Una ventana de expresión para la diversidad
Nuestros orígenes son parte intrínseca de la personalidad: con quién crecimos, a qué estímulos estuvimos expuestos, con quiénes convivimos de pequeños, son elementos que crean nuestra forma única de entender el mundo. La información genética y los estímulos externos como dónde nacimos y en dónde vivimos, cuál es la ciudad originaria de nuestros padres o de nuestros antepasados, influyen en la personalidad de cada ser humano.
Es por esto que a lo largo de la historia ha existido la migración y, por lo menos en nuestra ciudad, casi ninguna familia es originaria del lugar donde vive. Todos estos estímulos nos cambian y forman nuestro nuevo ser, crean la genética que heredaremos a nuestros hijos, haciéndonos reflexionar sobre los esquemas autoimpuestos. Los factores internos y externos crean sociedades modernas, insertando en una licuadora todas las expresiones culturales conocidas y vertiéndolas alrededor del mundo. Cuando todas estas culturas se funden, se genera una explosión de estímulos distintos que coexisten entre sí, creando estados modernos, multiétnicos, únicos y mestizos como México. El Festival Internacional de Cine Judío en México cuenta con siete diferentes temáticas en su selección oficial, por el arte cinematográfico y la visión de varios artistas, conecta realidades que nos llevan a imaginar cosas y preguntarnos, ¿acaso existe diversidad dentro de una diversidad mayor?
La gran pantalla nos muestra visiones únicas de cada artista, nos enseña diferentes posturas ante situaciones que ocurren en lugares distantes con historias similares a las que tenemos en casa; soluciones que podrían inspirarnos un cambio personal al percibir nuestros propios problemas en una realidad distinta. Sin embargo, el que tome su propia interpretación de la película, siempre será el espectador. El cine nos transporta a lugares tétricos como el holocausto, inspiradores como la Revolución mexicana o confusos como el conflicto árabe israelí. Nos acerca a historias de cualquier tipo que nos llevan a recordar errores del pasado e incluso compararlos con conflictos actuales.
El cine es tan versátil que nos permite tocar temas polémicos: las leyes religiosas y su validez hoy en día o expresiones de diversidad sexual de las que no se habla abiertamente.
En la actualidad existen muchas opiniones sobre los valores sociales, tanto en Israel y su diáspora, como en cada rincón del mundo, el arte nos conecta con nuevos valores que ayudan a los viejos que intentan adaptarse, mientras los jóvenes cuestionan las ideas establecidas.
Estos debates se dan en todas las familias y grupos sociales, especialmente en la academia.
Las siete categorías que exhibimos en el FICJ-M junto con Cinépolis, nos muestran problemáticas similares en diferentes contextos, dificultades comunes y corrientes que se replican en situaciones remotas, pero al final, nos recuerdan que todos somos iguales.
El Festival Internacional de Cine Judío se llevará a cabo del 12 de enero al 11 de febrero del 2016.
Acerca de Sala de Arte Cinépolis
Cinépolis Sala de Arte es un espacio permanente para la exhibición de una oferta fílmica diferente y alternativa para satisfacer la demanda de un público ávido de otras opciones. Actualmente se cuenta con 22 Salas de Arte en conjuntos Cinépolis y Cinépolis VIP, ubicados en 12 ciudades de la República Mexicana. www.cinepolis.com/saladearte