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El glamour art déco brilla de nuevo sobre la famosa playa de Río, el legendario hotel luce como una joya en esa avenida donde es de buen gusto ser visto desde siempre. Propiedad de Belmond, previamente Orient-Express, el Copacabana Palace ha sido completamente rejuvenecido conservando el ambiente de los años durante los que fascinó con la presencia de los más famosos.
Construido en 1923, este palacio ofrece su elegancia pura, su encanto tradicional y su estilo carioca; sus lujosas habitaciones invitan a disfrutar de la vista sobre una de las más bellas avenidas del mundo, la que costea la legendaria playa de Copacabana. Sus salones vibran con el resplandor de las fiestas de antaño para deslumbrar con la ostentación de las grandes recepciones de hoy en un decorado de charme y glamour. Desde el lobby se siente el lujo y la sofisticación, la piscina ofrece un espacio para relajarse y nadar bajo el sol brasileño, el restaurante Cipriani —considerado la mejor mesa de Río— invita a disfrutar de la cocina del chef Nicola Finamore. El Copacabana Piano Bar es un acogedor lugar para relajarse y los desayunos del restaurante Pérgula invitan a degustar la cocina brasileña en un ambiente casual. El spa es un santuario urbano de paz y relajación para purificar el alma y revitalizar el cuerpo. Para completar el escenario vale la pena jugar tenis o alojarse en la suite que desde el techo ofrece la mejor vista con su alberca privada (y donde vivía la viuda de Octavio Guinle, doña Mariazinha) o disfrutar de la galería de lujosas tiendas.
Belmond ha sabido instaurar de nuevo la fiesta en el Copacabana Palace con lujo y esplendor, creando una nueva estrella en la playa más famosa de Río a partir de un tesoro del pasado. Es un must en Río, un palacio bajo el Corcovado, frente al Pan de Azúcar, donde uno se siente una estrella que deslumbra en un escenario de película.