“THE STRONGEST OF THE STRANGE” you won’t see them often for wherever the crowd is they are not. these odd ones, not many but from them come the few good paintings the few good symphonies the few good books and other works. and from the best of the strange ones perhaps nothing. they are their own paintings their own books their own music their own work. Charles Bukowski
Existe una frase que dice que en tu vida hay dos días importantes: cuando naces y cuando descubres para qué. Gaby Ruiz entendió la razón de su existencia a los 25 años, cuando despertó en un hospital después de haber perdido sus dos piernas en un accidente automovilístico.
“Me concentré en hacer que esta experiencia fuera lo mejor que me había pasado”, explicó la mexicana, “me enfoqué más en las cosas que sí tenía: uno, la vida; dos, mi familia; tres, que en estas circunstancias tenía nuevas posibilidades”. A partir de ahí, transformó su forma de ver la vida: convertir cada obstáculo en un reto a superar.
“Estoy consciente de que las personas me etiquetan como si existiera una categoría de discapacidad, pero, ¿por qué no cambiar el paradigma y replantearlo?”, explica Gaby con humor, “tomé las cosas buenas de esto: me estaciono cerca, no uso calcetines, me caigo y no me raspo… ¡las cosas buenas!”. Asimismo, quiere cambiar la percepción que tiene la gente de una persona discapacitada, “pobrecita, tápenla, pásale su cobijita, ayúdenla… todo eso vi que podía cambiarlo. Eso me motivó a salirme del paradigma de la discapacidad”.
Gaby Ruiz está abierta a oportunidades y, hoy en día, es una de las pocas mujeres que domina a la perfección las prótesis bilaterales a nivel mundial. Al usar faldas, las expone con orgullo, además de trabajarlas constantemente: ellas le permiten hacer ejercicio, dar conferencias, tener una postura correcta, estar en forma, trasladarse a donde quiera y desarrollar sus días sin ningún problema.
Su reto más importante es cambiar la mentalidad de la gente con respecto a la discapacidad. Cree que por más difícil que sea una situación –un divorcio, una enfermedad o la pérdida una extremidad– ahí no se acaba la vida. “Hay oportunidades que van a surgir de esa adversidad. Comprendes el gran ‘para qué’ de lo que sea que esté sucediendo”, manifiesta la mexicana.
Su motor de fuerza es su madre, que según Gaby, es una guerrera que tiene una historia de vida más difícil que la de ella. Se inspiran mutuamente, se apoyan y se acompañan en el camino que les tocó recorrer. Ruiz heredó la fuerza de su madre y la constancia de su padre, a quien describe como un hombre estricto y “luchón”. El carácter de Gaby para vencer las adversidades proviene de los valores que le inculcó su familia “desordenada, pero unida”.
Además de sus seres queridos, un gran aliado de Gaby es el miedo. “Yo creo que lo mejor que me ha pasado es tener miedo de qué va a suceder con mi vida”, expresa. Para ella fue como un amigo imaginario que le decía “tienes miedo y te voy a dar más para que te muevas, para que reacciones, para que cambies tu realidad porque tú tienes ese poder. Yo solo te estoy dando este empujoncito”. Hay que usarlo a nuestro favor sin permitir que nos paralice. Gaby insiste en que absoluta- mente todo en la vida comienza con un pensamiento y que este va a definir nuestra actitud, las decisiones que tomemos y sus consecuencias.
“No es cierto esto de ‘yo cargo con esta cruz’. No es cierto. Lo cargas porque decidiste inconscientemente cargarlo. Todo lo que puedes estar ‘sufriendo’, ¡no está tan mal! La que juzga que está mal es tu percepción, es tu propia mente. No dejes que esa mente te controle, tú controlas esa mente. Pídele, invítala u ordénale a ver las cosas diferentes”. Su ingrediente secreto para cambiar nuestra realidad es una dosis de pasión. “Imagínate: si le pones pasión a todo lo que ha- ces, la vida va a fluir de forma natural y armónica y todo va a cambiar alrededor de ti”.
Para Gaby la pasión es indispensable, “la necesitas para levantarte, para dar pasos, para hacer tu trabajo, para estar tranquila. La usas para todo, es como respirar”. Ella explica que esta llama hay que buscarla en nuestro interior y que muchas veces se nos olvida escucharnos para descubrirla, por ello a veces la suplimos externamente. “Tienes que procurar que no se apague para que puedas seguir moviéndote constantemente”.
Gaby tiene una vida mucho más activa que muchas personas. Entre sus planes a corto plazo está correr una carrera de obstáculos de 5 kilómetros y continuar retándose a sí misma en el deporte. Además, es una mujer emprendedora y tiene varios proyectos encaminados al éxito. Desea profesionalizar- se en “coaching ontológico” y en algún momento quisiera ser mamá. Gaby Ruiz es una mensajera, un ejemplo a seguir y un recordatorio de que –sea lo que sea que nos pase– la vida sigue.
FACTS
- Entre todas las actividades deportivas que hace Gaby Ruiz, lo que más le gusta es nadar y hacer crossfit.
- Su libro favorito es Casi el paraíso, de Luis Spota.
Texto por Camila de la Fuente
