El Little Black Dress (LBD) es un ícono de la elegancia, así como una pieza imprescindible en cualquier armario. Es adecuado para todo tipo de evento, ya sea un coctel o una entrevista de trabajo. El Little Black Dress ha sido rediseñado y reinterpretado a lo largo de los años, pero la que hizo de esta prenda un básico fue la inigualable Coco Chanel.
“One is never over-dressed or underdressed with a little black dress”
– Karl Lagerfeld
Durante los años veinte, no era considerado apropiado que las mujeres se vistieran de negro, a menos que estuvieran de luto o realizaran trabajos domésticos; esto último debido a que es un color fácil de limpiar. Mientras mayor fuera el nivel socioeconómico al que perteneciera una mujer, más claro era el color de las telas que usaba para vestir, ya que eran difíciles de conseguir y de mantener limpias.
Fue en el año de 1926 cuando la revista Vogue USA publicó el primer boceto del Little Black Dress en su edición de octubre. El modelo Ford Chanel, como lo llamaba Vogue por su estilo simple y clásico, era definido como un diseño que duraría para siempre; sin embargo, no fue hasta los años treinta cuando realmente tomó popularidad en las calles, gracias a que se le asociaba con el jazz y la rebeldía.
En 1940, la popularidad del LBD siguió en aumento, solo que, durante esta época, más que por la moda, se utilizaba por economizar, ya que se dieron cuenta de que con los accesorios podían cambiar el look del vestido por completo y utilizarlo varias veces y en cualquier ocasión.
“I love black because it affirms, designs and styles. A woman in a black dress is a pencil stroke”
– Yves Saint Laurent
En 1961, Audrey Hepburn inmortalizó el Little Black Dress al utilizar una versión del diseñador Hubert de Givenchy en la película Breakfast at Tiffany’s. En el año 2006, el vestido de Audrey fue subastado por más de $800,000 dólares.
“You can wear black at any time. You can wear it at any age. You may wear it for almost any occasion”
– Christian Dior
El vestido negro siempre hace ver a las mujeres elegantes. Desde entonces y hasta ahora, ha sido rediseñado y adaptado a las modas del momento, utilizando distintas telas, longitud y estilo. Ya sea con hombreras en los años ochenta o apretado en los noventa, siempre se adaptará a cualquier personalidad con sofisticación y elegancia. El Little Black Dress nunca falla y es una muestra de cómo Coco Chanel logró trascender al revolucionar la moda y romper con todas las reglas.
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