¿Recuerdas cuál fue tu primer encuentro con la actuación?
De niña y adolescente me gustaba cantar y bailar. Y aunque la actuación no la había identificado todavía como un placer, reconocía que me gustaba estar en el escenario. Luego, cuando empecé a ver teatro dramático, me vi haciéndolo.
¿Cuándo y cómo te diste cuenta de que querías dedicarte a la actuación?
Recuerdo un viaje a Nueva York que hice con mi abuelo y mi prima, en el fuimos al teatro a ver la obra A Dolls House. Me impactó la fuerza interpretativa de la actriz, su compromiso con el personaje, su convicción. Me fascinó eso. Años más tarde, viendo cada vez más teatro, quise ser parte de ello.
Hasta ahora, ¿cuál ha sido tu papel favorito?
Ha habido varios. Le tengo mucho cariño a Helena, de Quemar las naves. Fue la primera vez que sentí una relación de confianza y colaboración con un director. Se trataba de un personaje fuerte, pero con mucho sentido del humor y sentido de pertenencia también. Disfruté muchísimo esa filmación, que además, fue mi primer protagónico. Por otro lado, el personaje de Annie, en la obra El buen canario, de John Malkovich, ha sido uno de lo más retadores. Me hizo crecer enormemente, ya que exigía un compromiso emocional gigante día tras día, durante una larga temporada en escena.
Además, Ana María Carranza, mi personaje en la serie Monarca, me tomó de la mano desde un principio. Sobre todo porque me pasó lo mismo que a ella, es decir, yo no pensé que pudiera tomar el mando de una empresa de tales dimensiones. Conforme ha ido avanzando la historia, me he dado cuenta de que sí tenía esas capacidades y las características para estar al frente de una organización de ese tamaño. Así que es un personaje que me ha dado muchísimo, y que agradezco profundamente.
¿Cuál es el mayor riesgo que asumes cada vez que interpretas un rol?
Asumo el riesgo de enfrentarme conmigo misma y mis más profundos temores. Actuar me fortalece al final, pero el camino siempre está lleno de dudas.
¿Cuál es la mayor lección que has aprendido a través de la actuación?
Que no hay actor sin un ojo externo, sin un testigo. Y tampoco se da el fenómeno en la ficción si no estás presente. En ese sentido, la actuación es un acto de conciencia, porque te exige estar en ese lugar, en ese momento. Presente.
LAS EMOCIONES SON FUENTE DE AUTOCONOCIMIENTO, Y COMO ACTUAR EXIGE ESTAR TOCÁNDOLAS, ESA PARTE DEL CAMINO HA SIDO FUNDAMENTAL PARA SEGUIR DEDICÁNDOME A ELLO.
¿Has sentido un mimetismo con alguno de tus personajes?
Me pasó con Annie, el personaje de El buen canario. Había algo en su adicción que yo reconocí como mío. Una tendencia a menospreciarse y entrar en dinámicas dolorosas que yo también he tenido. Quizá por eso me tomó tanto tiempo desprenderme de ella.
¿Cómo ha influido en ti, como actriz, el distanciamiento a raíz de la pandemia?
Este año ha estado lleno de retos para mí, como para todos. Extraño el teatro, los conciertos, que son dos actividades centrales en mi vida. Y muchas otras cosas, pero he aprendido a poner más atención a mi vida en casa, sin tantas distracciones. Y también he sabido echar a andar proyectos para el futuro. Eso me hace sentir bien, me hace sentir que estoy más en control de mi carrera y no a expensas de un casting y de la decisión de alguien más.
¿Cuál ha sido el momento más emocionante de tu carrera hasta ahora?
He tenido varios momentos emocionantes que poco tienen que ver con visibilidad, premios o popularidad. Disfruto trabajar en equipo, coincidir con gente que me reta y que me hace pensar en lo impensable. Que alguien se me acerque a decirme que algo de mi trabajo resonó en ellos. O entender una parte de mí a través de un personaje. Las emociones son fuente de autoconocimiento, y como actuar exige estar tocándolas, esa parte del camino ha sido fundamental para seguir dedicándome a ello.
¿Cuál es una meta que aún tienes por cumplir?
Estoy produciendo un par de proyectos, algo que quería hacer desde hace mucho. Me gustaría cantar, hacer un musical. Y un día sentir la valentía suficiente para dirigir algo. No sé si es una obra, una película, pero me parece fascinante el universo de los actores y quisiera poder acercarme a él desde otro lugar.
¿Qué añoras de viajar?
Viajar siempre ha sido otra de mis actividades fundamentales. Salir de casa me ofrece un conocimiento que no me lo dan ni los libros ni el cine ni nada más. Siempre hay algo aterrador al hacerlo, ponerme en riesgo, en un lugar que no domino, que no conozco, pero casi siempre la consecuencia es mucho mayor a mi propia expectativa. Descubrir nuevos olores, estilos de vida, comida, idiomas, me parece fascinante.
¿Qué sigue para Irene?
Estoy por filmar una serie de televisión que me emociona mucho. También estoy preparando un par de obras para lanzar en cuanto el semáforo covid nos lo permita.
QUICK TRAVEL QUESTIONS
Los imperdibles dentro de tu maleta de viaje.
Cargador, cepillo de dientes, un libro. Antes, la guía del lugar si no lo conocía.
Tu último destino prepandemia.
Nueva York.
Un objeto que siempre te acompañe durante un viaje.
Una mini almohadita.
Destino gastronómico predilecto.
Fui a la Baja [California] hace dos años. Comí y bebí espectacular.
Streetfood favorito.
Estuve en Corea del Sur hace poco. Probé unos panes de la calle exquisitos. También estaban los animales de mar ahí, pero a esos no les entré.
Primer destino qué visitarás post-pandemia
No lo sé aún.
Entrevista por: Inés Abouchard Leal
Fotos por: Khristio
Hair and makeup: Gus Bortolotti para Armani Beauty
Locación: Municipio Libre