El actor Humberto Busto participa en Costo de vida, una obra que rompe paradigmas sobre la discapacidad y nos recuerda que somos humanos; al mismo tiempo que nos hace reflexionar sobre la supervivencia básica y el privilegio en una sociedad capitalista. Una obra que tiene como objetivo principal dejar claro que todos necesitamos de alguien y que la supervivencia básica es complicada, y que debemos darnos cuenta de que para salir adelante en la sociedad se necesita de mucho trabajo.
Un puesta en escena que busca romper paradigmas en la escena teatral mexicana sobre la vida de las personas con discapacidad. La obra fue concebida por Martyna Majok, una dramaturga estadounidense nacida en Polonia, quien ganó el premio Pulitzer de Drama con la versión original de la producción en 2018.
La dirección y traducción estuvieron a cargo de Samuel Sosa, y Omar Flores es el productor ejecutivo; Adrián Martínez Frausto es el diseñador de escenografía; Ingrid Sac, la diseñadora de iluminación; Sebastián Romero, el diseñador de vestuario y Xicoténcatl Reyes es la encargada del diseño sonoro.
Dentro del elenco se encuentran: Humberto Busto como Eddie, Elena del Río como Jess, Arly Velásquez Peñaloza como John y Sandra Jiménez Loza como Ani.
Tuvimos la oportunidad de platicar con Humberto, quien nos contó sobre la obra y su experiencia como parte del elenco. ¡No te la puedes perder!
¿Cuándo fue el momento que supiste que el mundo del teatro era para ti?
En realidad, desde niño me ha gustado tanto el teatro como el cine. Es la forma con la que conecté con el mundo, esa idea no se me ha quitado a lo largo de los años. Siento que desde niño hay una sensación de tratar de comprender el caos de las cosas que suceden alrededor y siento que, de manera muy subconsciente, acercarme al escenario fue lo primero que hice inclusive con shows que hacía de niño.
Desde ese momento había un enorme placer de darle orden a ese caos, el escenario me permitía entender ciertas cosas que no entendía de la vida además transformarlas en algo creativo, utilizándome yo física y emocionalmente para transitar ese espacio.
¿Cómo llegaste a formar parte del elenco de esta increíble obra de teatro, Costo de vida?
Estuve viviendo fuera de México varios años; una gran parte fue en Berlín, donde estuve haciendo investigación de artes escénicas postdramáticas, por lo que estaba muy interesado en esta cuestión más contemporánea que tiene que ver más con lo performativo que con lo actoral. Estaba en este tipo de investigación cuando de repente me enteré de la existencia de este texto que ganó un premio Pulitzer, y después se convirtió en un fenómeno de Broadway, porque es la primera obra en la historia que tiene dos protagonistas con una discapacidad física real. Entonces, es un texto construido con una sensibilidad y una inteligencia muy potente, ya que habla de cosas muy profundas pero al mismo tiempo tiene una gran dosis de humor.
¿De qué trata la obra principalmente?
Son cuatro personajes, que de alguna manera están viviendo una precariedad económica y emocional y que están tratando de entender a partir de una discapacidad física qué otras formas de comunicación pueden hacerlos crecer.
¿Para ti, cuál es el mensaje principal de la obra?
No me encanta hablar de mensaje porque siento que la sensación didáctica del teatro no me gusta. Me gusta que cada espectador de acuerdo con sus experiencias sienta cosas y se vea reflejado. Lo que sí creo es que la obra tiene un aliento de vida, más allá de las adversidades, te deja una sensación de cómo la vida se puede transformar en cuestión de segundos, dónde poner nuestra atención y poder reconocer que a veces necesitamos de otros.
¿Cuál fue el aprendizaje más profundo que te dejó formar parte de esta obra?
Me ha acercado con la enorme comunidad de gente con discapacidad que hay, hemos ido a programas, a espacios que hablan específicamente sobre el tema. Hay más de 80 millones de personas con una discapacidad en México y es uno de los temas más olvidados.
¿Cómo tienes ese acercamiento con tu personaje?
Yo vengo de una familia de alcohólicos, entonces ese tema en particular siempre lo he tenido muy presente en mi propio autoanálisis, en mi propia forma en la que yo he roto esa historia familiar. Por otro lado, investigué mucho sobre la vida de la gente que trabaja en trailers en Estados Unidos, porque era un sueño americano que existía hace muchas décadas y es un trabajo que permite que toda la economía del país funcione, son como las venas y las arterias en el país.
¿Cómo fue para ti trabajar con Sandra?
Ha sido de los procesos más hermosos de ficción que he vivido. Sandra estudió cine y conoce de estructura dramática, pero ella ha tenido que abrirse tanto y se ha vuelto un proceso muy íntimo y una amistad enorme, ha sido muy bello.
Si tuvieras un minuto para que todo el mundo te escuchara hablar sobre este tema en particular, la discapacidad, ¿qué mensaje compartirías?
Lo único que yo podría compartir es la importancia de que si alguien que tiene una discapacidad física existe en tu entorno, te atrevas a quitarte tus propios miedo y prejuicios y te acerques, para darte cuenta que más allá de cualquier característica física, existe un alma ahí adentro que tiene las mismas necesidades que tú. Y creo que eso puede cambiar muchísimo las coordenadas con las personas con una discapacidad, que no están apartados, que puedan sentirse cerca y se sientan como lo que son: personas enteras, en el sentido más humano posible.
Costo de vida se presentará hasta el 28 de junio de 2023 en el Teatro del Centro Cultural Helénico, lunes, martes y miércoles a las 8 de la noche y tiene una duración de 90 minutos. Compra tus boletos aquí.