El diseñador colombo-francés Haider Ackermann debutó como director creativo de Tom Ford, reinterpretando el legado de la marca de moda con una propuesta que juega entre la sensualidad contenida y elegancia minimal.

Conocido por su maestría en la sastrería y enfoque en la silueta, Haider Ackermann representa una evolución que busca equilibrar la sofisticación atemporal con una modernidad discreta. Su llegada marca el inicio de una nueva era, redefiniendo la identidad de la casa de moda bajo una mirada más depurada y estructurada.

La colección

El universo de Ford siempre ha estado ligado al misterio y el deseo. Ackermann retoma estos códigos y los reinventa a través de cortes estructurados, líneas limpias y una paleta que oscila entre los tonos vibrantes y la sobriedad del negro y gris. La colección Otoño-Invierno 2025 refleja este balance.

Los trajes entallados y abrigos de cuero estructurados toman protagonismo. Las chamarras y abrigos, con cortes afilados y hombros marcados, equilibran la silueta con pantalones de caída perfecta que insinúan movimiento sin perder su rigor.

El cuero, ADN de la casa, se presenta en vestidos, pantalones y trench coats que refuerzan la actitud audaz que ha definido la marca de lujo. La paleta de colores transita entre la sobriedad del negro absoluto y los tonos tierra, con destellos de color estratégicos que inyectan modernidad y energía sin romper la sofisticación de la propuesta.

Accesorios como tacones puntiagudos, cinturones de piel con hebillas marcadas y joyería minimalista, conservan la identidad inconfundible de Tom Ford, con la icónica ‘T’ como un sello.

Respetando el legado

La influencia de Ackermann respira modernidad sin perder la esencia de la firma de lujo. La nueva etapa mantiene la huella de exclusividad que ha definido a Tom Ford desde su creación, pero lo proyecta hacia una nueva generación. La elegancia sigue siendo el eje central, pero ahora enfocada en lo simple. Con Haider, la marca evoluciona hacia una visión más depurada y atemporal.