo tiempo, la posición de los personajes como dos líneas paralelas que atraviesan el centro, el marco formado por las cajas y la tensión de sus rostros nos impide mirar hacia otro lado.