Texto por: Víctor Celaya
Sus estudios cinematográficos y un constante contacto con la arquitectura desde niño, hacen que el artista mexicano Adrián Bará otorgue gran énfasis al proceso de creación en cada una de sus obras. Empírico y autodidacta, sus cualidades lo han llevado a convertirse en uno de los creadores que, dentro de una nueva generación de artistas mexicanos, empieza a consolidarse internacionalmente gracias a sus trabajos multidisciplinarios.
En el último año, Bará ha sido seleccionado para formar parte de dos importantes programas de residencias artísticas, la primera con el International Studio & Curatorial Program (ISCP) y, recientemente, el programa bajo invitación Queens Space, del coleccionista Michael Levine, ambos en Nueva York. También tuvo lugar su más reciente exhibición Aesthetics of a Collapsed System con Galería Páramo en Casa Barragán en la Ciudad de México, en la cual exploró su interés por los códigos visuales y las dinámicas de ciertos sistemas.
En una visita a su estudio en Nueva York, platicamos sobre sus siguientes proyectos y la relación entre el cine, la fotografía y el arte. Para Bará, el proceso que transcurre para finalizar una obra es un resultado en sí mismo, porque allí se originan lugares y preguntas producto de la constante búsqueda y experimentación en diversas situaciones.
Los inicios de Adrián se remontan a sus estudios de Cinematografía en la Universidad de Capilano, en Canadá. En los cuatro años que vivió en ese país, nació su interés por la fotografía, la cual es punto de partida de su carrera artística. “El cine y la foto son una buena escuela para experimentar con otros medios. Siempre estás en relación con la luz, sombra, espacio y texturas”, dijo Bará respecto al cuestionamiento sobre su involucramiento en el mundo del arte. Su formación en cine es de gran relevancia en la realización de sus obras.
Dentro de los realizadores que más lo han influenciado se encuentran Andrei Tarkovsky, Ingmar Bergman, Janusz Kamiski, Yasujiro Ozu, así como artistas como Philippe Parreno, Mark Rothko y Willem de Kooning.
El proceso de producción de sus trabajos es crucial en su obra, de hecho, lo compara con la realización de películas; todo lo ve como un trabajo colaborativo, es decir, la música, el diseño, la escritura, son disciplinas que logran hacer un filme; en el caso del arte, involucrar escultura, pintura o videos en una exhibición permite experimentar y seguir desarrollando ideas durante todo el proceso.
“El proceso es narrativo, como en el cine. A veces puedes ver resultados que no esperabas, pero sigues y esperas a ver qué pasa. Eso es lo interesante de las piezas”, dice el artista.
Aesthetics of a Collapsed System es su más reciente exposición que se llevó a cabo a finales del 2016 en el marco de Gallery Weekend. En esta muestra, Bará encontró la belleza en lo fallido y la indeterminación.
El montaje se realizó en medio de una construcción en Casa Barragán, aspecto que el artista vio como una oportunidad de diálogo entre ese espacio y sus obras. Para este proyecto, rescató objetos que se encontraban en un estado inconcluso, hablando en términos de utilidad para así generar narrativas alternas.
El título de la exhibición surge particularmente de una de las obras expuestas, una reinterpretación de una imagen que observó hace años en una construcción: un tambo con agua y el casco de un trabajador flotando en él. El video comienza con un travelling en un plano angular de toda la construcción y termina con una toma dentro del tambo, con un casco flotando en círculos que se convierte en la metáfora de estar atrapado en un estado cíclico.
Los objetos que forman parte del entorno cotidiano y se deterioran con el tiempo representan un interés que Bará describe como “visualmente atractivo y poético”, debido a que el colapso y la determinación del tiempo los concebimos como elementos sobre los que creemos tener control, aunque no sea cierto del todo.
“He estado trabajando en una serie de imágenes de coches que ves en las calles, que están medio arreglados. Es casual verlos en México o en Latinoamérica. Con esas imágenes quiero desarrollar pinturas o esculturas…a ver qué resulta”, contó Bará, quien también opina que no solamente la influencia de México o del continente se ve reflejada en sus obras; para él, todo depende del lugar en el que se encuentre. Su verdadera influencia radica en las experiencias acumuladas durante sus viajes o residencias.
Adrián Bará es un artista al que le gusta pensar que no tiene estilo, prefiere romper con los límites impuestos por la academia artística. El no encasillarse y experimentar en el proceso creativo, es como prefiere describir su trabajo.
Victor Celaya es co-fundador de ARTO, una compañía que usa el arte y el diseño como parte fundamental de su acercamiento a la oferta de soluciones, estrategias, productos y servicios de sus clientes. También es cofundador de Celaya Brothers Gallery y la plataforma All City Canvas. Victor tiene una Maestría en Política y Medios Masivos de Comunicación por la Universidad de Liverpool (Reino Unido), estudios de postgrado en el Sotheby’s Institute New York y recientemente fue reconocido con el Latino Entrepreneur Leaders Program de la Universidad de Stanford.
Instagram/twitter @vhcelaya