Durante la noche del 22 de agosto de 1791, se produjo en Santo Domingo (actualmente Haití y República Dominicana) la revuelta que sería decisiva para abolir el comercio transatlántico de esclavos. Esta revuelta reivindicó la libertad y alentó a la humanidad a seguir resonando con fuerza.
Cada año, la UNESCO conmemora este hecho histórico y nos recuerda la importancia de luchar contra todas las formas de opresión y de racismo que existen en la actualidad. Así, la UNESCO pone todo su esfuerzo en fomentar la educación y la cultura para eliminar la discriminación y los prejuicios.
De igual forma, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Decenio Internacional de los Afrodescendientes (2015-2024). El objetivo es promover el respeto, la protección y la realización de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de los afrodescendientes, así como fomentar el conocimiento de su herencia y cultura, y aprobar y reforzar las leyes para eliminar cualquier forma de discriminación.
Lo anterior ha tenido repercusiones importantes como que se enseñe la historia general de África y el proyecto de La Ruta del Esclavo, el cual contribuye a que se comprendan de mejor manera las causas, el funcionamiento y las consecuencias de la esclavitud en el mundo, a la vez que promueve una cultura de paz.
“En el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición, va nuestro homenaje a los hermanos que lucharon por un mundo sin esclavitud. No debemos olvidar este nefasto pasado para no convertirnos en esclavos del capitalismo”, expresó vía Twitter el presidente de Bolivia, Evo Morales, para rendir tributo a quienes lucharon contra ese mal.