Atravieso un sendero rodeado de árboles que deben tener más de 100 años. Se escucha las aves cantar, se siente la brisa suave pasando entre los troncos de los árboles y los rayos del sol se cuelan por las ramas de las copas más altas.
Sigo caminando y escucho el ruido del agua fluir. Me encuentro con un humedal lleno de plantas, flores y peces. Experimento una sensación que me lleva a voltear a ver el cielo. Un sentimiento de paz.
LA VIDA SIEMPRE TRIUNFA
A la sombra de los árboles se aprecian los lotes ecológicos diseñados para nutrir el bosque. Estoy en un bosque eterno. Todo lo que muere da espacio a nueva vida. En el ciclo de la materia orgánica la vida siempre es la que gana y es con esta inspiración que nace el sueño de un bosque ecológico, un espacio para promover la vida y para que quienes quedamos podamos acompañar este proceso en paz.
BOSQUE DE DESCANSO
En 2006 nace el proyecto Bosque Eterno, soñado y creado por Diego Gómez de Alvear. El predio tenía los permisos para hacer viviendas, la ciudad ya lo había envuelto y contaba con las vialidades y los accesos ideales. Sin embargo, al hacer viviendas, el bosque desaparecería.
“Explorando y buscando alternativas para conservar el bosque y hacerlo sostenible financieramente a mediano y largo plazo, nos encontramos con el concepto de cementerios verdes que promueve la conservación de bosques y áreas naturales”, explica Diego.
“La cultura y el arraigo a la muerte en México es muy especial, así que adaptamos el concepto de cementerio verde para que respete las tradiciones, la cultura y, al mismo tiempo, conserve y promueva la vida así como la memoria de quienes descansan en este bosque eterno”.
Diego cree que las prácticas funerarias nos han alejado de la muerte, a la cual vemos como algo tan lejano y ajeno que la olvidamos o le tememos. “No la vemos como algo natural: la vemos como una pérdida, algo a lo que tenemos derecho y perdemos. Creo que el concepto de la muerte se ha desnaturalizado”.
Al trabajar día con día para desarrollar este proyecto, Diego llega a la conclusión de que no podemos darle la espalda a la muerte ni vivir con el miedo a morir. Hay que disfrutar de la vida, porque la muerte llegará irremediablemente. “Es muy importante que los cementerios sean espacios más humanos y ecológicos para quienes nos quedamos; que abracen, que sean espacios de encuentro”, afirma Diego.
“Al decir encuentro, me refiero al encuentro con nosotros mismos y con nuestros seres queridos; que sean espacios de comunidad, que unan familias y comunidades; espacios que honren y celebren la vida, que celebren la memoria, y qué mejor manera de hacerlo que a través de la naturaleza y la vida”. Bosque Eterno ofrece dos tipos de servicios funerarios. El servicio tradicional incluye un lote totalmente ecológico en ataúd de madera o un nicho ubicado en medio del bosque con materiales y acabados reciclados. Incluso, se utiliza ónix y no mármol, ya que el ónix es un material de la región.
Por otro lado, ofrece servicios trascendentales que buscan integrar las cenizas al bosque. Se entierran las cenizas en la urna biodegradable al pie de un árbol viejo o se entierran y se planta un nuevo árbol. Otra alternativa que se ofrece son urnas biodegradables de arena comprimida que se depositan en el estanque.
“Siempre buscamos que todo armonice lo más posible con la naturaleza y generar el menor impacto ambiental. Incluso la obra se compensó con bonos de carbono a través de Naturalia”.
BOSQUE ETERNO
Como bien dice Diego, en lugar de deteriorarse con el tiempo, el bosque se enriquece: “A través de diseños regenerativos como la permacultura, cada día, cada mes y cada ciclo, el bosque se convierte en un ecosistema más vivo y más rico, el cual al mismo tiempo, enriquece y reconforta a los familiares y amigos que lo visitan”.
Un bosque eterno naciendo, muriendo y regenerándose con el paso del tiempo. Cierro los ojos y recuerdo mi camino en silencio entre los árboles. El bosque me llama. Escucho el sonido del viento, sigo adelante, perdida entre troncos y ramas. Siento la presencia de los seres queridos que descansan en este bosque, y al hacerlo, vuelven a la vida. Me recuerda lo bello que es ser parte de este mundo. Y el miedo que le tengo a la muerte se desvanece al andar.
Texto realizado en colaboración con: ECTÁGONO
ecosistema de emprendimiento integrado por líderes en bienestar integral, medio ambiente, tecnología, cultura y arte, como modelo replicable de regeneración de áreas verdes y cuerpos de agua. Promotores de la sustentabilidad ecológica, social, educativa y económica.
Texto por: Florencia Gallino y Mónica Lafón
Fotos: Cortesía de Bosque Eterno