El pintor español, nacido en Ecuador, ha vivido ya por muchos años en la ciudad de Querétaro, México. Reconocido por su mural en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por el retrato del ex-presidente Felipe Calderón y por un sinfín de retratos de mujeres y de personas de otras etnias, Santiago Carbonell inauguró una fundación y museo en su ciudad de residencia. Aquí nos platica un poco sobre este nuevo proyecto y sobre su trayectoria como artista plástico.
¿Cuál es la función de la Fundación Santiago Carbonell?
Principalmente es profesionalizar a los alumnos, ayudarlos con becas de viaje, becas de estudio, darles información sobre galerías, museos, ferias de arte y curaduría crítica. La idea es vincularlos también con un estudio y materiales, que es lo que necesita un artista.
¿Hay alguna bolsa económica para estos gastos?
Esa es la función de la sociedad de Amigos del Museo: generar los recursos a partir de la iniciativa privada y que estos vayan directamente al artista, con nombre y apellido. El museo va a ser totalmente gratuito.
¿Por qué es un museo boutique?
Es un lugar para visita y vamos a tratar de organizar las visitas para hacer grupos. Con estos grupos queremos hacer visitas guiadas. La idea del museo boutique es que todo el que entre reciba una mínima explicación y un mínimo acercamiento con la obra y con el arte en general.
¿Usted se podría autodefinir como un pintor político?
Es una tontería, porque he pintado a dos políticos, a cinco mil mujeres desnudas y a veinte mil hombres amigos míos. He pintado a cincuenta albañiles, varios monjes, cinco prostitutas…
¿Cómo han influenciado sus orígenes su proceso creativo?
Mis orígenes afectan pero no cambian y son los orígenes que tienen todos los artistas. Vengo de padres de clase obrera, trabajadora y creo que el haber nacido en un ambiente un poco convulso, haberme vinculado a la política de joven, en las luchas sociales, etcétera, marcó mi razón de ser y me hizo ser artista porque tenía cosas que contar y cosas que esgrimir. Creo que ser artista es la voluntad de contar historias.
¿Qué medios ha utilizado a lo largo de su carrera además del óleo y el grabado?
He hecho escultura, acuarelas, acrílicos, collage. He hecho de todo, pero vaya, mi vocación es de cocinero y zapatero, que es lo que más me gusta.