
El pasado martes 14 de agosto, los fundadores de la famosa app de citas Tinder, junto con algunos empleados, presentaron una demanda contra IAC y Match, los propietarios de la aplicación, por haber manipulado información financiera. Al parecer, durante años, los empleados fueron privados de ciertos ingresos que les correspondían y ahora piden una indemnización de dos mil millones de dólares.
En el 2013, los fundadores de Tinder vendieron la aplicación a Match, el servicio de citas en línea, y a IAC, grupo que pertenece al multimillonario estadounidense Barry Diller. De acuerdo con la demanda, IAC y Match buscaban “substraer miles de millones de dólares de los demandantes en violación de sus derechos contractuales”.

IAC y Match también reconocieron que, probablemente, Tinder obtendría 800 millones de dólares en ingresos en el 2018; es decir, 75% más de lo que indicaban las proyecciones que mostraron en el 2017. Un comunicado señaló que ambas empresas amenazaron con despedir a los ejecutivos de Tinder si revelaban las ganancias reales de la aplicación.

No es la primera vez que hay un problema con estas empresas, puesto que, en diciembre de 2016, el presidente y director ejecutivo de Match, Greg Blatt, fue demandado por la vicepresidenta de marketing y comunicaciones de Tinder, Rosette Pambakian, por acoso sexual.
