El reconocido grupo que desde hace más de 30 años resuena en nuestro país y en el mundo como un emblema del rock en español, se reúne nuevamente para celebrar su trayectoria y conectar con el público en un concierto en el Palacio de los Deportes el 21 de septiembre.
Tuvimos la oportunidad de platicar con Javier “El Cha” Ramírez, quien nos contó un poco sobre la trayectoria de Fobia, sus mayores logros y retos, y su reencuentro.
1. ¿Cuál ha sido el álbum que más han disfrutado grabar?
Yo creo que el primero porque llevábamos varios años trabajando en las canciones y aprendimos muchas cosas nuevas. Durante el segundo disco, descubrimos cosas que podíamos hacer en el estudio. Con Leche y con Amor chiquito, ya estábamos más relajados y podíamos concentrarnos en otras cuestiones.
2. ¿Qué papel jugó “El Microbito” en los inicios de Fobia?
Es una canción muy importante para nosotros porque fue nuestro primer sencillo. Me acuerdo perfecto que estábamos Leonardo y yo en mi casa (cuando vivía con mis papás), sonó la canción, empezamos a brincar y nos abrazamos de emoción. La frase: “Haré una alberca en tu ombliguito para meterme a nadar y, si me voy más abajito, nadie me sacará”, hizo que no la tocaran en varios lugares, pero nos daba risa y, al final, dio de qué hablar.
3. ¿En qué creen que los benefició separarse en 1997 y regresar en 2003?
Crecimos en varios aspectos, lo cual tal vez no habría sucedido si nos hubiéramos quedado juntos. Nos sirvió para llevar a cabo proyectos alternos y descargar lo que cada quien traía en la cabeza. Cuando regresamos a hacer Rosa Venus, nos dirigíamos hacia la misma dirección. Yo creo que los rompimientos, las pérdidas y las separaciones, si las ves en retrospectiva y sabes darles la vuelta y superarlas, siempre ayudan. Ahora sí que, como dicen, “lo que no te mata, te hace más fuerte”.
4. Además de los integrantes, ¿qué ha cambiado en el grupo durante estos años?
Empezamos muy jóvenes; incluso, había veces en las que no nos dejaban entrar a los lugares porque algunos eran menores de edad. La escena del rock era muy diferente; todo era otra cosa. El dominio de nuestros instrumentos también ha cambiado, ahora nos sentimos más profesionales y estamos más relajados en el escenario. También hemos cambiado nosotros como personas, ya no somos los mismos que éramos hace 30 años; muchos ya tienen familia o viven fuera de México. Los grupos van cambiando y evolucionando, pero, si de algo nos hemos dado cuenta, es de que somos parte de algo más grande que es Fobia.
5. ¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de ser un ícono del rock mexicano?
La verdad nunca nos imaginamos que íbamos a llegar hasta donde estamos. En el Palacio de los Deportes, nos dimos cuenta de que la música de Fobia ha sido importante para muchas personas; los ha acompañado en fiestas, en momentos de reflexión, en momentos de soledad y de tristeza. No sé si es una ventaja, pero estamos muy contentos y agradecidos de saber que hay gente para la que significa algo todo lo que hicimos, porque esa es la máxima recompensa para un artista: que su música o su arte conecte con la gente a esos niveles.
Por otro lado, la desventaja que yo le veo al negocio de la música es que te pierdes eventos importantes de tus amigos y de tu familia por andar de gira; yo no pude ir al funeral de mi abuela, a la cual amaba y adoraba. Al final, aprendes a lidiar con eso, a darte cuenta de que es tu trabajo y de que eso es lo que escogiste. Yo creo que las cosas buenas que nos ha dado la música han sido muchas más que las cosas malas; han sido más las ventajas y los momentos bonitos que los momentos feos.
6. ¿Cuál ha sido el mayor reto de Fobia?
Yo creo que fue Rosa Venus porque no habíamos tocado juntos en mucho tiempo; queríamos averiguar si todavía podíamos hacer un disco, si todavía teníamos esa magia. Como dice la primera canción que compuso Paco en aquella época: “Hoy tengo miedo”; teníamos miedo de reencontrarnos, de hablarnos, de expresarnos como antes, pero, a fin de cuentas, creo que lo logramos. Rosa Venus fue el primer disco de Fobia para una nueva generación.
7. ¿Cómo ha cambiado el público a lo largo de su trayectoria?
Hay de todo. En nuestros últimos conciertos, hemos visto en las primeras filas a amigos que nos escuchan desde nuestras primeras tocadas; muchos con sus hijos. En mi caso, es muy bonito ver a mi mamá en primera fila, porque le cuesta mucho trabajo pararse y moverse debido a una enfermedad que tiene. Los momentos en los que logramos igualar los sonidos de las canciones son muy emotivos; como una especie de agradecimiento a todo ese público, tanto a los que estuvieron desde el principio como a los que nos escuchan por primera vez. He visto historias de Instagram donde había niños de seis, siete años cantando las canciones.
8. ¿Cómo definirías a Fobia en una palabra?
Agradecimiento. A mis compañeros, a todas las personas que han pasado por el grupo, a los músicos, a la gente de la disquera, a mis amigos, novias, fans, familiares, muchas gracias a todos. Para mí, Fobia es igual a gracias.
Texto por Lilia Philippe