En un mundo donde las tendencias de belleza y de skincare están en constante evolución, es fácil perderse entre una variedad deslumbrante de opciones e información. Desde mascarillas de barro hasta sueros exóticos, la búsqueda de la piel perfecta puede sentirse como un laberinto sin fin. Sin embargo, entre estas modas, existe un método antiguo que ha resistido la prueba del tiempo: el facial cupping. A continuación, te contamos todo sobre esta gran técnica, qué es, en qué se basa, sus grandes beneficios, así como la manera correcta de hacerlo.
¿Qué es el facial cupping?
¿Te acuerdas cuando, durante los Juegos Olímpicos de verano en 2016, Michael Phelps generó polémica por usar ventosas? Este tratamiento le cambió la vida a Phelps. Este método implica colocar vasos de vidrio calientes sobre la piel para relajar los músculos y aliviar la tensión. Es una práctica común entre acupunturistas. Sin embargo, cuando nos enfocamos en las ventosas faciales, el objetivo es el mismo, pero con una aplicación más suave, ya que los músculos de la cara son mucho más delicados.
El facial cupping es una técnica de cuidado de la piel que nace de la antigua medicina tradicional china. Se basa en la idea de usar pequeñas ventosas para masajear la piel. Mientras que las ventosas corporales se usan principalmente para aliviar el dolor, las faciales están diseñadas para promover el flujo sanguíneo, lo que se traduce en muchos beneficios estéticos. Estas ventosas suelen estar hechas de vidrio, plástico o silicona y se deslizan suavemente sobre la cara con movimiento controlados.
Beneficios
Los beneficios de esta herramienta son numerosos y variados. En primer lugar, mejora la circulación sanguínea y linfática, lo que puede reducir la hinchazón y la retención de líquido; además de eliminar toxinas y mejorar el tono de la piel. El masaje suave proporcionado por las ventosas relaja los músculos facial, lo que se traduce en reducir la tensión y las líneas de expresión. También, se dice que el facial cupping promueve la producción de colágeno, así que verás tu piel más glowy y hasta lograrás un lifting inmediato en la piel, ya que tonifica el mentón, la mandíbula, el cuello y el escote; y sin duda, alguna te ayudará a alcanzar un aspecto más joven con el tiempo.
¿Cómo hacer facial cupping?
- ¡Prepara tu piel! Comienza con un limpiador suave y asegúrate de que tu rostro esté completamente seco antes de empezar.
- Aplica un aceite facial ligero o suero hidratante para que las ventosas se deslicen suavemente por tu cara.
- Selecciona una ventosa de tamaño adecuado para el área que quieres tratar. Las ventosas más pequeñas son ideales para el contorno de los ojos, mientras que las más grandes son óptimas para las mejillas, los pómulos, la frente y el cuello.
- Coloca la ventosa en tu piel y desliza lentamente en movimientos ascendentes y hacia afuera. ¡Ojo! Es importante mantener la ventosa en movimiento en todo momento para no dejar marcas en la piel.
- Presta atención a las áreas de tu rostro que necesitan un poco de amor adicional, como las líneas de expresión o las zonas propensas a la hinchazón.
- Después de completar el masaje facial, limpia bien las ventosas y guárdalas en lugar seguro para su próximo uso.
- Si usaste aceite, enjuaga tu cara con agua tibia y sécala.
- Finalmente, sigue con tu skincare routine tal como acostumbras. Recuerda que ninguna técnica hace magia con una sola sesión. Complementa tu rutina aplicando ventosas entre dos y tres días a la semana.
