#HOTweekend
Siempre hemos sentido la necesidad de proteger lo que queremos.
Nosotros queremos a los tiburones, y es por eso que los queremos cuidar.
El proyecto es muy simple. Es una respuesta a un llamado que sentimos de parte de los tiburones para que los protejamos.
La idea en concreto es convertir a los pescadores actuales en operadores eco turísticos, especializados en ver tiburones.
Les quiero contar un poco la idea de cómo salió el proyecto. Fuimos a uno de los lugares más misteriosos y enigmáticos que teníamos en nuestro mapa, Bahía de Magdalena en Baja California Sur. La idea era ver marlins comiendo, lo cual es un espectáculo sin precedente. Mientras buscábamos sardinas, vimos que había unas bollas flotando en el mar. Al preguntarle a Gabino (operador turístico de la zona), nos comentó que eran una simpleras*, lo que sirve de gancho para la pesca del tiburón. Nos dio curiosidad y nos acercamos. En ella había un tiburón mako vivo enganchado. En este momento llegó el pescador dueño de la simplera. Le preguntamos que cuánto le darían en el mercado por ese tiburón. Nos comentó que aproximadamente $150 pesos, lo que nos sorprendió muchísimo, dado que era muy poco. Le ofrecimos el doble si nos dejaba liberarlo y accedió.
En ese momento empezó lo complicado. Liberar al tiburón. Lo más importante es mantenerlo en calma y no seguir lastimándolo. Desde el agua, entre dos personas lo sujetamos tratando de crear una inmobilidad tonica* sin saber que hacíamos, sin embargo obtuvimos buenos resultados. Después de 10 minutos logramos soltarle el anzuelo y el tiburón se fue nadando libremente.
La sensación de logro fue espectacular, habíamos liberado un tiburón de una muerte segura. Habíamos rescatado directamente una vida. Estábamos felices.
Texto y Fotos por Eduardo Martínez y Gerardo Nasser.
Así como todos los integrantes de Pelagic Life.