El cuerpo humano es una máquina maravillosa que no solo nos permite movernos; sino que es capaz de cuidarse, regenerarse y mantenerse en perfecto estado. Pero, ¿qué sucede cuando el paso de los años nos alcanza o cuando un órgano necesita ayuda? La medicina regenerativa y nuestras propias células madre pueden atacar de manera positiva este problema. Conoce más detalles de esta rama de la medicina con la Dra. Vanessa Rodríguez Parés, cirujana estética, especializada en medicina regenerativa.
¿Cómo comienza tu historia con la medicina?
Toda mi vida quise estudiar medicina. Incluso de chica le dije a mi papá “si no estudio medicina, no voy a estudiar nada”; y siempre quise hacer cirugía de corazón. Al final, durante la carrera, cuando ayudaba mucho a un cirujano cardiotorácico, me diagnostican esclerosis múltiple; y en el año 2000 se confirmó este diagnóstico. Me deprimí mucho porque ya no podía hacer lo que quería. Luego, por una amiga, acabé medicina y me metí a estudiar obesidad y sobrepeso. De ahí, me especialicé en la medicina estética con bótox, rellenos, cirugía estética y fui creciendo en la rama hasta conocer la medicina regenerativa.
Dado tu diagnóstico de salud con esclerosis múltiple, ¿la medicina regenerativa te impactó de alguna manera?
Primero me enseñó a ver las situaciones como paciente. No es lo mismo estar de un lado del escritorio a estar del otro. Siempre hay que tratar al paciente como a ti te gustaría que te trataran. Y concretamente en el 2014, encontré a un grupo de médicos en Miami que se dedicaban a dar cursos de células mesenquimales y me encuentro así con el futuro de la medicina. De ahí, me empecé a poner células mesenquimales y me siento perfecta, me he mantenido muy bien. En su momento quise poner una clínica aquí y, como estaba prohibido, tenía que hacerlo en Estados Unidos.
¿Qué son las células madre?
En realidad el nombre correcto es células mesenquimales y tienen cuatro funciones importantes. La primera es trofismo, que significa que las células van al sitio de la lesión para regenerar. La segunda es que son inmunorreguladoras, que regulan el sistema inmunológico y funcionan para todas esas enfermedades como artritis, fibrosis, esclerosis múltiple, etc. La tercera es que son antiinflamatorias, por eso funcionan para patologías. Y finalmente la cuarta función es que son regenerativas, pues realmente regeneran los tejidos.
¿Cómo funciona esta nueva técnica de utilizar las células madre del paciente para los diferentes tratamientos? ¿Tiene algún nombre en específico?
Lo que yo hago es poner células mesenquimales autólogas, es decir, las del propio paciente. No de un frasco, ni de ningún cordón, aunque sí llego a utilizar células de cordón por ciertas condiciones, como por la edad del paciente, pero generalmente utilizamos las de cada persona.
Estas células se sacan con una minilipo. En la sala de procedimientos extraigo estas células de la grasa o de la médula ósea. Las células mesenquimales atacan la parte médica. Aunque también tienen muchísimas ventajas hablando estéticamente, al yo tener esclerosis múltiple, decidí enfocarme en la parte médica.
¿Por qué crees que tardó tanto en aprobarse el uso de la medicina regenerativa en México?
Apenas el año pasado se aprobó la medicina regenerativa y hay poca información al respecto. De igual manera, estas células se han enfrentado a dos problemas importantes: el primero es la ética, la moral y la religión, pues generan bloqueos. Y el otro problema es la industria farmacéutica, pues al recibir la solución a toda enfermedad, se podrían limitar recibir ingresos.
¿Cómo es el journey de un paciente en tu clínica?
Llega el paciente el día de la valoración con todos los estudios que tenga, ya sea de laboratorio o de gabinete. Se necesita una buena historia clínica y, con base en esta, vemos cuál es el mejor tratamiento. Vemos si sacar células de grasa o de tejido adiposo, etcétera. Se programa la fecha para su tratamiento, se prepara, se le toma el plasma rico en plaquetas; después se realiza la aspiración de la grasa, se pasa al paciente al cuarto de recuperación. Y yo en el laboratorio separo la grasa y obtengo las células mesenquimales. Finalmente, ya que tengo las células, se infiltran o se inyectan en la zona más cercana y al momento comienza el proceso.
¿Cuál es un caso de éxito que pudieras compartirnos?
Es un paciente que traté hace 9 años: le puse células mesenquimales en las rodillas. Ahora él tiene 48 años y puede correr perfectamente. En aquellos años, le habían dicho que necesitaba prótesis de rodillas a sus 39 años, pero al día de hoy hace triatlones y sus resonancias magnéticas no tienen nada que ver con las de antes. Hace todos los deportes del mundo y está sano.
Contacto Dra. Vanessa Rodríguez @fostersregenell
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