Se llevó a cabo una edición más de uno de los concursos de coctelería más grandes del mundo, Bacardí Legacy Global Cocktail Competition, y qué mejor lugar para celebrar su décimo aniversario que la Ciudad de México. Durante un emocionante n de semana, México recibió a 34 participantes de todo el mundo, quienes vinieron a compartir su legado a través de la coctelería.
El venue de la final fue el Museo Numismático Nacional, una auténtica joya de la capital. Durante la noche, presentaron sus cocteles los ocho finalistas globales, dentro de los cuales estaba Ana Herrera, orgullosa representante de México, quien llegó al Top 3 con su delicioso coctel Devil Woman. Pero en esta ocasión, el ganador fue Eric Van Beek, representante de Holanda, con su coctel Cariño, el cual se elabora con ron Bacardí Reserva Ocho, Chartreuse amarillo, yogurt griego, jarabe de vainilla y jugo de limón, una mezcla exótica y deliciosa. Platicamos con el ganador holandés, quien nos contó sobre su experiencia durante este sorprendente concurso.
¿Cómo fue que entraste a la industria de la coctelería?
Viví siete años en Estados Unidos, pero debido a temas con mi visa tuve que regresar a Holanda y cuando llegué a mi país no estaba muy seguro de lo que quería hacer. Comencé a trabajar como host en un hotel durante un par de meses y la persona que estaba de bartender se rompió la pierna, entonces me preguntaron si quería tomar su lugar y acepté. En ese momento, estaba muy deprimido porque había teni- do que salir de Estados Unidos en contra de mi voluntad, yo ya tenía toda mi vida organizada, tenía mi casa, mi coche, inclu- so un perro, pero fue gracias a ese trabajo como bartender que volví a ser feliz.
¿Has tenido alguna inspiración o algún mentor durante tu carrera?
Claro que sí, uno de ellos —y que además está hoy aquí— es Ollie Hampton, él ha sido una gran influencia para mí. Pero también hay otras personas de quienes he aprendido mucho, como Andrei y Dario, con quienes trabajé en un bar. Durante mi recorrido en esta industria he ido tomando piezas de cada persona para así moldear y crear mi propio estilo.
¿Cuál es tu coctel favorito?
Mi coctel favorito de todos los tiempos es el Daiquirí, pero también me encanta una buena piña colada, solo porque es tropical, dulce y frutal. Es todo lo que me gustaría en un día caluroso de verano, suena a cliché, pero es la verdad. Y hablando de un drink un poco más cargado, el Presidente también me encanta, se prepara con ron, dry vermouth, Curaçao de naranja y un poco de granadina. Es fuerte, pero muy rico.
¿Tienes algún ingrediente preferido al momento de preparar cocteles?
¡Qué difícil pregunta! Creo que hoy en día, el yogurt es uno de ellos, ya que forma parte de mi coctel de Bacardi Legacy, pero también los cítricos me encantan.
Cuéntanos sobre el bar en el que trabajas.
El bar Twenty Seven, en Ámsterdam, acaba de abrir dentro de un hotel que lleva el mismo nombre. Tenemos un menú que es completamente probiótico, donde utilizamos bacterias que son benéficas para el cuerpo, son bebibles y además agregan muy buenos sabores a los drinks. Creo que es algo muy innovador, no se ha hecho antes. Usamos ingredientes como kombucha, betabel fermentado, tomate, yogurt, etc.
¿Fue idea tuya entrar a Bacardí Legacy o alguien más te convenció de inscribirte?
La primera vez que me inscribí fue por decisión mía, pero la segunda vez fue una mezcla entre mi decisión y el convencimiento del embajador de Bacardí en mi país. No estaba seguro de si quería volver a participar, solo si lograba difundir un mensaje —lo cual creo que sí logré— así es que me funcionó.
¿Cómo ha sido el proceso desde que ganaste Legacy en tu país, hasta hoy que ya eres el ganador global?
Ha sido un gran viaje de cinco o seis meses y 40,000 km recorridos alrededor del mundo para divulgar el mensaje de mi coctel, Cariño. Durante este viaje, he conocido y trabajado con gente increíble. Algo que no me gustó fue que tuve que pedir ayuda, pero lo que más disfruté fue dar- me cuenta de que las personas estaban dispuestas a ayudarme y creo que eso se debió al men- saje del coctel Cariño.
Platícanos sobre él. ¿Cuál fue tu inspiración para crearlo, por qué utilizaste esos ingredientes y por qué el nombre?
Cariño está dedicado a la sociedad de hoy, pues veo que hay mucho odio entre las personas por las diferentes nacionalidades, religiones, tonos de piel, preferencias sexuales y demás. En Holanda somos muy tolerantes con la diversidad —en particular, también lo soy—, allá no hacemos tales diferencias. Uno pensaría que, a través de una competencia de coctelería, no eres un spokesperson de la equidad, pero la realidad es que puedes transmitir el mensaje que quieras y expresar todo lo que piensas. Creo que el mundo necesita ser más tolerante y justo, y por eso quise difundir mi mensaje de Cariño.
Representar a tu país en esta final en la Ciudad de México es un logro increíble, ¿qué nos puedes decir al respecto?
Soy el primer holandés, desde que Boudewijn Mesritz representó a nuestro país en 2012, y soy el primer hombre de Ámsterdam en participar en este concurso en los diez años que lleva, así es que es un gran honor para mí pararme en la Ciudad de México enfrente de todas estas personas y decir Cariño en su lengua natal. Fue increíble.
Una vez que anunciaron que estabas dentro de los ocho finalistas, ¿qué sentiste? ¿Algo cambió?
¡Claro! De hecho, casi rompo mi traje con mi celebración. Cuando estaba en el Top 34, pensé: “Está increíble que haya pasado, pero qué tal que no les guste mi coctel”. Después pasé al Top 16, luego al Top 8 y ahí fue cuando ya me cayó el veinte. Siempre que me subo al escenario estoy nervioso, pero en la competencia de Top 8, sorprendentemente estaba súper tranquilo. Luego, cuando anunciaron que estaba dentro de los tres finalistas y cuando me nombraron como el número uno, no me lo podría creer.
¿Qué se siente estar allí arriba, frente a todas esas personas y frente a los jueces, presentando tu legado?
Lo he visto en YouTube un millón de veces y siempre he soñado con estar ahí. Pero estar frente a los ojos de Alex Kratena y de Ivy Mix —quien representa el mensaje de Cariño a su manera, a través del empoderamiento de la mujer—, y luego estar frente a José Sánchez Gavito fue increíble y más cuando se trata de su última participación como juez de Bacardí Legacy. Estar también frente a Ran Van Ongevalle, que es mi amigo y a quien vi ganar este mismo concurso el año pasado y ahora él me ve ganar, y que además él haya sido quien me anunció como ganador, fue un momento inolvidable.
¿Qué opinas de la Ciudad de México como host para esta competencia?
Mientras venía en el avión hacia México, no tenía idea de qué esperar, nunca había venido. Pero esta ciudad es increíble, me encantaría regresar de vacaciones con calma y disfrutarla más. Los parques, la cultura, la comida —que es una locura— el clima, la arquitectura e infraestructura, todo me fascinó. Hay muchas personas y mucho tráfico (risas) pero de verdad disfruté mucho la ciudad.
Ahora que eres el ganador, ¿qué viene para ti?
Creo que me voy a sentar con todos los ganadores de años previos, platicar con ellos y escuchar todos los consejos que me puedan dar. Hablar con Dickie Cullimore, Brand Ambassador de Bacardí, para saber cuáles son sus planes. Pero, sobre todo, lo que quiero es difundir el mensaje de Cariño a todo el mundo.
¿Algún consejo para los jóvenes bartenders?
Que no importa cuánto tiempo llevas siendo bartender —pues yo llevo tan solo dos años y medio— y no importa si piensas que una competencia es muy grande para ti. Si tienes la pasión por lo que haces y una historia genuina que contar, tienes que entrar a Bacardí Legacy, porque entonces significa que es la competencia ideal para ti, ya que se trata de una plataforma para llevar un mensaje y expresarte como un ser humano y no solo como un bartender; y creo que es algo que logré.
FACTS
- Este año fue la primera ocasión en que México participó en la gran final global.
- El ganador de la primera edición de la competencia fue Ago Perrone, del Connauhgt Bar de Londres.
- El Celebration Day de esta décima edición se llevó a cabo en el hotel Downtown del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Texto por Jimena Saldivar
Fotos cortesía de Bacardí Legacy