Lulú Téllez es la mente detrás de dos increíbles proyectos de danza en Los Cabos, Danza Téllez y Danza que da Esperanza, una fundación que a través de las artes, particularmente la danza, ayuda a niños que se encuentran en situación vulnerable. El proyecto, que comenzó hace cuatro años, ha logrado crear un futuro diferente y con mayores oportunidades para las nuevas generaciones.
Cuéntanos un poco sobre tu trayectoria.
Soy originaria de la Ciudad de México, pero viví toda mi vida en Mazatlán. Mi historia fue un poco dura porque en esos tiempos no había escuelas serias en provincia. Sabía que quería ser bailarina, me fui a la Ciudad de México a los 18 años y me dijeron que a mi edad ya estabas graduándote de bailarina clásica. Decidí ser autodidacta: me metí a todas las instituciones que pude en la Ciudad de México. Luego me fui a Canadá para estudiar la metodología rusa y conseguí una beca para irme a Rusia. Para ese momento, sentía que ya era un poco tarde. Decidí renunciar a mi carrera como bailarina y me regr sé a México para abrir una escuela en provincia para que mi historia no se repitiera. Estuve en Mazatlán muchos años, tuve varios alumnos que destacaron que eventualmente ayudé a que se fueran al extranjero.
¿Cómo llegaste a Los Cabos?
Llegué hace 13 años pensando en retirarme y me di cuenta de que Los Cabos estaba igual que Mazatlán hace algunos años. Ya tenía una idea en mi corazón: una vez que pudiera sacar adelante mis primeros proyectos, que eran mi familia y la academia para brindar oportunidades a bailarines con ta- lento, quería iniciar mi proyecto de sueño que es Danza que da Esperanza. Ese era el momento indicado.
¿Cómo empezó el proyecto de Danza que da Esperanza?
Danza que da Esperanza surge junto a la maestra Christina Lyon, de Gala de Danza. Es una fundación dirigida a los niños talentosos más vulnerables de la comunidad, es una forma de abrirles la puerta a un futuro mejor, oportunidades académicas y artísticas.
¿Cómo es un día para un niño de Danza que da Esperanza?
Los niños van a la escuela pública, ya sea primaria o secundaria, de siete a dos de la tarde. Los de primaria hasta la una, entonces de una a dos tienen clases de inglés. Después, llegan con nosotros y les damos alimentos balanceados, clases de música, de literatura y asesoría escolar con los mejores tutores de la localidad para que mejoren sus estudios. A través de este programa nos dimos cuenta de que tienen muchas lagunas educativas. También les damos clases de arte, música, expresión corporal, y desde luego, danza clásica, danza moderna, danza urbana, baile clásico, un programa muy completo. Están ocupados desde que van a la es- cuela a las siete de la mañana a prácticamente ocho o nueve de la noche dependiendo de la edad y del crecimiento artístico.
¿Cuál es el objetivo principal de la fundación?
Lo que logra el programa en primer lugar es acercarlos a las artes. Es una fundación que inicia desde una escuela privada y hemos tenido muy buenos resultados. Una disciplina como la danza los mantiene enfocados, exigentes, disciplinados, fuera de peligros, de perder el tiempo. Buscando la excelencia, auto exigiéndose a dar el cien por ciento de sus capacidades. La fundación es joven, tiene cuatro años. Los primeros niños que ingresaron estaban en quinto o sexto de primaria y ahorita ya están terminando secundaria.
¿Cómo seleccionan a los niños?
El primer año, lo que hicimos fue ir a una de las primarias vespertinas más vulnerables. Audicionamos a todos los niños para encontrar los que tenían una capacidad física para la danza. Esta carrera te demanda mucho tiempo, trabajo y dedicación y si no te apasiona, generalmente no perseveras. Actualmente, convocamos audiciones, de boca en boca, o nos acercamos a las escuelas municipales de arte.
¿Hay algún caso en particular que te haya impresionado?
Tengo dos casos que me encantan. Uno es un niño que desde que estaba en quinto de primaria ya estaba reprobando la escuela, no parecía que iba a terminar ni siquiera la primaria. Ahorita esta terminando la secundaria, haciendo una carrera artística brillante. Si todo sigue así, parece que tendrá un muy buen futuro. La otra es una niña, del estado de Puebla, muy trabajadora y dedicada. Tiene mucho potencial, mucha capacidad y también está rompiendo con los prejuicios generacionales de lo que se espera de una niña de esa edad.
¿Cuál ha sido el reto más grande desde que iniciaste el proyecto?
Primero, buscar los fondos y el patrocinio para poder iniciarlo. Yo creo que el reto más grande es darlo a conocer porque no es un resultado a corto plazo, son proyectos que se desarrollan despacio y hay que tener paciencia, perseverancia y fe, ya que, estamos hablando de educación y formación. Mantener la credibilidad y la fe de quienes nos apoyan, los patrocinios, es lo más difícil, lo demás es cuestión de trabajo y entrega, no es un problema.
¿Cuál dirías que es tu triunfo más grande hasta el momento?
Ver esas vidas cambiadas, cuando volteas en el salón de clase y ves a un niño de 14 años, con una cara de satisfacción y ver que este niño cree en sí mismo y sabe que tiene la vida en sus manos, y que no va a depender de nadie para ser pleno y feliz. Creo que esa es la mayor satisfacción. Por una sola vida que cambiemos, siento que el programa triunfa.
¿Para ustedes qué significa Gala de Danza?
Gala de Danza es una inspiración necesaria. Gala de Danza logra traer a la localidad los mejores exponentes de todos los géneros, no nada más de danza, también de música y arte. No estoy hablando solamente de nuestros artistas nacionales, sino de los mejores del mundo en danza clásica, danza contemporánea, danza urbana, música, tecnología artística, video mapping y producción de primer nivel. Son inspiraciones y motivaciones que los marcan para toda su vida y que les permiten decir: yo quiero eso.
Esa inspiración constante que Gala de Danza da, no la puedes obtener de otra manera. Gala de Danza nos ofrece clases de estos profesionales para nuestros niños. Además de presenciar una Gala de Danza, pueden aprender directamente en su propio estudio, lo que es un tesoro invaluable. Y obviamente, la Gala es un gran patrocinador, siempre presente, viendo las necesidades de la fundación y no solo inspirando, sino aportando beneficios económicos. Es una mancuerna hermosa que abarca las dos cosas, la materia y el espíritu de nuestro proyecto.
¿Qué podemos esperar para el futuro de Danza que da Esperanza?
Espero seguir abriendo oportunidades a nuevas generaciones. Muy soñadoramente, me encantaría que hubiera Danza que da Esperanza en todas las localidades del país para que sea una puerta abierta para las artes a través de la danza. Estoy con- vencida de que es a partir de la educación que podemos cambiar nuestro país.
Texto por: Camila Creel
Fotos cortesía de Danza que da Esperanza
