
En el corazón de la laguna turquesa de Bora Bora yace un resort que es un sueño hecho realidad para quienes buscan un escape al mar bajo el cielo de la Polinesia y con vistas al Monte Ōtemanu.
Este refugio paradisíaco se convierte en el escenario perfecto para desconectar del mundo cotidiano sin sacrificar el arte de vivir bien en medio de la naturaleza. Desde su arquitectura hasta su gastronomía, cada detalle alude a la idea de estar en una isla privada en donde solo importa el momento.


Paraíso flotante
El resort de lujo mantiene un diseño de suites estilo bungaló sobre el agua, pero su arquitectura resalta por ser fruto de una colaboración explícita entre el arquitecto parisino Didier Lefort, el experto en la región del Pacífico, Pierre‑Jean Picart, y la firma de diseño con base en San Francisco, Bamo.
Juntos plasmaron una estética inspirada directamente en la cultura y el entorno polinesios: tejados de hojas de pandano, madera de teca, piedra volcánica de la isla vecina de Taha’a, y ventanales amplios que inundan los espacios con la luz turquesa de la laguna, invitando a sus huéspedes a fundirse con la belleza natural de la Polinesia y a sentirse parte de ella.
Cada residencia o villa fue diseñada para maximizar la relación con el paisaje y la privacidad a través de puertas corredizas, terrazas privadas y decks que permiten acceder al agua directamente. Los interiores abrazan una paleta de beige, blancos y grises, maderas claras, tonos neutros, textiles con motivos inspirados en tatuajes corporales tradicionales y muebles que mezclan la artesanía local con líneas contemporáneas, para crear una atmósfera refinada y a la vez relajada.

Sabores de la región
La experiencia gastronómica es una oda a los sentidos. Cada restaurante celebra la riqueza de la Polinesia Francesa a través de ingredientes frescos, técnicas clásicas de la cocina gala, como reducciones y cocción al vacío, y una curaduría culinaria que combina lo exótico con lo contemporáneo.
Arii Moana, su restaurante insignia, ofrece una propuesta de fine dining donde los productos locales, como el mahi-mahi, el cangrejo de la laguna o la vainilla de Tahití se reinterpretan con un enfoque moderno y elegante, mientras que Tere Nui, abierto al aire libre y rodeado por jardines tropicales, invita a disfrutar de desayunos y cenas bajo el cielo estrellado del Pacífico.


Situado frente a la playa, el Fare Hoa Beach Bar & Grill ofrece una atmósfera más relajada con un menú que celebra los sabores del mar, parrilladas y coctelería inspirada en frutas locales. Mientras que el Sunset Restaurant & Bar fusiona la cocina asiática con un ambiente vibrante que cobra vida al atardecer, con vistas que enmarcan el monte Ōtemanu.
Además, el resort ofrece experiencias personalizadas, desde cenas privadas sobre el muelle o en villas flotantes hasta degustaciones maridadas con vinos internacionales y café polinesio. Esta atención al detalle, unida al servicio impecable y al respeto por la cultura local, convierte cada comida en un acto de conexión con el lugar y con los momentos frente al mar.
Conexión con la cultura y la tradición
Más allá de la calidad y alto estándar de sus instalaciones y oferta, el resort destaca por su compromiso con la cultura local y el entorno. Su programa Hiro’a Tumu Cultural Program reúne talleres interactivos, como elaboración de aceite de monoï, pintura de pareos, confección de collares de concha, clases de ukelele, cocinas de poisson cru y mixología. Y si se busca algo mucho más auténtico se puede aprender sobre perlas negras y visitar una boutique especializada.


Mantener vivo un paraíso como este requiere respeto y cuidado del entorno natural. Para lograrlo, el resort colabora directamente con Wise Oceans para ofrecer experiencias de exploración marina, como snorkel guiado por biólogos marinos, demostraciones de injerto de coral y visitas al santuario de la laguna, completando un ciclo de exploración con conciencia.
Hablando de este ciclo de bienestar, el spa Te Mahana Spa no es la excepción. Ubicado en el punto más alto del motu y con vistas ininterrumpidas al mar, cuenta con tratamientos inspirados en la tradición polinesia taurumi, utilizando aceites autóctonos, como el monoï o las perlas negras, para una experiencia de rejuvenecimiento profundo: el Ritual Polynesian Luxe con aceite de coco virgen de 24k y el Masaje Mana centrado en movimientos profundos, son algunos de los insignia.
D.BP 547, Motu Tehotu
T.+689 4060 3170









































