Lutetia es un nombre derivado del latín “luta” (que en español significa lucha o batalla) y está asociado con la antigua ciudad galorromana que fue la precursora de la actual París. El espectacular hotel ha sido un punto de referencia importante en Saint-Germain-des-Prés, un barrio que ha sido testigo de cada etapa de la historia francesa. Actualmente, el hotel se está renovando para mantener su posición como uno de los bastiones culturales más destacados de la capital.
Un poco sobre Lutetia
Fue construido en 1910 bajo el estilo Art Nouveau. En sus inicios, alojó a clientes y comerciantes del cercano Le Bon Marché. A pesar del paso del tiempo, la fachada arquitectónica todavía conserva elementos del diseño popular de la Belle Époque. Es un lugar que siempre ha buscado la excelencia y la perfección en su diseño.
A lo largo de su historia, ha sido testigo de la vida artística parisina, pues ha acogido a pintores, escritores y otros artistas de renombre, como Matisse, Picasso, Antoine de Saint-Exupéry y la fantástica Josephine Baker, a quien el hotel rinde homenaje.
Actualmente, está pasando por una renovación liderada por el arquitecto Jean-Michel Wilmotte, quien asumió el desafío de restaurar elementos clásicos, como mosaicos, vidrieras, frescos y esculturas propias del carácter estilístico del hotel. Hoy el hotel combina detalles clásicos con la modernidad del siglo XXI, lo que lo convierte en un destino ideal para los amantes de la ciudad del amor, ya que se encuentra rodeada de cafés, jardines y las mejores tiendas. Hospedarse en este icono parisino es la mejor manera de conocer la ciudad.
Todas las habitaciones del hotel tienen una decoración elegante y contemporánea, con iluminación natural suave y amplios ventanales que ofrecen vistas únicas a las calles artísticas y bohemias de los distritos V y VI que rodean el edificio. Cada rincón de las habitaciones está decorado con elementos singulares, como pisos de roble teñido y baños terminados con mármol de Carrara, creando una estética pura y lujosa.
La suite Josephine Baker, situada en el quinto piso, es una de las habitaciones más populares. Rinde homenaje a un ícono clásico de la era del jazz. Además de un retrato de la famosa artista en el techo, la habitación cuenta con una sala de estar y un espacioso balcón con vistas a la Torre Eiffel.
La gastronomía del hotel es otro punto extra en nuestro libro. La Brasserie del Lutetia es un comedor elegante y espacioso con una decoración original Art Decó de 1910. Los huéspedes pueden disfrutar de una carta que combina elementos tradicionales y modernos de la cocina francesa, que ofrece platos inolvidables como el tar-tar de lubina con vinagreta de cítricos y la famosa sopa de cebolla gratinada.
Por otro lado, Bar Aristide es un lugar íntimo y acogedor, con sofás de cuero y muebles de madera oscura. Este espacio recrea la atmósfera de un club privado exclusivo. Aquí encontrarás una selección de puros y licores, así como una carta de mixología exclusiva inspirada en distintos álbumes musicales. Uno de los cócteles más populares es el Dizzy, que combina whisky, vermouth, cereza fermentada y un toque de chocolate. Sin duda, Bar Aristide invita a reflexionar sobre las cosas buenas de la vida.
También podrás encontrar Saint-Germain, un salón amplio con un techo de cristal de colores pintado por Fabrice Hyber, el artista plástico. La iluminación tenue y las mesas del lugar crean un ambiente perfecto para disfrutar de una deliciosa comida, que va desde platos típicos parisinos hasta un menú especial de té de la tarde.
Finalmente, si quieres una copita que vaya de la mano del arte y la historia, visita Bar Josephine, donde cada detalle destaca la creatividad del chef y mixólogo Nicola Battafarano. Las bebidas son una experiencia sensorial guiada por Battafarano, con especial mención al J’ai Deux Amours, que hace referencia a la combinación de las culturas francesa y americana, una alusión a las dos culturas de la cantante que solía frecuentar el icónico hotel.
¿Qué tal un respiro antes de pasear por la ciudad o incluso antes de regresar a la realidad? No puedes irte sin visitar Akasha, el spa del hotel. La combinación de métodos occidentales con antiguas prácticas orientales lleva la experiencia de relajación a un nivel superior. Además el hotel cuenta con otras comodidades, como el jacuzzi, la piscina olímpica y el gimnasio completamente equipado.
Bon voyage!