Texto por: Reservamos.mx
La ruta 66 es una de las más emblemáticas de Estados Unidos, no sólo porque sus 3 mil 900 kilómetros atraviesan gran parte del país, sino porque el camino fue inspiración para artistas como Jack Kerouac y Bobby Troup. Si bien hoy existen superautopistas, la mother road sigue siendo la diagonal vital para transportarte a los años cincuenta y sesenta. Para conocer un lado diferente del vecino del norte entre el desierto y las montañas, nos dimos a la tarea de seleccionar algunos de los destinos principales de esta ruta, a los que puedes llegar en avión o en camión desde un punto en México, como la CDMX, Guadalajara o Monterrey.
Chicago, IL. La Ciudad de los Vientos es el sitio de partida. Además de comer una deep dish pizza, visita el Lou Mitchell’s Restaurant, un lugar con casi 90 años de tradición que marca el punto exacto donde comienza la ruta. El Millennium Park, la Willis Tower y un paseo por el Lago Míchigan son imprescindibles.
St. Louis, Missouri. St. Louis vivió varios cambios de la ruta, por lo que a lo largo de la ciudad encontrarás varios vestigios, entre ellos los típicos diners como el Big Chief Road House o el Donut Drive-In. El río Misisipi también guarda muestras de la vieja carretera con el Old Chain Of Rocks Bridge que ahora es exclusivo para peatones y bicicletas; una buena opción para dar un paseo junto al río. El Gateway Arch, un arco de acero de 200 metros de altura, es un ícono de la ciudad que no debes dejar de visitar y parte del recorrido desde 1965.
Amarillo, Texas. Este destino texano es especialmente popular por la instalación de Cadillac Ranch. Varios autos cadillac con el cofre hundido en la tierra conforman una postal interesante y toda una pieza de arte público: los visitantes pueden dejar una huella haciendo grafitis en los coches.
Albuquerque, Nuevo México. El turismo en esta ciudad está especialmente marcado por la Fiesta Internacional de Globos de Albuquerque, la concentración más grande del mundo. Además, el camino tiene otras curiosidades en Sandia Park, por ejemplo el museo Tinkertown, el cual es sinónimo de un espacio perdido en el tiempo. Resultado de la colección de Ross Ward, que a lo largo de 40 años reunió figuras talladas en madera. “Entre bajo su propio riesgo. Reunidos a lo largo de todo el oeste, el óxido y el polvo guardan historias sin contar”, advierte su icónico letrero de entrada.
Flagstaff, Arizona. Desviándose un poco de la ruta, puedes visitar una de las atracciones naturales más imponentes del continente. El Cañón del Colorado engloba el misticismo y la belleza de la región. Un destino idóneo para excursionismo, rafting y para capturar un momento único en fotografía. En Lake Havasu City podrás transportarte al otro lado del océano Atlántico, pues en medio del desierto de Mojave hay un pedazo del nublado Londres. El puente original que inspiró la canción London bridge is falling down fue puesto en venta en 1967 y adquirido por Robert McCulloch, quien lo transportaría pieza por pieza para reconstruirlo en el cruce del Río Colorado.
Los Ángeles, CA. El área de Los Ángeles tiene incontables opciones por descubrir, pues es el corazón de Hollywood y un polo cultural de la costa oeste. La ruta 66 termina en el emblemático muelle de Santa Mónica, el cual data desde 1909 y hoy es un gran punto de reunión en la playa para hacer shopping, comer en los food trucks o subir a su rueda de la fortuna. Si quieres conocer otras atracciones en el estado, en San Bernardino encontrarás The Wigwam, un curioso lugar de hospedaje donde las habitaciones tienen forma de teepes.
Atrévete a recorrer estos destinos, siguiendo la ruta que se convirtió en la vía de escape de la Generación del Beat, además, estamos seguros de que conocerás otra cara de Estados Unidos, más allá de las ciudades glamurosas y sus malls.
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