La contingencia sanitaria provocada por el coronavirus ha afectado profundamente a las aerolíneas en todo el mundo. Eventualmente, se tendrán que reactivar los vuelos; la pregunta es: ¿cuáles serán las consecuencias?
La pandemia ha ocasionado graves daños económicos a las aerolíneas. Los datos duros muestran que el número de vuelos diarios ha disminuido casi un 90%, mientras que alrededor del 60% de la flota global está estacionada y el tráfico de pasajeros se ha suspendido casi por completo.
El Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) calcula que, durante el primer trimestre del año, los aeropuertos perdieron 40 millones de pasajeros y dejaron de recibir más de 700 millones de dólares en ingresos. Las aerolíneas se han visto obligadas a tomar medidas desesperadas para sobrevivir, y los recortes en sus plantillas y de personal se han vuelto cada vez más comunes.
Una vez que se reactiven los vuelos, la forma de viajar se reinventará. Primero, la logística cambiará, pues los vuelos se reanudarán paulatinamente y muchos países tomarán medidas para prevenir la propagación del virus. Países como Argentina han cancelado los vuelos, domésticos e internacionales, hasta septiembre, lo cual implica un desajuste en las rutas normales de muchas aerolíneas. Otros han optado por mantener vuelos domésticos, pero han implementado medidas de distanciamiento entre pasajeros al no ocupar los asientos centrales. Esta medida solo permite que un avión vuele con el 65% de su capacidad, provocando un alza en los precios.
El distanciamiento social será la nueva norma dentro de los aeropuertos, aunque hay algunos, como Heathrow en Londres, que no podrán implementar dichas medidas porque su tráfico de pasajeros es demasiado elevado. De ahora en adelante, algunos aeropuertos pondrán marcas en el suelo indicando la sana distancia entre los pasajeros. Aerolíneas como Delta, American Airlines y United Airlines han anunciado que todos los pasajeros y miembros de la tripulación deberán usar mascarillas en los aviones y terminales.
Los daños ocasionados por el COVID-19 a las aerolíneas se pueden comparar con aquellos causados por el atentado del 9/11 en Nueva York. Es altamente probable que los pasajeros se vuelvan escépticos en cuanto a volver a tomar un avión. Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), primero se reanudarán los vuelos domésticos y los internacionales de corta duración y después los vuelos intercontinentales.
IATA afirma que actualmente no existe una medida de seguridad que mitigue absolutamente todos los riesgos para los pasajeros, pero confían en que una implementación efectiva y la experiencia serán clave para lograr reducirlos en la medida de lo posible.
La fecha precisa para la reactivación de los vuelos comerciales se desconoce, pero lo cierto es que volar nunca volverá a ser igual.
Escrito por Justino Compeán